Estados Unidos, a la espera de que Trump ratifique plan de estímulo de 900,000 millones
Washington.- Mientras crecen los casos de covid-19 y más negocios se ven obligados a cerrar, Estados Unidos está a la espera de que el presidente saliente, Donald Trump, ratifique el paquete de estímulo económico de 900.000 millones de dólares que aprobó la noche del lunes el Congreso.
Trump, que se retiró
hace meses de la mesa de negociaciones sobre el plan de estímulo, siguió este
martes en Twitter inmerso en sus propias teorías de la conspiración sobre las
elecciones del 3 de noviembre, que perdió frente al demócrata Joe Biden.
La Casa Blanca ha asegurado que Trump firmará la iniciativa, un paso
indispensable para que entre en vigor el rescate, pero no ha detallado cuándo
dará ese esperado paso, que podría prolongarse incluso hasta la semana próxima,
ya que el plazo para hacerlo vence el 28 de diciembre.
Entretanto, la ansiedad se apodera de quienes esperan un plan de ayuda que ha
tardado meses en llegar y que fue aprobado en un momento en que EE.UU. registra
unos 3.000 nuevos casos cada día, lo que ha obligado a algunos estados a
decretar nuevas restricciones.
PAGOS DIRECTOS Y SUSPENSIÓN DE LOS DESAHUCIOS
En concreto, los estadounidenses están pendientes de unos pagos directos de 600
dólares para todos aquellos con una renta anual de menos de 75.000 dólares, una
medida similar a la del anterior paquete de ayuda, aprobado en marzo y por
valor de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia del país.
El rescate anterior contemplaba transferencias directas a ciudadanos de 1.200
dólares por persona.
En el paquete actual se darán, asimismo, 300 dólares a la semana a cada
desempleado y se prorrogará hasta el 31 de enero una norma que suspende los
desahucios y que iba a expirar a finales de año.
También incluye 325.000 millones de ayuda a pequeñas y medianas empresas,
45.000 millones a los sistemas de transporte público, 13.000 millones en
asistencia alimentaria y 82.000 millones para que las escuelas puedan reparar
sus instalaciones y adecuarlas a la enseñanza en medio de la pandemia.
Además, las aerolíneas recibirán 15.000 millones para pagar los salarios de sus
trabajadores.
UN ESCUDO PARA PROTEGER A LOS PACIENTES DE GRANDES GASTOS
El texto contiene otras medidas de gran importancia como una especie de escudo
para evitar que los pacientes reciban de manera inesperada grandes facturas por
su cuidado médico, un abuso que se ha agravado durante la pandemia.
La iniciativa sirve para evitar que los pacientes reciban facturas de decenas
de miles de dólares por cuidados médicos que no sabían que estaban fuera de la
cobertura de su aseguradora.
Por ejemplo, cuando algunos estadounidenses han estado ingresados en unidades
de cuidados intensivos por la covid-19, se les ha cobrado por servicios de
anestesiólogos que no cubrían su póliza, pese a que el resto de médicos y el
propio hospital sí que estaban cubiertos por la aseguradora.
En EE.UU., el acceso a la salud no es un derecho y, aunque la reforma sanitaria
impulsada por el expresidente Barack Obama (2009-2017) mejoró la situación,
miles de familias se tienen que declarar en bancarrota cada año por no poder
pagar sus facturas médicas.
Por otro lado, la legislación incluye 20.000 millones de dólares para la compra
de vacunas contra la covid-19 y otros 20.000 millones para tests.
COMIDA DE NEGOCIOS CON "TRES MARTINIS"
A pesar de la victoria de los demócratas en esos temas sanitarios, el partido
ha expresado su frustración por la inclusión de una exención tributaria que ha
recibido el nombre de "comida de negocios con tres martinis" de
manera irónica y que permitiría a los negocios no pagar impuestos por comidas
empresariales.
Desde la década de 1980, las empresas en EE.UU. pueden deducir de impuestos el
50% de sus gastos en comidas de negocios, pero a partir de ahora ese porcentaje
sería del 100%.
Esa medida ha sido impulsada personalmente por Trump con la idea de dar un
balón de oxígeno a la hostelería, especialmente castigada por la pandemia; pero
los progresistas argumentan que los principales beneficiarios serán gigantes empresariales
que no necesitan ayuda.
El paquete de estímulo incluye también otras medidas poco tradicionales como
exenciones fiscales para los circuitos donde se celebran carreras de coches,
como NASCAR.
CENTROAMÉRICA, EL MURO, MUSEOS Y EL TÍBET
El rescate forma parte de un paquete más amplio de gasto federal, conocido como
omnibús, por un valor total de 2,3 billones de dólares, de los que 1,4 billones
son para financiar la Administración hasta septiembre de 2021.
El Congreso ha aprovechado esa propuesta de gasto para incluir medidas que no
tienen nada que ver con la economía estadounidense en rescate.
En concreto, hay una provisión que obliga al presidente de EE.UU. a notificar
al Congreso los funcionarios centroamericanos designados como corruptos y otra
iniciativa que apoya que el próximo dalái lama sea elegido por los budistas del
Tíbet, un proceso en el que China quiere intervenir.
Además, la ley destina 1.400 millones de dólares para el muro de Trump con
México y aprueba la creación de dos museos dentro del grupo Smithsonian: uno
dedicado a los latinos en EE.UU. y otro a la historia de las mujeres.
Este es el primer paquete de estímulo que el Congreso aprueba desde marzo,
cuando dio el visto bueno a un plan de rescate de más de 2,2 billones de dólares,
el mayor de la historia de EE.UU.
Fuera del paquete de estímulo se ha quedado una petición de los demócratas para
ayudar a las entidades locales, que han visto reducidos sus ingresos por el
descenso de impuestos, y otra propuesta de los republicanos para proteger
legalmente a las empresas con brotes de covid-19. EFE
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