¿Qué proponen Trump y Biden sobre economía, salud y demás?
Washington, Estados
Unidos.- Tanto el presidente Donald Trump como
su rival demócrata Joe Biden han prometido que, si ganan las
elecciones de noviembre en Estados Unidos, emprenderán un avance radical
durante los próximos cuatro años, aunque a través de caminos totalmente
distintos.
Trump, quien busca la
reelección por el Partido Republicano, insiste en que los remedios
económicos será la reducción de impuestos y regulaciones.
Se muestra a sí mismo
como un paladín conservador en un conflicto de valores aparentemente
interminable, pero el presidente ofrece pocos detalles sobre cómo accionaría
las palancas del gobierno en un segundo periodo de cuatro años.
Por su parte, Biden,
actúa como el abanderado de todo demócrata al catalogar al gobierno federal
como la fuerza colectiva que podrá combatir al coronavirus, reconstruir la
economía y enfrentar un ancestral racismo institucional y un sistema de
inequidades sistemáticas.
Un veterano de la
política nacional, a Biden le encanta considerar su pasado negociador como
prueba de que lo podrá hacer de nuevo desde la Oficina Oval.
Estos y otros asuntos
dejan a los estadounidenses con una elección ambigua para los comicios de
noviembre. A continuación, un vistazo a las posturas de ambos rivales respecto
a temas cruciales:
ECONOMÍA E IMPUESTOS
Antes de la pandemia,
Trump hablaba de que él había logrado abatir el desempleo a su tasa más baja en
décadas y promover un alza nunca vista en los mercados bursátiles.
Aunque el mercado ha
logrado recuperar gran parte de su nivel después de haberse desplomado en las
primeras semanas de la crisis, el desempleo se mantiene relativamente alto:
11,1% en junio, más grave que el nadir visto durante la Gran Recesión.
El mes pasado hubo un
déficit de empleo de aproximadamente 14,7 millones, en comparación con la
situación en febrero, antes de que estallara la pandemia en Estados Unidos.
Trump ha pronosticado
una recuperación de la economía de Estados Unidos en los últimos dos trimestres
de este año y afirma que despegará como un “cohete espacial” en
el próximo año, una predicción que se basa en la conjetura de que una vacuna
contra el coronavirus o un tratamiento efectivo habrá llegado al mercado,
permitiendo que la vida vuelva a la normalidad.
Sigue abogando por un
recorte al impuesto sobre el salario, si bien tal medida enfrenta una férrea
oposición bipartidista. Si él ganara un segundo periodo —y un mandato de los
votantes— podría ser su mejor posibilidad de sacarlo adelante.
Por su parte, Biden
plantea la necesidad de medidas federales extremas para evitar una recesión
prolongada o una depresión y para lidiar con una persistente inequidad
económica que afecta desproporcionadamente a los estadounidenses que no son
de raza blanca.
Sus planes más
costosos: un programa de dos billones de dólares por cuatro años que pretende
eliminar la contaminación por carbono en la red energética de Estados Unidos
para 2035 y un nuevo plan de servicio médico gubernamental disponible para
todos los estadounidenses de edad laboral (con abundantes subsidios).
Propone también más
inversión en educación, infraestructura y los pequeños negocios,
así como un incremento en el salario mínimo a 15 dólares por hora.
Biden enmarca la
inmigración como un asunto económico también. Él quiere expandir los espacios
legales de la inmigración y ofrecer un camino hacia la obtención de la ciudadanía
estadounidense para unos 11 millones de residentes que se encuentran
en el país ilegalmente pero que, según Biden, ya son contribuyentes a la
economía del país, como trabajadores y consumidores. AP
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