Opositores de Nicaragua lanzan coalición contra Ortega, en medio de represión policial

Más tarde agentes
antidisturbios reprimieron algunas protestas rápidas, conocidas como
"piquetes exprés", realizados por los opositores.
"Estas siete
organizaciones damos el paso inicial de la conformación de la Coalición
Nacional" para reconstruir la democracia, anunciaron los opositores en una
proclama leída por Yubrank Suazo, un dirigente político excarcelado.
Tras la firma del
acuerdo, que tuvo lugar en un ambiente festivo y combativo en el Centro
Cultural Pablo Antonio Cuadra, en Managua, los opositores realizaron algunos
"piquetes exprés".
Pero estas
protestas fueron reprimidas por los agentes antidisturbios que sitiaron varios
puntos de la ciudad, en una jornada en la que fueron dañados al menos ocho
periodistas independientes que cubrían las manifestaciones en la plaza
comercial de Metrocentro y en la iglesia Divina Misericordia.
"Se metieron
como cien policías al centro comercial de Metrocentro, llegaron, golpearon y
empujaron a todo el mundo," constató el fotógrafo de AFP Inti Ocón, a
quien le dañaron su equipo.
En el lugar la
policía arrestó temporalmente al opositor Oscar Rosales, quien denunció que le
"patearon las costillas".
"Me llevaron
arrastrado como 15 minutos, me pusieron el fusil en la boca y me dijeron que me
iban a matar", dijo Rosales ante la no gubernamental Comisión Permanente
de Derechos Humanos (CPDH).
A un periodista
del privado Canal 10 le poncharon los neumáticos del vehículo cuando cubría una
concentración en la iglesia y lo amenazaron de muerte.
"Te voy a
palmar (matar) a tu familia", amenazó un antimotin al periodista
independiente Yetsin Espinoza.
- "Unidos
contra dictadura" -
La unidad
opositora fue sellada con motivo del 30 aniversario de la llegada al poder de
la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), quien venció al FSLN
en las urnas.
Esta alianza es
posible "con la convicción de que solo unidos, sin exclusión, vamos a
derrotar a la dictadura", destacó el dirigente opositor y jurista Carlos
Tünnermann durante la rubrica del acuerdo.
"¡De que se
van, se van!", coreaban los opositores en alusión al gobernante Frente
Sandinista (FSLN, izquierda) de Ortega, un exguerrillero de 74 años que
gobierna desde 2007.
Esta
"coalición es una alternativa contra Ortega, reúne a muchos sectores
históricamente marginados que buscan la democracia, la justicia y que anhelamos
un cambio por la vía cívica y pacífica", declaró a la AFP el dirigente
estudiantil Lesther Alemán.
La vicepresidenta
y primera dama Rosario Murillo dijo el lunes que los opositores tienen
"apetitos inmorales, voracidad descompuesta, insolencia, maquinaciones
criminales".
- Día histórico -
La coalición está
integrada con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y la
Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), surgidas tras las protestas
antigubernamentales del 2018.
Figura también el
movimiento campesino que nació en la lucha contra un proyecto de canal
interoceánico, así como el partido indígena Yatama (madre tierra en lengua
miskito) que acusa al gobierno de "racista".
Se sumaron también
los derechistas Partido Liberal Constitucionalista (PLC, con representación
parlamentaria) y Partido Restauración Democrática (PRD).
Además de la
Fuerza Democrática Nicaragüense, grupo de excombatientes del
"Contra", que lucharon en los años 80 contra la Revolución Sandinista
que encabezó Ortega de 1979 a 1990.
"Hoy es un
día histórico porque hemos firmado el compromiso firme de unidad, es la partida
de nacimiento de la Coalición Nacional", subrayó Tünnermann, quien dijo
que "las puertas están abiertas" para los sectores que aún no se han
sumado.
- "Seguimos
en la lucha" -
Los opositores
señalaron que la coalición es fruto de la lucha iniciada con las protestas de
2018, que exigían la salida de Ortega, acusado por sus detractores de gobernar
desde hace 13 años de manera "dictatorial".
"Fue una
rebelión contra el colapso de la seguridad social, la corrupción, el abuso de poder
(y) el nepotismo", recordaron en la declaración.
La represión de
las manifestaciones del 2018 dejó al menos 328 muertos y 88.000 exiliados,
según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El gobierno ha
atribuido las protestas a un fallido golpe de estado y acusa a la oposición de
alterar la paz y fomentar el "odio".
Para la oposición,
la alianza es el primer paso de un largo camino para constituirse como partido
político para los comicios del 2021.
Sus dirigentes han
dicho que las elecciones deben realizarse con transparencia, bajo observación
internacional y un renovado tribunal electoral, en manos del oficialismo. AFP
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