Abinader reafirma que el país no cargará con crisis de Haití
El mandatario retomó
el discurso del canciller Roberto Álvarez, que ante el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas, dijo que no puede haber una solución dominicana hacia
la crisis de Haití.
El presidente usó
esas mismas palabras: “No puede haber una solución dominicana a la crisis de
Haití”.
El mandatario dijo
que la comunidad internacional debe enviar un mensaje fuerte para producir la
ayuda que necesita el vecino país.
Dijo que República Dominicana
es buen amigo de Haití y que está dispuesta a colaborar siendo solidaria con
la República de Haití, pero insistió en que cualquier respuesta debe
producirse desde toda la comunidad internacional para ayudar al vecino país a
salir de las constantes crisis que le afectan.
El mandatario señaló
la posibilidad de que exportar energía hacia Haití, tanto desde la frontera
norte como desde la frontera sur.
Sobre los Estados Unidos
dijo que tienen una relación especial que se expresa en la lucha contra el
crimen internacional, la lucha contra las drogas y la promoción de la democracia.
“República Dominicana no puede ser la solución a la crisis de Haití”, indicó
el presidente dominicano.
El presidente dominicano
participó ayer en un conversatorio Washington Conference on The Americas. La
conversación fue dirigida por Andres Gluski.
La intervención de
Álvarez
La víspera, Álvarez
dijo al Consejo que República Dominicana, que comparte la isla La Española con
Haití, “está muy preocupado por la crisis social, económica, sanitaria y
política a gran escala que sacude a la república hermana”.
La crisis está
marcada por la falta de una agenda política y “el hecho de que la organización
de elecciones legislativas está paralizada”, señaló el canciller agregando
que esto “ha empeorado hasta tal punto que la buena gobernanza es imposible”.
“La violencia y la impunidad
siguen causando devastación y continúan afectando al buen funcionamiento de la
vida diaria”, añadió Álvarez.
El ministro
dominicano recordó que su país advirtió el año pasado al Consejo de Seguridad
de que su decisión de retirar la misión de formación y monitoreo policial de
la ONU a partir del 15 de octubre de 2019 era prematura porque no se habían
cumplido “las condiciones adecuadas”.
La situación
Haití se ha visto
afectado por protestas callejeras y por el estancamiento económico durante
gran parte de la presidencia de Jovenel Moise, que comenzó en febrero de
2017, mientras los líderes opositores exigen su salida. Dicen que no ha sabido
gestionar la economía y que no procesó años de corrupción desatada que
desviaron miles de millones en ayudas internacionales a cuentas bancarias en
el extranjero.
Sus rivales
fracasaron y el parlamento de Haití cerró en enero debido al caos, eliminando
el control al poder presidencial que había paralizado a Moise durante años.
Ahora gobierna por órdenes ejecutivas.
Ante el Consejo de
Seguridad de la ONU, la enviada de Naciones Unidas para Haití, Helen La Lime,
pintó un panorama sombrío de la vida en la nación más pobre de Latinoamérica,
señalando que el país “está, una vez más, luchando por evitar el precipicio de
la inestabilidad”.
SEPA MÁS
Inestabilidad.
La falta de una clara
agenda electoral ha creado condiciones de inestabilidad y violencia en Haití,
la nación más pobre de América.
Desde el inicio del
gobierno de Jovenel Moise, en 2017, la crisis política ha tenido altas y
bajas.
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