Le Pen denuncia un golpe de Estado por la confiscación de fondos a su partido
París.- La líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, denunció
que su partido es víctima de un "golpe de Estado" por la decisión
judicial de confiscar buena parte de su subvención pública por un proceso de
financiación ilegal en el que se ha sabido que hay dos nuevos inculpados entre
sus miembros.
En una entrevista radio-televisada
por "RMC" y "BFMTV, Le Pen señaló que si la Agrupación Nacional
(AN) no recibe ese dinero, a finales de agosto no podrá pagar los sueldos de
sus empleados y corre el riesgo de desaparecer.
"La decisión de los jueces es
un verdadero golpe de Estado" y "un atentado contra la
democracia" porque "un partido político no es una asociación como
cualquier otra" y está protegido por la Constitución, señaló.
Dos magistrados instructores
decidieron la semana pasada secuestrar, con carácter preventivo, dos millones
de euros de la dotación pública que debía recibir la AN por las sospechas de
que se sirvió de empleos ficticios en el Parlamento Europeo para pagar a una
veintena de sus colaboradores.
Los fondos públicos que
corresponden a la AN en función de su peso electoral es de unos 4,5 millones de
euros anuales y, como para el resto de los partidos, hoy estaba previsto un
pago de la mitad de esa suma.
La líder de la ultraderecha
consideró que esos dos jueces, próximos al Sindicato de la Magistratura que
considera "izquierdista" y que en las elecciones del pasado año se
manifestó públicamente contra su formación, "han decidido asesinar al
primer partido de oposición de Francia, y eso sin respetar ningún criterio
legal".
Avanzó que esta misma mañana van a
presentar un recurso para impedir que la confiscación sea efectiva y que
también han activado una página internet para que los franceses les ayuden.
Le Pen volvió a negar las
acusaciones que han valido la inculpación, entre otros, de su partido y de ella
misma por la presunta utilización de asistentes de los eurodiputados del Frente
Nacional (antiguo nombre de la AN), pagados con dinero europeo, para trabajos
que no tenían que ver con sus mandatos, sino con las estructuras del partido.
De hecho, fuentes judiciales
filtraron hoy que otros dos miembros de la formación ultraderechista han sido
imputados en esta instrucción, el "número dos" y eurodiputado Nicolas
Bay, y el guardaespaldas de la presidenta, Thierry Légier, que tuvo sueldo del
Parlamento Europeo como asistente parlamentario.
La acusación contra Bay por el
cargo de "abuso de confianza" se formalizó el 8 de junio, mientras
que la de Légier por "receptación de abuso de confianza" produjo en
abril. EFE
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