El exjefe de campaña de Donald Trump se entrega al FBI por el caso de la trama rusa
Washington.– Paul
Manafort, ex jefe de campaña del ahora presidente de EEUU, Donald Trump, se
entregó hoy a las autoridades para cumplir una orden de arresto dentro de la
investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones del año pasado
en el país.
El diario The New York Times fue el primero en informar de la
orden de arresto contra Manafort y su antiguo socio comercial Rick Gates,
aunque los cargos en su contra todavía no se conocen.
A primera hora del día se vio a Manafort abandonar su casa a
las afueras de Washington y poco después las cámaras captaban su llegada a la
sede del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
El pasado viernes se conoció la aprobación, por parte de un
gran jurado en Washington, de los primeros cargos dentro de la investigación
encabezada por el fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta injerencia
rusa en las elecciones del año pasado en EEUU y los posibles contactos entre
Moscú y la campaña de Trump.
Desde entonces había ido creciendo la expectación sobre
quiénes serían los afectados por esos primeros cargos, que marcan un punto de
inflexión en la investigación de Mueller, fiscal especial del caso desde mayo
pasado. De acuerdo con The Wall Street Journal, Manafort comparecerá hoy ante
una corte federal de Washington y entre los cargos que se le imputan está el de
fraude fiscal.
El antiguo jefe de campaña de Trump estaba desde hace tiempo
en la mira de las autoridades y el pasado julio el FBI efectuó una redada en su
casa.
Antes de dirigir la campaña electoral de Trump durante unos
meses, Manafort trabajó para un multimillonario con el fin de beneficiar al
Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, y también hizo negocios
irregulares con prorrusos en Ucrania.
Durante todo el fin de semana, Trump ha vuelto a tachar en
Twitter de “caza de brujas” la investigación de Mueller sobre sus supuestos
lazos con Rusia y pidió que se “haga algo” contra las irregularidades que,
según él, ha cometido su rival demócrata en las elecciones de 2016, Hillary
Clinton.
La investigación de Mueller también cubre las finanzas y
negocios familiares del presidente y busca determinar si Trump incurrió en
obstrucción de la justicia cuando despidió en mayo al entonces director del
FBI, James Comey, quien lideraba el caso de la trama rusa.
Desde hace tiempo, pero con especial fuerza esta última
semana, Trump ha promovido la idea de que fue Clinton quien incurrió en
irregularidades, algunas de ellas relacionadas con Rusia.
En esa campaña le ha ayudado la revelación de que el Partido
Demócrata y la campaña de Clinton financiaron el año pasado una investigación
privada para encontrar información que relacionara a Trump con Rusia, lo que
resultó en un dossier lleno de sórdidos detalles no corroborados sobre el ahora
presidente. EFE
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