Senado paraguayo suspende a senador que agredió a expresidente Lugo

Conocido como "Payo"
Cubas, accedió al Senado en las elecciones de 2018 con su partido Cruzada
Nacional y con un discurso contra el sistema establecido y la corrupción,
aderezado con palabras altisonantes, insultos a otros políticos y actos violentos
que conforman un espectáculo que resulta un imán para los medios.
El senador ha hecho de su cinturón
su elemento distintivo, que ha utilizado en numerosas ocasiones para azotar a
sus enemigos, desde jueces a políticos, como el incidente con el senador
colorado Javier Zacarías Irún en un programa de televisión.
En la última semana, el arma
arrojadiza que ha utilizado ha sido la botella de agua, con la que el martes
pasado agredió, entre otras personas, al expresidente Lugo durante el
desarrollo de la comisión constitucional del Senado.
El incidente, grabado por él mismo
fue proyectado y protagonizó la bronca sesión de hoy, en la que volvió a lanzar
agua, esta vez contra el histórico senador oficialista que propuso su sanción
Juan Carlos Galaverna, con el que casi llega a las manos pero fueron frenados
por otros senadores.
Galaverna, tras la agresión,
insultó a Cubas llamándole "maricón de cuarta, hijo de mil putas", al
que el senador suspendido no respondió.
Finalmente, por 35 votos a favor, 2
en contra y 7 abstenciones, entre ellas la del propio Cubas, el senador fue
suspendido de empleo y sueldo por "inconducta".
La sanción fue motivada, no
obstante, por otro episodio en la sesión de la Cámara Alta de la pasada semana,
cuando Cubas trató de "ladrón" e "insecto" al presidente
del Senado, Silvio Ovelar.
En la sesión de este jueves se
repitió el "circo", como lo calificaron varios de los senadores que
defendieron aprobar la sanción, entre ellos el del gobernante Partido Colorado,
Enrique Riera, que fue el que se dirigió a Cubas con mayor dureza.
Riera aseguró, en referencia a
Cubas que "este personaje va a ser una anécdota, pero para eso tenemos que
tener los huevos de sancionar a quien viola la ley".
"En la puta vida vamos a
permitir que un lunático como este destruya la democracia por la cual mi padre
se rompió el culo 50 años. Que quede claro: sancionemos con todo el peso de la
ley de una vez y para siempre", sentenció.
Por su parte, la senadora Desirée
Masi, del Partido Democrático Popular (PDP), abogó por no sancionar a Cubas y
"dejar sin voz" a los ciudadanos que representa y añadió que la
sanción supondría "echar fuego a la mecha" de la indignación
ciudadana, provocada por una "crisis de representación".
En su alocución de defensa,
Paraguayo Cubas justificó sus actos de violencia verbal y física y dedicó gran
parte de su discurso a criticar a sus colegas, especialmente a Lugo, a quien
tildó de "terrorista".
Una vez aprobada la suspensión,
cuyo efecto era inmediato, el presidente de la Cámara instó al senador a salir
de la misma, a lo que con tranquilidad se negó hasta que no recibió de manos de
un funcionario la notificación por escrito.
A su salida, Cubas dijo a los
medios que seguirá trabajando "desde (su) casa" y calificó a sus
colegas de "corporación de mafiosos".
"Estos son 'gremlins', parecen
todos muy modositos, hablan elegantemente. Por eso les tiro agua, ¿vieron como
se transforman?", agregó en referencia a su ataque contra Galaverna.
El espectáculo mediático le ha
granjeado acérrimos seguidores en la sociedad paraguaya, algunos de los cuales
-unos 50 según la policía- se concentraron hoy frente al Congreso al grito de
"¡Payo, querido, el pueblo está contigo!" y lanzaron cohetes caseros
contra el edificio del Congreso, que no causaron ningún daño.
La Policía cargó contra ellos y
trató de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Una vez expulsado de la sesión,
Cubas salió para reunirse con los manifestantes. EFE
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