Ex alcade de Venezuela advierte régimen de Maduro es amenaza para latinoamericanos
Dos meses y medio después de
haberse exiliado para evitar su detención, Smolansky, uno de los dirigentes más
jóvenes de la oposición venezolana, visitó Bogotá para denunciar la crisis que
sacude a su país, la que considera política de persecución contra las
autoridades locales y sus repercusiones en países vecinos.
“El régimen de Nicolás Maduro no
solamente es una amenaza para 30 millones de venezolanos”, hoy representa “una
amenaza para cientos de millones de latinoamericanos, especialmente los países
vecinos como Colombia y Brasil”, declaró a Efe Smolansky, uno de los fundadores
del partido Voluntad Popular, el mismo de Leopoldo López. A su juicio,
“interpretar lo que sucede en Venezuela de manera aislada es un error”.
Con apenas 32 años y un recorrido político
que se remonta a 2007 durante las manifestaciones contra la no renovación de la
concesión del canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV), el exalcalde del
municipio de El Hatillo, que integra el distrito metropolitano de Caracas, se
ha sumado a las voces que desde el exterior abogan por la salida de Maduro. “Me
he impresionado cómo no hay tanta información en los medios de comunicación a
nivel internacional y la comunidad internacional sobre lo que ha pasado con los
alcaldes- no ha habido autoridad en estos años más perseguida que la de los
alcaldes”, alertó.
Según el político, “trece alcaldes
han sido destituidos en Venezuela, seis han pasado por la cárcel” y los demás
están en el exilio. “Representamos nada más y nada menos que diez millones de
personas, es decir, un tercio de la población venezolana cuando consideramos
que nuestro país tiene 30 millones de personas”, agregó, aunque admitió que los
diputados también han sido “perseguidos”, entre ellos el primer vicepresidente
del Parlamento, Freddy Guevara.
Para salir de la crisis, Smolansky
considera que se deben retomar las protestas “pacíficas y no violentas” como
mecanismo de presión, generar un “quiebre” en la Fuerza Armada que, aclaró, no
pasa por un golpe de Estado sino por la exigencia de que “obedezcan la
Constitución”, y la presión de la comunidad internacional. “No podemos
menospreciar los esfuerzos que se hagan en la comunidad internacional”,
consideró.
Recordó las sanciones contra el
Gobierno de Maduro aprobadas por EE.UU., Canadá, la Unión Europea e iniciativas
como el Grupo de Lima, que calificó como una de las más importantes en América
Latina para “rescatar la democracia en Venezuela”.
“El Grupo de Lima a partir del año
que viene (…) debería empezar a plantearse si sanciones como las que se ha
implementado en Canadá, EE.UU. y las que ha implementado la Unión Europea
también se empiezan a hacer en América Latina”, afirmó en referencia al
mecanismo integrado por Argentina Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica,
Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Entre las medidas,
mencionó que a los altos funcionarios del Gobierno de Maduro que se desplacen
“tranquila y libremente” por ciudades latinoamericanas se les empiece, por
ejemplo, “a impedir ese tránsito”, se les embarguen sus propiedades o “cuentas
milmillonarias”.
“Yo no tengo duda que la peor
crisis que hoy existe en el hemisferio occidental es la de Venezuela”,
complementó. Smolansky explicó que su país tiene una inflación “como la que
tuvo Zimbabue en su momento”, una hambruna “como muchos países del África
subsahariana”, niveles de violencia “como los que tuvo Medellín hace 30 años” y
“un régimen autoritario como el que vive Cuba”.
En ese contexto, advirtió que “el
tema de migración se va a complicar en la frontera colombo-venezolana y en la
brasileño-venezolana”. Y consultado sobre la reciente condena a 18 años de
cárcel impuesta en EE.UU. a dos parientes de Maduro, la consideró “grave” y una
muestra de que “es una amenaza para la región”.
“Es un régimen que maneja el
negocio lícito más grande del planeta, que es el petróleo y (…) que está
presuntamente vinculado al negocio ilícito más grande del planeta, que es el
tráfico de drogas”, afirmó. A renglón seguido denunció que en su país “se
calcula que se han robado más de 300.000 millones de dólares”, cifra que opinó
es “comparable con lo que hizo Sadam Husein en Irak o (Muamar al) Gadafi en
Libia”. EFE
Comentarios
Publicar un comentario