Ataques a Trump y choques sobre inmigración en debate republicanos rezagados
Simi Valley (EE.UU.)
Los ataques al magnate Donald Trump y las diferencias sobre
cómo afrontar la inmigración ilegal protagonizaron anoche el debate entre los
cuatro aspirantes republicanos a la Presidencia de EE.UU. que están más
rezagados en las encuestas, celebrado dos horas antes del acto principal.
George Pataki, Rick Santorum, Bobby Jindal y Lindsey Graham
debatieron sobre asuntos nacionales e internacionales dos horas antes de
comenzar el segundo debate oficial entre los once aspirantes republicanos mejor
situados en las encuestas, en el que participarán Trump y Jeb Bush, entre
otros.
El primer debate, celebrado en la Biblioteca Presidencial de
Ronald Reagan en Simi Valley (California), enfrentó a cuatro políticos que ni
siquiera alcanzan el 1 % de apoyo popular en las encuestas, pero que continúan
en liza para lograr la nominación republicana en las elecciones de 2016.
El liderazgo de Trump en los sondeos centró el arranque del
debate, cuando dos de los candidatos -Jindal y Pataki- criticaron abiertamente
al magnate y Santorum dijo que prefería guardar sus energías para atacar a la
favorita del Partido Demócrata, Hillary Clinton.
Jindal, gobernador de Luisiana, aseguró que Trump "no es
serio como candidato"; mientras que Pataki, exgobernador de Nueva York,
defendió su reciente anuncio de que no respaldará al magnate si llega a ser
nominado como candidato republicano a la Presidencia.
"Donald Trump no está preparado para ser presidente de
EE.UU.", dijo Pataki, que se mostró convencido de que el empresario no
logrará la nominación y lamentó que las primeras preguntas del debate
estuvieran centradas en él.
Otra buena porción del debate estuvo centrada en la inmigración
y en particular en el derecho a la ciudadanía para los nacidos en Estados
Unidos, algo que Trump ha prometido eliminar si llega al poder.
El senador Graham se mostró de acuerdo con Trump en la
necesidad de acabar con ese derecho, y denunció que "hay gente que compra
visados de turista y van a hoteles de lujo para tener un bebé" y que este
consiga la ciudadanía estadounidense.
Santorum evitó responder a esa cuestión, pero afirmó que él
optaría por devolver a su país a los millones de inmigrantes que se quedaron en
EE.UU. más tiempo del permitido en sus visados, y aseguró que los hispanos son
"los más afectados" por la inmigración ilegal.
El matrimonio gay, la política fiscal o el combate al Estado
Islámico fueron otros de los temas del primer debate, en el que Graham, un
senador con notable experiencia en política exterior, destacó sobre los demás
al perfilarse como el más cualificado para acabar con los yihadistas.
Graham también mostró su lado bromista y generó atención en
Twitter al asegurar que "lo primero" que haría como presidente es
promover que "se beba más" en Washington, al recordar que Reagan
solía reunirse a beber con su principal opositor en el Congreso, el presidente
de la Cámara de Representantes Tip O'Neill.
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