Unicef: Países que no adoptaron pacto están igualmente obligados a garantizar los derechos de los niños migrantes
Arias, que participa en la
conferencia intergubernamental de la ONU en la ciudad marroquí de Marrakech,
subrayó que el pacto que fue adoptado ayer por más de 150 países aborda de
forma concreta la situación de la infancia.
Diez países (Hungría, Austria,
Israel, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Lituania, Australia, República
Dominicana y Chile) rechazaron adoptar el pacto migratorio mundial, mientras
Bulgaria, Estonia, Italia, Eslovenia y Suiza pidieron más tiempo antes de tomar
una decisión al respecto y EEUU se desmarcó desde el principio.
Pero aunque no lo hayan firmado,
todos estos países están sujetos a las obligaciones relacionadas con la
protección de los niños y menores migrantes y refugiados, estipulados por la
Convención sobre los Derechos del Niño firmado por todos los países en 1989 con
la única excepción de Estados Unidos.
“La convención obliga a todos los
estados que la ratificaron a tener siempre en cuenta el interés superior de los
niños”, afirmó Arias, quien puso de manifiesto la mayor vulnerabilidad de estas
personas que dejan sus países, la mayoría de las veces obligados, y muchos de
ellos víctimas de explotación laboral y sexual.
Según una encuesta publicada
recientemente por Unicef, un 57 % de los niños y jóvenes refugiados y migrantes
establecidos en países europeos, asiáticos y africanos ha abandonado su país a
la fuerza debido a conflictos o a la violencia.
Además, la mitad de estos niños no
tienen acceso a servicios sanitarios.
Arias lamentó la inexistencia de un
sistema de datos sobre estos niños “debido a que no se consideran sujetos
propios, sino dentro del paquete familiar”, lo que no ayuda a gestionar mejor
las políticas destinadas a responder a sus necesidades.
Otra dificultad que enfrentan los
niños emigrantes en los países de destino son las políticas de detención
aplicadas en más de cien países, por su condición de irregulares.
“La detención de los niños es uno
de los temas más complejos del fenómeno migratorio. El hecho de haber cometido
una infracción administrativa como es la migración irregular no es motivo
suficiente para privar a un niño de su derecho a la libertad”, subrayó
Arias.
Unicef, explica Arias, insta en
este sentido a los países a buscar alternativas que les ayuden a “cumplir sus
necesidades de control migratorio pero sin que pase por una vulneración de los
derechos de los niños”.
El acogimiento familiar o centros
abiertos figuran entre las alternativas propuesta, ya que permiten la protección
de los derechos del niños y la posibilidad de acceder a la educación y los
servicios sanitarios.
Arias llamó a los estados a
priorizar el interés máximo de los niños, pero además a considerar el “gran
potencial” que estos niños migrantes y refugiados tienen.
Muchos países se han construido en
base de la diversidad que trae la emigración. No hay que desperdiciar el enorme
potencial de los niños migrantes y refugiados y ofrecerles vías seguras”,
concluyó.
Según los datos del Movimiento
Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC por sus siglas en
inglés), más de 300.000 niños y niñas migrantes viajaron sin ser acompañados en
2017, una cifra cinco veces mayor que la que se registraba en 2012.
La organización alertó que estos
niños son presa fácil de traficantes para su explotación laboral y sexual. EFE
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