Misión de la ONU en Haití deja avances y denuncias
La Minustah, que dará paso de inmediato a una pequeña
presencia policial, bautizada como Minujusth, fue puesta en marcha en 2004 con
el fin de apoyar a Haití después de que un movimiento armado derrocara al
entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide, y reforzada para ayudar al país a
recuperarse tras el terremoto de 2010.
La misión se instaló en momentos en los que la nación era
escenario de una violenta crisis secundada por grupos armados, que se cobró la
vida de varias haitianos.
En la ceremonia oficial de despedida celebrada el 5 de
octubre en Tabarre, al noroeste de la capital, y que contó con la presencia del
presidente de Haití, Jovenel Moise, la jefa de la Minustah, Sandra Honoré,
expresó su satisfacción por la labor de la ONU en este país.
Este jueves el Consejo de Seguridad de la ONU celebró su
último debate sobre la misión, en el que participó Honoré quien dijo, que tras
13 años, “Haití tiene una perspectiva muy distinta, pese a los muchos problemas
a los que se sigue enfrentando el país”.
Entre los avances, la diplomática destacó la mejora de la
seguridad, la pérdida de poder de las bandas armadas, la restauración de los
tres poderes del Estado y el refuerzo de las instituciones democráticas. Sin
embargo, dejó claro que queda mucho por hacer para consolidar esas mejoras.
El Consejo de Seguridad de la ONU acordó en abril poner fin a
la Minustah y retirar a todos los cascos azules para dar paso a la Minujusth,
que se centrará en apoyar a la Policía, promover el Estado de derecho y vigilar
el respeto de los derechos humanos. Esta nueva misión no tendrá personal
militar y será más reducida, compuesta por un máximo de 7 unidades de policía y
295 agentes.
Denuncias. La presencia de la ONU en Haití no ha estado
exenta de polémica en los últimos años, con denuncias de abusos sexuales por
parte de “cascos azules”.
De acuerdo con diferentes fuentes en Port-Salut, al sur del
país, hay al menos 7 niños hijos de soldados uruguayos y dos más en la
localidad de Jeremie. Uno de ellos es de Rosemina Joseph, quien, según dijo,
tenía 17 años cuando quedó embarazada de un militar. Ahora el niño tiene 7 años
y ONU, dijo, “sabe que existe. Ellos hicieron el análisis de ADN y me dijeron
que es positivo, que el padre es el soldado uruguayo. “Lo confirman pero no
hacen nada, no nos dan el resultado, solo lo confirman por el teléfono”,
subrayó. EFE
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