Puerto Rico cierra decenas de escuelas en medio de crisis
Y sus
paredes están llenas de grafitis. Ubicada a las afueras de la ciudad de San Juan,
la escuela cerró en 2012 y es una de más de 150 colegios que cerraron sus
puertas como consecuencia de una crisis económica que ha hecho que cientos de
miles de personas decidan buscar fortuna en Estados Unidos a lo largo de la
última década.
Los cierres
son producto de recortes presupuestarios y una merma en la matriculación de
alumnos, lo que impacta a los habitantes de la isla y provoca que muchos niños
cambien de escuela y agraven los problemas de las comunidades que han sido
golpeadas por la recesión.
El gobierno
dice que las cosas podrían empeorar. Advirtió hace pocos días que podría
quedarse sin fondos para financiar sus gastos a comienzos de 2016 y que en los
próximos cinco años podría tener que cerrar cerca de 600 de las 1.460 escuelas
públicas que alguna vez tuvo para ahorrar unos 249 millones de dólares anuales.
En la
actualidad hay 1.387 escuelas en todo el país. Esa tendencia “habla de cómo
estamos perdiendo población, habla de cómo no somos eficientes en construir el
futuro del país”, dijo la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz.
“A mí me
preocupa mucho que esto se traduzca en un aumento en la desesperación y la
desconfianza que tiene el país en sí mismo, y que la gente piense que su única
opción para adelantar y llevar adelante a su familia es irse del país”.
La
matriculación de estudiantes ha bajado un 41% en las últimas tres décadas y se
espera que merme otro 22% en los próximos cinco años, según un informe del
Boston Consulting Group, que firmó un millonario acuerdo con el gobierno para
ayudar a reestructurar el sistema educativo de la isla.
Buena parte
de esta caída se debe a que los padres se marchan en busca de mejores
oportunidades en Estados Unidos, incluidos numerosos maestros que son
reclutados por ser bilingües.
Entre las
decenas de miles de personas que se fueron el año pasado figuró Devis González,
quien se radicó con su familia en Orlando, Florida, donde encontró trabajo como
camionero.
“La razón
fue sencilla y rotunda: trabajo”, expresó. “Como todo el mundo, buscábamos una
mejor calidad de vida”. Su hijo iba a una escuela de una zona rural de las
montañas del centro de Puerto Rico que según sus maestros será una de decenas
de centros educativos que cerrarán permanentemente en los próximos meses,
obligando a los niños de la zona a viajar media hora en autobús para ir a la
escuela más cercana.
Nina Craig,
bióloga de Ontario, Canadá, que vive en Arecibo, al norte de la isla, y cuyo
hijo va a una escuela allí, dijo que el interior está quedándose sin muchos
servicios.
“Creo que
está mal cerrar escuelas solo porque disminuye la población”, sostuvo Craig,
quien es dueña de una granja en Arecibo, de donde es oriundo su marido.
“No podemos
mudarnos todos a la ciudad o viajar todos los días a la ciudad”. También las
áreas urbanas han sufrido cierres de escuelas.
La Francisco
Oller, nombrada en homenaje a un pintor impresionista puertorriqueño fue
cerrada en 2010, volvió a abrir sus puertas algunos meses de 2012 para recibir
a los niños de otra escuela que estaba siendo remodelada, y luego fue
clausurada definitivamente.
Los
residentes de un barrio vecino de gente de ingresos modestos se quejan de que
la escuela ha sido saqueada y que es usada por drogadictos, como sucede con
otras escuelas que cerraron en todo el país.
Muchos
critican la forma en que el gobierno manejó el cierre de las escuelas, incluida
la senadora Mari Tere González, presidenta de la comisión de educación del
Senado, quien dijo que no se tomaron en cuenta el transporte ni las necesidades
de los niños que requieren educación especial.
El Boston
Consulting Group dijo que el 30% de los alumnos de Puerto Rico reciben
educación especial.
“Haberlo
hecho de esta forma es una cosa que tenemos que repudiar”, dijo González.
“Nuestro deber aquí es fiscalizar y velar que no se estén afectando los
derechos a los estudiantes en cuanto a los servicios”.
El
secretario de Educación Rafael Román no respondió a solicitudes de entrevista.
En el pasado ha dicho que el éxodo de casi 45.000 puertorriqueños al año y las
bajas tasas de nacimiento de la isla hacen que las matriculaciones sigan
disminuyendo.
La población
actual de la isla es de 3,5 millones de personas y hay casi 411.000 alumnos en
las escuelas públicas. La oficina de Román no ha dicho qué escuelas van a ser
cerradas en el futuro, causando malestar entre los padres y los funcionarios
escolares, que dicen que la matriculación para el año escolar del 2015 cerró en
marzo.
“Los padres
estamos en una incertidumbre”, expresó Rafael Feliciano, ex presidente del
sindicato de maestros que lidera ahora una agrupación que lucha por evitar los
cierres.
“Todas estas
medidas se están tomando a nuestras espaldas. Es una desgracia”. Mientras
tanto, el gobierno ha puesto a la venta algunos edificios que albergaban
escuelas.
El aviso de
la Francisco Oller dice que el edificio serviría para albergar negocios,
consultorios médicos e incluso una nueva escuela. Piden 1,8 millones de
dólares, según funcionarios municipales. Por ahora nadie ha expresado interés.
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