"Me venció el clientelismo, el populismo e intereses afectados”, la carta de Nelson Rodríguez a Danilo Medina
Entre esas sugerencias figuran el aumento de la inversión en
salud; despolitización partidaria del sector; profesionalización de la gestión
de dirección y administración hospitalaria; manejo pulcro y transparente de los
fondos públicos, además de su uso inteligente y atendiendo a prioridades;
implementación de una política de recursos humanos donde prevalezca la
meritocracia, a través de un sistema de
incentivos vinculados al buen desempeño y a los indicadores sanitarios y la revisión y modificación de las leyes
general de salud y de seguridad social, así como toda la normativa relacionada
con el ámbito gremial, entre otros.
En la carta, a la cual tuvo acceso LISTÍN DIARIO, el ex
director del SNS también señala que en toda su trayectoria en el sector público
vinculado a la Salud ha dejado impronta de su comportamiento y del compromiso
de estar apegado a los mejores intereses del país y de la población. “De modo
que quien me conoce sabe de mi forma de proceder: intransigente con el
incumplimiento del deber y las responsabilidades, el manejo transparente de los
fondos públicos e intolerante a los hechos de corrupción”.
A continuación la carta
íntegra del doctor Rodríguez Monegro
Licdo Danilo Medina
Sánchez.
Ciudadano Presidente
Constitucional de la República Dominicana.
Honorable Presidente:
Desde el momento en que me confirió el honor de dirigir el
Servicio Nacional de Salud (SNS), tenía pleno conocimiento del gran desafío que
significaba asumir tan compleja tarea.
A partir del año 2006 he estado vinculado públicamente al
sector salud, desempeñando una diversidad de funciones en el ámbito de la
formulación y ejecución de políticas sanitarias. Dichas funciones las he
ejercido bajo las grandes debilidades del sistema, pero también teniendo en
cuenta las oportunidades de mejora, con una visión integral y la voluntad
política para hacer las cosas que se deben hacer. Previo a mis actuales
funciones, me he desempeñado como Subsecretario de Saludo Colectiva;
Subsecretario de Atención a las Personas; Director de Fortalecimiento y
Desarrollo de las Redes de Servicios de Salud; y Coordinador de la Formulación
de Protocolos de Atención. Además, he sido representante del Ministerio de
Salud Pública ante el Consejo de Ministros de Centroamérica; Vicepresidente en
funciones del Consejo Dominicano de Seguridad Social; Presidente en funciones
del Consejo Nacional de Salud; Presidente del Mecanismo Coordinador del País
para el Fondo Mundial para la Malaria, el VIH/SIDA y la Tuberculosis;
Representante del Ministerio de Salud en el Consejo Ejecutivo de la
Organización Mundial de la Salud, entre otras funciones.
En toda mi trayectoria en el sector público vinculado a la
Salud he dejado impronta de mi comportamiento y del compromiso de estar apegado
a los mejores intereses del país y de la población. De modo que quien me conoce
sabe de mi forma de proceder: intransigente con el incumplimiento del deber y
las responsabilidades, el manejo transparente de los fondos públicos e
intolerante a los hechos de corrupción.
Por otro lado, siempre he tratado de marchar hacia el alcance
de objetivos concretos y metas establecidas. Siempre, desde mis inicios como
simple médico, Director de Hospital o Director Provincial de Salud, he nadado
contra la corriente. Incluso cuando tuve la oportunidad de ejercer funciones
como representante legislativo en la Cámara de Diputados.
En ocasiones me han dicho: ‘’No eres un hombre del sistema’’.
Ello me satisface, puesto tengo fiel convicción de que el sistema hay que
cambiarlo de arriba abajo. Sin embargo, esto solo es fácil decirlo. En la
práctica se necesita el coraje y la determinación de provocar transformaciones
estructurales, lo cual necesariamente implica afectar diversos intereses. Pero
si se tiene el compromiso, el empoderamiento y las agallas bajo el entendido de
que buscamos genuinamente el bienestar colectivo, se puede. No importa el costo
político en el corto plazo. Luego vendrá el reconocimiento de la sociedad y la
gratitud de las próximas generaciones.
