Trump aumenta presión sobre China antes de cruciales negociaciones comerciales

El gobierno chino se plantearía sin
embargo suspender las negociaciones tras este anuncio que lo tomó por sorpresa,
afirmó en la noche del domingo el Wall Street Journal, que cita una fuente
cercana a las tratativas.
La decisión de anular o proseguir
las negociaciones depende del viceprimer ministro Liu He, que por el momento
mantiene su viaje a Washington para este miércoles, como estaba previsto,
indica el diario, según el cual una anulación sería conforme a la política de
Pekín de negarse a negociar bajo amenazas.
El año pasado los dirigentes chinos
rechazaron constantemente negociar con Washington con "una pistola en la
sien".
Para aumentar la presión sobre
Pekín con el fin de llegar a un acuerdo, el presidente estadounidense amenazó
el domingo con imponer aranceles a todas las importaciones provenientes de
China (unos 539.500 millones de dólares en 2018).
"Durante 10 meses, China pagó
25% de aranceles a Estados Unidos por 50.000 millones de dólares en (bienes)
tecnológicos, y 10% sobre 200.000 millones de dólares de otros bienes",
dijo Trump en Twitter.
"El 10% va a subir a 25% el
viernes", precisó, y justificó la medida por el hecho de que las
negociaciones "no están avanzando suficientemente rápido".
El presidente estadounidense había
decidido a inicios de diciembre suspender el aumento de esos aranceles debido a
la reanudación de discusiones comerciales que hasta esta semana eran
presentadas como "fructíferas" y con grandes posibilidades de llegar
a buen puerto.
"El acuerdo comercial con
China avanza pero muy lentamente, mientras ellos intentan renegociar.
¡No!", tuiteó Trump.
El mandatario busca reducir el
colosal déficit comercial de Estados Unidos con China, de 378.730 millones de
dólares en 2018.
Además de una mayor apertura del
mercado chino a los productos estadounidenses, exige de Pekín cambios
estructurales que pongan fin a la transferencia forzada de tecnología
estadounidense, al robo de propiedad intelectual o a las subvenciones a las
empresas estatales.
Para presionar a su socio, desató
una guerra comercial a golpe de aranceles sobre más de 250.000 millones de
dólares en mercancías.
Su gobierno advirtió además que no
aceptaría un acuerdo con China desfavorable a los intereses de su país y que
las negociaciones no podrían prologarse eternamente.
- ¿Otra vez la guerra comercial? -
La próxima ronda de conversaciones
en Washington podría conducir o bien al anuncio de una nueva cumbre entre Trump
y su par chino Xi Jinping para firmar un acuerdo comercial de alcance
potencialmente histórico o bien a una guerra comercial aún más abierta.
Por el momento, el gobierno
republicano sostiene que la economía nacional no ha sido afectada por el
conflicto con China, a la inversa de lo que sucedería en el país asiático, que
en 2018 registró el crecimiento económico más débil en cerca de dos décadas.
El domingo, Trump afirmó que los
aranceles pagados por China contribuyen "parcialmente a los formidables
resultados económicos" de Estados Unidos, que en el primer trimestre de
este año creció 3,2% en rimo anual.
No obstante, numerosos economistas
advierten sobre las repercusiones a largo plazo de esta guerra comercial sobre
la economía de la principal potencia mundial.
Industriales que importan productos
chinos afectados por los aranceles protestaron por el aumento de los costos,
mientras varios expertos coinciden en que los consumidores estadounidenses van
a terminar pagando más caro por los productos de uso corriente.
Pekín se había comprometido a
aumentar sus compras de productos estadounidenses, fundamentalmente agrícolas y
energéticos, pero la administración Trump sostiene que no ha cumplido con esa
promesa.
Uno de los obstáculos mayores a la
firma de un acuerdo es el mecanismo a implementar para concretarlo y verificar
su cumplimiento.
Pekín exige a su vez el
levantamiento de los aranceles a sus productos, una demanda rechazada
ostensiblemente por Washington.
El vicepresidente estadounidense,
Mike Pence, declaró el viernes que Trump estaba decidido a fijar nuevos
aranceles en caso de que las negociaciones fracasaran.
"Cuáles tarifas podrían ser
eliminadas y de qué manera formarán parte del mecanismo de aplicación (del
tratado) son cosas que son objeto de negociaciones en estos momentos",
dijo a la CNBC.
Robert Lighthizer, que conduce la
delegación estadounidense, afirmó el 12 de marzo durante una audiencia en el
Senado que Washington tiene la intención de mantener los aranceles como un
factor de presión sobre China. AFP
Comentarios
Publicar un comentario