Inseguridad, impunidad y rumores dan paso a ola de linchamientos en México
México.- La impunidad, la desconfianza en la policía y el
sistema judicial más los rumores en redes sociales, han dado paso a una oleada
de linchamientos que ha dejado unos 25 muertos y otros 40 intentos, de acuerdo
con cifras oficiales.
El más reciente tuvo lugar la noche
del lunes en la delegación (vicealcaldía) de Cuajimalpa, en el poniente de la
Ciudad de México, donde un grupo de pobladores linchó a un hombre de 24 años al
que señalaron por intentar robar a un niño.
Solo bastó que unas personas lo
señalaran como culpable de pretender robar al menor de edad para que decenas de
pobladores lo retuvieran y comenzarán a golpearlo.
Al ser rescatado por las
autoridades, contó que buscaba a un familiar pero un niño que salió de una casa
se asustó; pero la muchedumbre lo arrebató a los policías y lo llevó a la
explanada de una iglesia donde finalmente murió.
Según registros de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, durante el 2018, 25 personas
fueron linchadas y otros 40 intentos fueron frustrados aunque las víctimas
presentaron distintos grados de lesiones.
La doctora en Ciencias
Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana, Elisa Godínez, dijo a
Efe que "la violencia (de los linchamientos) tiene que ser leída en un
contexto más amplio".
"En una generalidad que en los
pueblos donde se han protagonizado linchamientos se sufren problemas como falta
de servicios básicos, despojo de tierras, bienes y recursos naturales, invasión
de territorios, crecimiento de la inseguridad y el crimen, entre muchos
otros", apuntó La mayoría de
los linchamientos ha ocurrido en pueblos rurales o urbanos del centro de México
con "actores colectivos que forman parte de una misma comunidad y con
algún grado de vínculo y de organización", apuntó.
"Un segundo tipo incluye
colectividades que se forman de manera espontánea y se disuelven inmediatamente
después de perpetrado el acto", apuntó la especialista.
En los casos de linchamiento
"a los pobladores se les estigmatiza" pero nadie ve, ni sabe que es
lo que está pasando en sus comunidades, entre ellos las autoridades, aseguró.
Por ejemplo, en agosto pasado un
desplegado alertaba sobre una supuesta ola de robo de niños por una banda que
"se dedica al tráfico de órganos", lo cual detonó la incertidumbre en
municipios de varios estados de México.
El mensaje, junto con el miedo de
los padres, se propago y viralizó en las redes sociales como el popular
Whatsapp, en donde una cadena de desinformación circuló copiosa y rápidamente.
Para combatir los rumores, los
gobiernos de 13 estados emitieron alertas a la ciudadanía para no caer en
pánico ante falsos reportes sobre presuntos grupos o delincuentes dedicados al
robo de niños en las localidades.
Según los medios, la tensión se
inició en los norteños estados de Chihuahua y Tamaulipas y se extendió por Baja
California Sur, Campeche, Colima, Durango, Hidalgo, Jalisco, Michoacán,
Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Estado de México hasta llegar a la
capital mexicana.
En este ambiente, el 30 de agosto
pasado, una persona fue linchada en el central estado de Hidalgo acusada de
haber robado niños, un día después de pobladores de una comunidad del estado de
Puebla quemaron vivos a dos hombres identificados como presuntos secuestradores
de menores.
En ambos casos, las fiscalías
estatales descartaron que las víctimas hubieran cometido el delito por el que
fueron atacadas y el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, los condenó
y calificó como "actos de barbarie".
"Hemos reprochado y condenado
la justicia por propia mano; no podemos perseguir conductas, presuntamente
ilícitas pretendiendo hacer justicia", declaró entonces el Ombudsman.
La inseguridad ha llevado a
ciudadanos de varias poblaciones del centro del país a agruparse para
establecer medios de alerta que les permitan prevenir mantener la seguridad y
prevenir delitos, incluso con la amenaza del daño directo a los sospechosos.
En calles de poblaciones como
Tepeaca, en Puebla, municipio altamente visitado por peregrinaciones por tener
un santuario religioso, hay advertencias escritas que señalan del daño físico
que recibirá cualquiera que sea detenido como sospechoso de un delito.
Esta situación es añeja en el
centro de México, especialmente en el estado de Puebla, donde desde hace medio
siglo se han presentado linchamientos, uno de ellos llevado al cine en la
película "Canoa" de 1975, en el que un grupo de estudiantes fue
confundido con comunistas y decidieron lincharlos en el poblado de San Miguel
Canoa. EFE
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