Danilo rendirá cuentas con un panorama complicado

La del jueves será
la aparición número ocho de manera corrida ante la Asamblea Nacional de Danilo
Medina, y a la que con mayor cantidad de adversidades arriba el mandatario
dominicano. El contexto es muy singular: el fracaso de unas elecciones
municipales en las que la oposición política ha acusado hasta la saciedad al
oficialismo de querer imponerse en base a dadivas y donde, además, ha
denunciado por meses intentos de fraude mediante el sistema de voto
electrónico, precisamente el mismo que falló el 16 de febrero, fecha en la que
los dominicanos estaban convocados a las urnas.
El fiasco de los
comicios municipales levantó esencialmente a una clase media que yacía dormida
momentáneamente pero que ya tenía episodios de despabilamiento con la
articulación del 4% por la educación y la movilización social verde en reclamo
de la identificación y procesamiento de quienes aceptaron sobornos de la
empresa Odebrecht.
Ese plantón de
negro que comenzó de manera incipiente durante el mismo domingo de las
elecciones y prosiguió el lunes, encontró su mayor estímulo cuando las
autoridades policiales lanzaron varias bombas lacrimógenas ante un grupo de
jóvenes que protestaban de manera pacífica frente a la Junta Central Electoral.
Entonces los que no habían ido, fueron. Pero más indignados.
Durante miércoles
y jueves las autoridades abonaron a esa carga de indignación cuando, primero,
quitaron las banderas de la Plaza de la Bandera (así de grande es el
sinsentido) para que los muchachos no la pusieran a media asta. El resultado
fue que los protestantes llevaron sus propias banderas y las izaron. Pero el
jueves las autoridades volvieron y les dieron un poquito más de ganas de salir
y gritar: quitaron las drizas, las cuerdas con las que se iza el símbolo
patrio. Y adivinen qué… los muchachos llevaron sus propias drizas y levantaron
sus propias banderas.
Ante todo lo
anterior, el presidente del partido en el Gobierno, Temístocles Montás, dijo en
entrevista que los manifestantes eran mandados por grupos políticos y les pidió
a los periodistas investigar sobre cómo se producían las convocatorias a las
reuniones porque ya ellos, o sea, los del Gobierno-PLD, lo sabían.
Las protestas
desde entonces no han hecho más que incrementarse: durante viernes, sábado y
domingo repicaron con estridencia los calderos en el Gran Santo Domingo en una
manifestación desde las casas que, aunque viene marcado con el tiempo de diez
minutos suele dar la sensación de no tener fin una vez que comienza.
Los cacerolazos se
han extendido en varias tandas por días y llegan acompañadas de pitazos de
bocina de conductores.
Puede que el
presidente Danilo Medina enfrente uno de los mayores obstáculos en esta crisis
el mismo jueves de su discurso, ante la articulación de una actividad social en
la Plaza de la Bandera, convocada para las 9:00 de la mañana, una hora antes de
la alocución presidencial.
Clima de protestas
Se trata de un
cambio en la dinámica de protestas de los jóvenes, acostumbrados a reunirse a
pedir la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral por las tardes.
Si esa manifestación termina de concretarse se estaría creando, por primera vez
en mucho tiempo, una invitación directa a no escuchar el discurso del
mandatario dominicano, que suele atraer toda la atención pública y mediática.
El discurso del
presidente Medina también encuentra revitalizada a la oposición política
dominicana, adversarios que prácticamente no tuvo en su periodo de gobierno,
debido al rompimiento del Partido Revolucionario Dominicano (ahora su aliado) y
la fundación del Revolucionario Moderno (PRM), que hasta las primarias de
octubre solo había transitado un periodo de estructuración formal.
Y la cereza del
pastel: el octavo discurso del presidente Medina encuentra a su propio partido
dividido. En octubre se produjo la escisión con Leonel Fernández, expresidente
del país en tres ocasiones y quien hasta entonces fue el presidente del partido
morado en cada uno de sus grandes triunfos electorales desde 2004.
Fernández fue la
principal fuerza opositora contra la modificación a la Constitución de la
República durante el verano de 2019 y a su salida del PLD, al denunciar un
fraude que le arrebató la candidatura presidencial, fundó la organización
Fuerza del Pueblo, que en mediciones electorales ha estado marcando como
tercera fuerza política del país.
Una vez superado
el discurso del jueves, el Partido de la Liberación Dominicana entrará en la
recta final de unos comicios que para febrero esperaban ganar con cierta
comodidad. Con una semana tan intensa como la concluida, habrá necesariamente
que esperar para conocer qué tanto ha cambiado el escenario político nacional.
15 DE MARZO
2020
Las elecciones
2020
Las elecciones
Los comicios
generales municipales están pautados para el próximo domingo 15 de marzo y en
ellos los dominicanos elegirán a 3,849 autoridades locales, encabezados por 158
alcaldes y 235 directores de juntas distritales.
Ese día los
comicios se celebrarán con boletas electorales, una disposición a la que se
resistió la Junta Central Electoral hasta que finalmente llegó el fracaso en el
voto automatizado.
República
Dominicana firmó el 16 de febrero su segunda causa perdida en el intento de
integrar la tecnología al proceso de votación y escrutinio de los sufragios. En
las elecciones de 2016 se intentó introducir escáneres que escrutaban las
papeletas electorales pero problemas con el personal que debía manejarlos, y la
fuerte queja de la oposición, terminaron dar esa inversión por perdida.
Fuente: www.listindiario.com.do
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