Trump revela contactos directos "de alto nivel" con Corea del Norte

El mandatario estadounidense dio además su
"bendición" a conversaciones de paz dirigidas a poner fin a la guerra
en la península coreana.
Según el Washington Post, el director de la CIA -y futuro
secretario de Estado- Mike Pompeo efectuó una visita secreta a Pyongyang
durante la cual se reunió con Kim Jong Un hace unos días.
Ni la Casa Blanca ni la CIA confirmaron, sin embargo, esa
información.
Desde su lujosa residencia en Mar a Lago, Florida, donde
recibió al primer ministro japonés Shinzo Abe, el presidente estadounidense se
refirió a "cinco lugares posibles" para el encuentro, que tendrá
lugar en junio "si todo sigue bien".
"Nos respetan. Los respetamos. Llegó la hora de hablar,
de resolver los problemas", dijo. "Hay una posibilidad real de
resolver un problema mundial. No es un problema de Estados Unidos, Japón u otro
país, es un problema de todo el mundo", insistió.
Interrogado acerca de la eventualidad de que la cumbre tenga
lugar en Estados Unidos, dijo "no", sin otra precisión.
Los funcionarios de la Casa Blanca no han adelantado nada,
pero los posibles lugares de reunión podrían estar en China, en Corea del
Norte, en Corea del Sur o en Panmunjom, la zona desmilitarizada entre ambas
naciones.
Panmunjom fue el lugar donde se firmó el armisticio coreano
en 1953 y donde se celebrará la cumbre del 27 de abril entre Kim y el
presidente surcoreano, Moon Jae-in.
La Casa Blanca señaló además que Trump no había estado en
contacto directo con Kim, contrariamente a lo que el mandatario parecía haber
dicho poco antes al responder a una pregunta al respecto.
Trump agradeció por otra parte a su par chino Xi Jinping por
su papel en este asunto y saludó su "firmeza" en cuanto al
intercambio comercial de Pekín con Pyongyang. China es el principal aliado del
régimen norcoreano, pero ha aplicado las sanciones decididas por Naciones
Unidas contra el régimen de Kim.
- "Mi
bendición" -
"La gente no se da cuenta de que la Guerra de Corea no
ha terminado. Está ocurriendo ahora mismo. Y ellos están discutiendo ponerle
fin", dijo también el mandatario estadounidense. "Tienen mi bendición
para discutir eso".
Con estos comentarios, Trump parecía confirmar que las
conversaciones entre Corea del Norte y del Sur previstas para el 27 de abril
podrían abordar un posible tratado de paz, que sería un importante reemplazo al
armisticio firmado en 1953.
Al comando de las Naciones Unidas dirigido por Estados
Unidos, China y Corea del Norte son signatarios del acuerdo de medio siglo de
antigüedad, pero la mayoría de los expertos coinciden en que Corea del Sur
probablemente tendrá que ser signataria de cualquier acuerdo sucesor.
Estos anuncios de Trump en cierto modo eclipsaron las
conversaciones bilaterales con su colega de golf Abe, en las que ambos líderes
esperaban suavizar sus diferencias en materia comercial y mostrar un frente
unido ante Corea del Norte.
"Donald, usted ha demostrado su determinación
inquebrantable", dijo Abe, elogiando efusivamente a Trump por su manejo de
la crisis norcoreana.
Le agradeció además por aceptar abordar el tema de japoneses
secuestrados en Corea del Norte, un importante asunto doméstico.
El año pasado, Trump y Abe estrecharon relaciones cuando
jugaron una ronda de golf en Palm Beach y se reunieron luego cerca de Tokio.
El miércoles, tendrán algo de tiempo libre para dedicarse
otra vez al golf.
"Este es un encuentro muy importante, hay en juego
muchos asuntos clave", dijo Larry Kudlow, principal asesor económico de
Trump. "Abe es amigo del presidente Trump y creo que el entorno general
será positivo".
Pero ambos están padeciendo mucha presión en sus respectivos
países. El índice de aprobación de Abe languidece en su nivel más bajo en años
y Trump, de su lado, está sumido en controversias y crisis domésticas demasiado
numerosas para enumerarlas.
En medio de este panorama, Trump ha tomado una línea dura en
su promesa de reescribir los términos globales del comercio para favorecer a su
país.
Tras la decisión de establecer aranceles al acero y el
aluminio, Trump aceptó exenciones para los principales aliados de Estados
Unidos. Excepto Japón.
Para Abe, quien tuvo desde la elección de Trump una cierta
complicidad con este atípico presidente, la píldora es amarga.
Kudlow advirtió que, si bien "Japón es un gran amigo y
aliado", "tenemos ciertas asperezas respecto a algunos asuntos
comerciales que esperamos limar". AFP
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