Cuando Antonio Guzmán, del PRD, ganó Presidencia de la República Dominicana
Las votaciones transcurrieron en
todo el país dentro de un clima de paz y en forma normal, aunque se registraron
dos muertes y varios heridos en incidentes ocurridos en Santiago y San
Francisco de Macorís.
Registro Electoral. En el torneo se
aplicó por vez primera el registro electoral. En horas de la prima noche del
día de las elecciones se escucharon a través de la denominada cadena de radio y
televisión “La Voz de la Junta Central Electoral”, los resultados que iban
arrojando los cómputos en las mesas electorales. Pero a eso de las 4 de la
madrugada del día 17 se suspendió abruptamente el conteo porque tropas del
Ejército Nacional, de forma violenta ocuparon el local del tribunal y
desalojaron a los presentes.
En la ocasión el PRD figuraba
ganador en el Distrito Nacional y en casi todos los lugares del interior.
Desde el amanecer de ese 17 de mayo
y hasta el día 20 el país vivió horas muy tensas, al tiempo que se reportaba
desde muchos lugares un estado de represión militar que incluía la persecución
y arresto de funcionarios y empleados electorales, con fines de alterar los
resultados de las urnas en favor del PRSC. Como responsables de la violenta
acción fueron señalados los generales Juan René Beauchamps Javier, Neit Nivar
Seijas y Carlos Jáquez Olivero.
El general Enrique Pérez y Pérez se
negó a participar en la asonada militar “hasta tanto contactara al doctor
Balaguer”, según revela el diplomático Braian Bosch, en su obra “Balaguer y los
Militares”. Para la época Braian estaba adscrito a la embajada de Estados
Unidos en el país.
Intervenciones. Varias juntas
electorales fueron ocupadas por efectivos castrenses en Santiago, Moca,
Barahona y Puerto Plata.
En La Romana fue ametrallado el
local del PRD, mientras que en la junta del Distrito Nacional las autoridades
fueron sacadas por la fuerza del local que ocupaban las oficinas electorales.
La indignación general provocada
por los militares no tiene paralelo en la historia dominicana, y de inmediato
una gran cantidad de organizaciones en todo el país comenzaron a lanzar una
campaña de protestas y resistencia pacífica, dejando muy en claro que no
aceptarían una prolongación del gobierno de turno. De ahí en adelante,
comenzaron las advertencias al presidente Balaguer para que “se respetara la
integridad del proceso electoral”. Enviaron mensajes en tal sentido el
presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter; el secretario de Estado Cyrus
Vance, y el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez.
Piden respeto. Grupos empresariales
de Santo Domingo y Santiago publicaron en la prensa comunicados, pidiendo
públicamente que “la voluntad del pueblo dominicano expresada legalmente a
través de las urnas sea respetada”.
Luego que Balaguer anunciara a la
nación que entregaría el poder a quien resultara electo en el torneo electoral,
acto seguido se reanudó el conteo de los votos y antes de finalizar el mes de
mayo, los cómputos provisionales de la JCE aseguraban el triunfo del partido
blanco y sus candidatos Antonio Guzmán y Jacobo Majluta.
Balaguer asignó inmediatamente una
escolta al mandatario electo.
A principios del mes de junio el
PRSC solicitó elecciones complementarias y/o extraordinarias, alegando que por
supuestos dislocamientos o “trastueques” de los listados del Registro Electoral
se impidió a más de 600 mil sufragantes inscritos para votar en las mesas
electorales que le correspondían, al no encontrarse sus nombres en dichos
listados.
Detenidos. El encargado del
departamento de Cómputos y Programación y otros empleados de la Junta fueron
detenidos por “estar envueltos en los llamados trastueques”, pero no se pudo
comprobar ninguna actuación delictiva por parte de estas personas.
También el empresario Rafael
Corporán de los Santos fue apresado y confinado en solitarias, acusado de
imprimir boletas del PRD en su editora del sector Los Prados.
La Junta contrató los técnicos
chilenos Ricardo Guidach y Martín Borack para que investigaran las supuestas
anomalías denunciadas por el Partido Reformista, pero tuvieron que abandonar el
país, señalando que no pudieron resistir las presiones de los militares.
Fallo final. En las discusiones
surgidas por las supuestas irregularidades que alegaban los reformistas, al
igual que en las audiencias en la JCE tuvieron notable participación el Dr.
Marino Vinicio Castillo, por el PRSC y el Dr. Salvador Jorge Blanco, por el
PRD.
En la primera semana de julio la
Junta produjo un fallo final destinado a resolver los asuntos que le habían
sometido, la mayoría de los cuales fueron rechazados, pero en cambio, admitió
las impugnaciones de los reformistas en las juntas de las provincias de
Bahoruco, La Altagracia, El Seibo y María Trinidad Sánchez, al considerar que
en esos lugares “se cometieron graves irregularidades que no permitieron votar a
numerosos electores”.
En la decisión conocida como el
“fallo histórico” se asignaron cuatro senadores y un diputado adicional al
partido de Balaguer, lo que permitió que el PRSC mantuviera el control del
Senado y por ende la facultad de designar los funcionarios judiciales.
En síntesis, al Reformista la Junta
asignó 16 curules en el Senado y 43 diputados y al partido blanco, 11 senadores
y 48 diputados.
Fuente: www.hoy.com.do
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