Elecciones son rostro de la JCE, el registro civil es alma y corazón
Un funcionario de la Unión
Europea al ser enterado de las funciones de la Junta Central Electoral comentó
de manera espontánea: “Lo que menos es esa institución es elecciones”.
La Directora del Registro
Civil, Dolores Fernández, explicó a EL DÍA que esa dependencia tiene un vínculo
con la ciudadanía desde el principio de la existencia porque es la que expide
el acta de nacimiento, pero en el transcurso de sus vidas registra los matrimonios,
divorcios hasta la muerte con la expedición de las actas de defunción.
En cuatro años las 165
oficialías y los 62 centros de servicios diseminados por todo el país han dado
más de 10 millones de servicios a ciudadanos.
Uno de los saltos
cualitativos de esta dependencia de la JCE ha sido su automatización, lo cual
permite que una persona declarada en un municipio pueda requerir un acta de
nacimiento en cualquier punto del país.
Dolores Fernández, quien ha
estado al frente de esa dependencia durante la mayor parte del proceso de
modernización y expansión, explica que el personal ha asumido que están para
dar servicios de actos civiles relacionados con todos los momentos de la vida
de la persona.
Por ejemplo, una persona
que acude a solicitar un acta de nacimiento puede tenerla en sus manos en
quince minutos, contando desde el momento que entra a la oficina hasta que
tiene el documento en las manos, gracias al uso de la tecnología y al papel de
seguridad.
La eficacia de su trabajo tiene incidencia en el tema de la nacionalidad,
herencias, responsabilidades civiles y ciudadanía.
Solo en la oficina central,
en el Distrito Nacional, fueron atendidas 2.5 millones de personas, mientras
que en Santiago la cifra ascendió a 1.5 millones, lo que muestra la magnitud de
esa dependencia.
2.5 Millones de personas.
Fueron atendidas en la Oficina central del registro civil del Distrito
Nacional.
Una carrera de servicio en
el Registro Civil
Historial. Dolores Fernández, una mujer que ha hecho carrera en la Junta
Central Electoral, indica con orgullo lo que ella califica como “mística de
servicio” que se ha impregnado en las oficinas del Estado Civil.
Dolores Fernández empezó el
servicio público como jueza de la Corte Laboral de su natal San Francisco de
Macorís, pero luego se adhirió a la carrera en el registro civil iniciando como
Oficial del Estado Civil de la primera Circunscripción de esa provincia.
Luego fue promovida a
directora de la Oficina Central del Estado Civil hasta ser ascendida a
Directora Nacional del Registro del Estado Civil. “Esta es una de las funciones
vitales de la Junta”, expresa.
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