Imbert Barrera fue tiroteado hace hoy 50 años
En la mañana
del 21 de marzo de 1967, hace 50 años, el general Antonio Imbert Barrera fue
tiroteado en la avenida Pedro Henríquez Ureña, próximo a la César Nicolás
Penson y Alma Mater. Su vehículo, placa oficial número 39, fue impactado por
una ráfaga de ametralladora que lo hirió en diferentes partes del cuerpo. El
militar, al igual que su acompañante, el exmayor Marino García, fueron
conducidos a la Clínica Internacional, en la avenida México.
Tres años
después del atentado, la mañana del 15 de febrero de 1970, un avión de
pasajeros de Dominicana de Aviación se accidentó próximo al aeropuerto Las
Américas y los 102 ocupantes de la nave perdieron la vida. Entre ellos estaban
la señora Guarina Tesson de Imbert, esposa del general; la joven Leslie, hija
de ambos y doña Aída Imbert de Domínguez, hermana del héroe nacional. También
el pugilista dominicano Carlos Teo Cruz, excampeón mundial de boxeo.
Desde
entonces quedó la duda si el acontecimiento de aviación fue un accidente o, por
el contrario, se trató de un atentado terrorista provocado por personajes
vinculados a la familia de Rafael Leónidas Trujillo, en venganza por la
participación de Imbert en la acción del 30 de mayo que puso fin a la vida del
dictador.
El general
vitalicio, que fue miembro del Consejo de Estado que gobernó el país desde 1962
hasta febrero de 1963 y fue presidente del llamado Gobierno de Reconstrucción
Nacional, murió en su residencia el 31 de mayo del año pasado, una hora y 55
años después de la conmemoración de un año más del ajusticiamiento del tirano.
Por el hecho
criminal fueron investigados el oficial Caonabo Fernández y los civiles Luis
Ruiz y Salomón Sanz, todos fallecidos. A mediados del año 2002 Imbert y Víctor
Grimaldi se encontraron en el despacho del jefe de las Fuerzas Armadas, general
José Miguel Soto Jiménez, donde el héroe nacional reveló los nombres de los que
consideró “verdaderos autores del hecho”, pero el periodista y escritor se negó
a divulgar quiénes fueron citados por la víctima del acto, no obstante la
insistencia de quien esto escribe.
Con el
propósito de que investigara el caso “hasta localizar” a los autores materiales
de la acción, el Presidente de la República, doctor Joaquín Balaguer designó en
la Secretaría de Interior y Policía al otro superviviente de la gesta contra
Trujillo, Luis Amiama Tió y, además, hizo una oferta de 25 mil pesos a la
persona que ofreciera información que condujera al esclarecimiento del acto
criminal. Amiama renunció al cargo un mes después, debido a inconvenientes
encontrados para realizar la misión encomendada.
Luego del
ajusticiamiento del tirano, Imbert Barrera y su compañero Amiama Tió
permanecieron seis meses escondidos burlando la persecución de las fuerzas
castrenses y los cuerpos represivos, que ya habían acribillado al general Juan
Tomás Díaz, a Antonio de la Maza y al teniente Amado García Guerrero,
participantes en el complot contra el dictador.
Fuente:www.hoy.com.do
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