Trump: Jerusalén es la capital de los israelíes opuesta

“Es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la
capital de Israel”, declaró el gobernante desde la Casa Blanca, considerando
este paso como “condición necesaria para lograr la paz” y llamando a que la
“calma y la “tolerancia” prevalezcan sobre el odio.
La declaración, que recibió una fuerte condena internacional,
pone fin a siete décadas de ambigüedad diplomática sobre el estatuto de una
ciudad que alberga los lugares sagrados de las tres grandes religiones
monoteístas, y es reclamada como capital tanto por israelíes como por los
palestinos.
Aunque el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo
que era “una decisión valiente y justa”, la medida tomada por Trump deja
profundas dudas sobre el futuro del ya tambaleante proceso de paz en la región.
Para el presidente palestino, Mahmud Abas, Estados Unidos
perdió su papel histórico de mediador de paz entre palestinos e israelíes,
mientras que Hamas, el movimiento islamista palestino que controla la Franja de
Gaza, dijo que Trump “abrió las puertas del infierno”.
La preocupación de la comunidad internacional llevó a que el
Consejo de Seguridad convoque para el viernes a una reunión de emergencia para
bordar el tema, a pedido de ocho estados miembro.
Trump también anunció el inicio del proceso de trasladar la
embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv a Jerusalén.
El mandatario cumple así una promesa de campaña apoyada por
los cristianos evangélicos y los votantes judíos de derecha, así como por los
donantes, pero sobre todo, dijo, marca el inicio de un “nuevo enfoque” para
resolver el espinoso conflicto.
Sus predecesores, desde Bill Clinton hasta George Bush,
hicieron promesas electorales similares, pero las desecharon al asumir el
cargo. “Muchos presidentes dijeron que harían algo y no hicieron nada”, dijo
Trump poco antes de su discurso.
“Días de furia”
La declaración de Trump deja a muchos aliados estadounidenses
y dirigentes de Medio Oriente molestos tratando de encontrar una respuesta
mesurada y esperando que la región, convertida hace mucho en un polvorín, no
sea epicentro de un nuevo derramamiento de sangre.
Turquía calificó la decisión de “irresponsable” e ilegal, en
tanto Jordania dijo que era “una violación del derecho internacional” e Irán
sostuvo que “provocaría a los musulmanes y causaría una nueva intifada”.
Mientras en Europa, Gran Bretaña consideró que la medida
“ayuda poco”, Francia la vio “lamentable” y Alemania dijo que “no apoya” la
decisión.
El traslado de la embajada de Estados Unidos probablemente
demorará años en implementarse, pero las repercusiones de la decisión de Trump
precedieron incluso su anuncio.
Cientos de palestinos quemaron banderas estadounidenses e
israelíes y fotos de Trump en la Franja de Gaza, mientras estallaron
enfrentamientos relativamente pequeños cerca de la ciudad de Hebrón en
Cisjordania.
Los palestinos convocaron a tres días de protestas, o “días
de furia”, a partir de ayer miércoles.
Los funcionarios estadounidenses y sus familias fueron llamados a evitar la
Ciudad Vieja de Jerusalén y Cisjordania.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convocó a una
cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC), el principal organismo
panislámico, en Estambul la próxima semana, para tomar una acción conjunta.
Jordania y los palestinos también pidieron una reunión de emergencia de la Liga
Árabe.
Trump insistió en que la medida simplemente reflejaba el
hecho de que Jerusalén Occidental es y seguirá siendo parte de Israel bajo
cualquier acuerdo. “Esto no es más ni menos que un reconocimiento de la
realidad”.
EL AGRADECIMIENTO DE BENJAMÍN NETANYAHU
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, valoró ayer
como “justa y valiente” la decisión del presidente de EU, Donald Trump, de
reconocer Jerusalén como capital de Israel y su promesa de trasladar la
embajada a la ciudad.
“La decisión del presidente es un paso importante para la paz
porque no hay paz que no incluya Jerusalén como capital del Estado de Israel”,
declaró Netanyahu, minutos después del discurso de Trump. “Estamos
profundamente agradecidos al presidente por su justa y valiente decisión”,
añadió, e instó a todos los países que se unan a EU para reconocer a Jerusalén
como la capital de Israel y trasladen sus legaciones diplomáticas, que ahora se
encuentran en Tel Aviv y alrededores.
Tras calificar el día como histórico, Netanyahu dijo que la
medida “refleja el compromiso del presidente con una verdad antigua e
imperecedera, con el cumplimiento de sus promesas y el avance de la paz”.
“Comparto el compromiso del presidente Trump de avanzar hacia la paz entre
Israel y todos nuestros vecinos, incluidos los palestinos. Y seguiremos
trabajando con él y su equipo para hacer realidad ese sueño de paz”, destacó. AFP
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