China exige a Canadá que libere ejecutiva de Huawei detenida, asegura no violó ninguna ley
La directora financiera de Huawei,
Meng Wanzhou, enfrenta una posible extradición a Estados Unidos, según las
autoridades canadienses. Estaría acusada de intentar evadir las restricciones
estadounidenses al comercio con Irán, reportó el diario The Globe and Mail
citando fuentes policiales.
La detención se hizo pública tras
el anuncio de una tregua en la guerra arancelaria que enfrenta a Estados Unidos
y China por la política tecnología de Beijing. Meng fue arrestada en Vancouver
el sábado, el mismo día que los presidentes Donald Trump y Xi Jinping se
reunieron en Argentina y anunciaron su acuerdo.
Las bolsas asiáticas cayeron tras
conocerse la noticia por temor a nuevas tensiones entre las dos mayores
economías del mundo que ya amenazaron el crecimiento global. El índice de
referencia de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, perdió un 2,5% y el DAX
alemán se dejó un 1,8% en las cotizaciones matinales.
El gobierno chino dijo que Meng no
violó ninguna ley estadounidense ni canadiense y exigió que Canadá “corrija
inmediatamente el error” y la deje en libertad.
Beijing pidió a Washington y Ottawa
que “liberen de inmediato a la persona detenida” y expliquen el motivo de su
arresto, señaló un vocero del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang. La
detención de Meng sin una explicación sobre los cargos en su contra violó sus
derechos humanos, agregó.
El Ministerio de Comercio indicó que
Beijing estaba intentando evitar que el caso interrumpa los avances para poner
fin a su guerra tecnológica con Estados Unidos. Un portavoz del departamento,
Gao Feng, apuntó que China cumplirá de inmediato su parte del acuerdo y confía
en poder cerrar un pacto comercial en 90 días, el plazo concedido por Donald
Trump para demorar la imposición de nuevos aranceles.
Huawei Technologies Ltd., que es el
mayor proveedor mundial de equipos de red empleados por las empresas de
telefonía e internet, ha estado en el centro de serias preocupaciones de
seguridad estadounidenses. Washington ha presionado a los países europeos y a
otros socios para que limiten el uso de su tecnología.
Estados Unidos considera que Huawei
y proveedores de tecnología chinos más pequeños son posibles frentes para el
espionaje de Beijing y son competidores comerciales que, según el gobierno de
Trump, se benefician de subsidios y barreras comerciales indebidas.
El aumento de los aranceles a las
importaciones chinas decretado este año por Trump parte de las quejas de que
Beijing roba a presiona a las empresas extranjeras para que entreguen su
tecnología a socios locales. Pero las autoridades estadounidenses también están
preocupadas por los planes del gigante asiático para un desarrollo industrial
patrocinado por el estado que temen que pueda amenazar el liderazgo industrial
de Washington.
A los líderes estadounidenses
también les preocupa que Beijing emplee el crecimiento de sus empresas en el
extranjero para conseguir una ventaja estratégica.
“Estados Unidos está reforzando la
contención de China en todos los aspectos”, apuntó Zhu Feng, experto en
relaciones internacionales de la Universidad de Nanjing. Al atacar a Huawei,
una de las firmas más exitosas del país, “provocará un sentimiento antiamericano
en China”.
“El incidente podría convertirse en
un punto de inflexión”, agregó Zhu.
El mes pasado, Nueva Zelanda
impidió que una empresa de telefonía móvil usase equipos Huawei apuntando que
suponía un “riesgo significativo para la seguridad de la red”. En agosto,
Australia vetó a la empresa para trabajar en la red de quinta generación del
país por temores de seguridad.
El miércoles, el operador de
telefonía británico BT, anunció que estaba retirando los equipos de Huawei del
centro de sus redes de telefonía móvil. AP
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