Gobierno de Perú promulga ley que asegura pago inmediato al Estado en caso Odebrecht
Lima.- El gobierno peruano promulgó hoy la ley 30737 que reemplaza
al decreto 003, llamado “ley anti-Odebrecht”, con el objeto de asegurar el pago
inmediato al Estado de la reparación civil en delitos de corrupción y facilitar
la reanudación de los proyectos de inversión en el país.
La norma publicada hoy en el diario
oficial El Peruano fue promulgada por el presidente peruano, Pedro Pablo
Kuczynski, con la intención de que no se paralicen los proyectos de inversión
en el país y que se sancionen los actos de corrupción cometidos por la empresa
Odebrecht y otras firmas brasileñas.
Con el fin de asegurar el pago de
las reparaciones, la ley establece la suspensión de las transferencias al
exterior, la adquisición y retención del precio de venta en el fideicomiso de
retención y reparación, la retención del importe a ser pagados por las
entidades del Estado y la anotación preventiva.
Estas medidas aplican para las
personas jurídicas (empresas y entidades) con sentencia firme por delitos
contra la administración púbica, lavado de activos o delitos conexos; o
equivalentes cometidos en otros países en agravio del Estado peruano. Asimismo,
para los funcionarios o representantes de las personas jurídicas que hayan sido
condenados con sentencia firme en el Perú o en el extranjero por la comisión de
los delitos contra la administración pública, lavado de activos o delitos
conexos, o equivalentes cometidos en el extranjero en agravio del Estado
peruano.
La norma también aplica para las
personas jurídicas que, directamente o a través de sus representantes, hubiesen
admitido o reconocido la comisión de delitos contra la administración pública,
lavado de activos o delitos conexos, o equivalentes ante autoridad nacional o
extranjera competente.
Como parte de las medidas
restrictivas contra los socios, asociados o consorciados, éstos tendrán la
obligación de constituir un fideicomiso de garantía que coadyuve al pago de la
reparación civil. Además, suspender las transferencias al exterior, implementar
un programa de cumplimiento y revelar información a las autoridades encargadas
de la investigación.
El Congreso peruano afirmó, al
aprobar la ley, que la nueva norma asegura el pago de la reparación civil a
favor del Estado por parte de empresas involucradas en actos de corrupción,
cautela el derecho de los trabajadores y de los proveedores, y garantiza el
control de la Contraloría para la correcta aplicación de la norma.
La nueva ley, cuyo objetivo es
garantizar que las empresas investigadas por corrupción sigan trabajando en
Perú y paguen la reparación civil, fue presentada en el Congreso a inicios de
febrero por el Ejecutivo con la convicción de que sería aprobada rápidamente,
pero no obtuvo el apoyo suficiente.
En ese momento, la ministra de
Economía, Claudia Cooper, consideró que era “absolutamente importante” un
debate profundo de la norma para que tenga “la fortaleza suficiente para dar
certidumbre a los agentes económicos, de manera que tomen decisiones que les
permitan garantizar la cadena de pagos y sus inversiones”.
El llamado decreto
“anti-Odebrecht”, al que la ley sustituye, fue aprobado el 13 de febrero de
2017 en medio del escándalo suscitado por las revelaciones de Marcelo Odebrecht
sobre los millonarios sobornos pagados por su constructora a funcionarios
peruanos a cambio de adjudicarse grandes contratos en obras públicas.
El decreto ordenó la intervención
de cuentas, prohibió contrataciones estatales y controló de forma tajante la
venta o transferencias de bienes y capitales de empresas que hubieran confesado
actos de corrupción o que fueran culpables de ese delito.
En un principio solo implicaba a
Odebrecht, pero luego se amplió para que afectara a sus socios, lo que puso en
entredicho a gran parte de las empresas constructoras peruanas, que a su vez
también se han visto envueltas en escándalos paralelos de corrupción.
El caso Odebrecht es el mayor
escándalo de corrupción de Latinoamérica y las investigaciones en Perú, donde
pagó sobornos entre 2005 y 2014, afectan a toda la primera plana política.
Ese período abarca los gobiernos de
Alejandro Toledo (2001-2006), con orden de captura; Alan García (2006-2011),
investigado por sobornos en el Metro de Lima; y Ollanta Humala (2011-2016), en
prisión preventiva por la presunta financiación irregular de sus campañas
electorales.
También están investigados la
lideresa del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, y el actual presidente
peruano, Pedro Pablo Kuczynski, quien en los próximos días afrontará un segundo
pedido de destitución por este tema en el Congreso. EFE
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