Reconozco las grandes presiones que debe tener por mi
accionar. Estoy consciente que con el mismo he afectado intereses personales,
políticos y económicos. Incluso, señor Presidente, reconozco las presiones que
debe tener desde nuestro propio Partido, y es que mi conducta no es compatible
con el clientelismo o la demagogia. Lamentablemente, existen compañeros que
sólo ven al funcionario en la medida que éste corresponda sus intereses
personales o cercanos, no en función de contribuir al bienestar de la
población.
Dado que mi designación es por un período de cuatro años, el
mecanismo para mi sustitución antes de completar dicho período implica una
evaluación de mal desempeño por parte del Consejo Nacional de Salud al
finalizar dicho período, (lo cual resulta poco probable), resta como
alternativa la renuncia. Todo ello de conformidad con la Ley No. 123-15. Pues
sirva la presente comunicación como renuncia a las funciones de Director
Ejecutivo del Servicio Nacional de Salud.
Me voy con la satisfacción de haberlo intentado, de buscar
formas y métodos diferentes para lograr resultados diferentes. Dejo al Servicio
Nacional de Salud avanzado en el aspecto institucional; en trasparencia; con
sus planes estratégicos y operativos; en proceso de fortalecimiento de las
capacidades; con recursos humanos más comprometidos; con procesos claros de
mejoras en la dirección y administración hospitalaria; con un cuidado esmerado
de cada uno de los fondos públicos manejados; y una política de recursos
humanos hasta ahora manejada al margen del clientelismo, cimentada en
necesidades reales. Muchas cosas más sea han hecho, pero se haría demasiada
extensa la presente comunicación.
Lamento no haber tenido la paz para impulsar más
aceleradamente estos procesos.
Antes de despedirme quisiera dejar plasmado lo que ha sido mi
discurso en los últimos doce años. Si queremos avanzar hacia un sistema que
garantice el derecho a la salud y que esté acorde con las necesidades del
pueblo, debe hacerse lo siguiente:
1. Aumento de la
inversión en salud.
2. Despolitización
partidaria del sector.
3.
Profesionalización de la gestión de dirección y administración
hospitalaria.
4. Manejo pulcro y
transparente de los fondos públicos, además de su uso inteligente y atendiendo
a prioridades.
5. Implementación
de una política de recursos humanos donde prevalezca la meritocracia, a través de un sistema de incentivos
vinculados al buen desempeño y a los indicadores sanitarios.
6. Revisión y
modificación de las leyes general de salud y de seguridad social, así como toda
la normativa relacionada con el ámbito gremial.
7. Desarrollo de
un Modelo de Atención definido por el Ministerio de Salud, priorizando el
primer nivel de atención.
8. Definición de
la cartera de servicios por nivel de atención con capacidad resolutiva.
9. Mejora de la
calidad de la atención, estandarizando y aplicando los protocolos formulados y
los manuales de procedimiento.
10. Trabajar la
humanización de los servicios que garanticen el derecho a la salud y la
atención con dignidad.
Todo lo citado lo hemos venido trabajando. La ruta está
trazada.
Me siento profundamente agradecido de la oportunidad que se
me ha ofrecido. En una ocasión usted manifestó: ‘’Me venció el Estado’’. Yo
ahora le digo: ‘’Me venció el clientelismo, el populismo y los intereses
afectados.
Espero Dios lo ilumine para seguir trabajando a favor de
llevar este país a mejor destino. Le deseo el mejor de los éxitos en lo que
queda de gestión y que todo sea para el bienestar del pueblo dominicano.
Sin otro particular, con afecto genuino,
Dr. Nelson Antonio Rodríguez Monegro.
Fuente: www.listindiario.com.do
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