EE.UU. estudia más sanciones
Washington.- La Casa Blanca exigió ayer “unas elecciones justas,
libres y transparentes” para la restauración de la democracia en Nicaragua, y
abrió la puerta a más sanciones a funcionarios del Gobierno del presidente
Daniel Ortega si no detiene la “indiscriminada” violencia, que ha dejado ya más
de 350 muertos.
“Unas elecciones libres, justas y
transparentes son el único camino hacia la restauración de la democracia en
Nicaragua”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado sobre la crisis política en
el país centroamericano.
En concreto, el Ejecutivo del
presidente estadounidense, Donald Trump, responsabiliza a Ortega y su esposa,
la vicepresidenta Rosario Murillo, de la “violencia indiscriminada” y la
“brutalidad policial” contra los manifestantes que piden “reformas democráticas”.
Hasta ahora, Estados Unidos ha
impuestos sanciones contra tres altos cargos nicaragüenses: Francisco Díaz,
jefe de la Policía de Nicaragua, y consuegro del presidente nicaragüense;
Francisco López, vicepresidente de la petrolera Albanisa; y Fidel Moreno
Briones, secretario general de la alcaldía de Managua. “Estas son el principio,
no el final, de sanciones potenciales”, remarcó la Casa Blanca.
En concreto, EE.UU. anunció que
revocará los visados de funcionarios nicaragüenses vinculados con la violencia
contra los manifestantes, así como sus familias, se agregó en el comunicado.
La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Ejecutivo de
Nicaragua de “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles
actos de tortura y detenciones arbitrarias”, lo que Ortega ha negado.
El presidente Daniel Ortega, afirmó
ayer que está dispuesto a reanudar el diálogo con la mediación de la ONU y la
participación de la Iglesia para buscar una salida a las protestas contra su
Gobierno, en una entrevista con la cadena estadounidense CNN. EFE
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