Informes financieros de partidos reflejan “imprecisiones, derroche, y mala calidad del gasto”

- Ni la JCE ha exigido, ni los cuatro partidos
citados han adoptado un sistema contable consistente y homogéneo que
facilite comparar las políticas y prácticas financieras de estos partidos.
Tanto la pasada Ley Electoral No. 275-97 como la actual No. 33-18 exigen a
los partidos tener un sistema contable, siendo elemental dentro de este el
estado de situación, sin embargo, por ejemplo, el PRSC no presenta en su
informe del año 2018 el componente de su patrimonio que forma parte de
todo estado de situación financiera.
- De igual modo, se observan importantes
debilidades técnicas y conceptuales atribuidas a los contadores y
auditores contratados por estos partidos. Por ejemplo, en los casos del
PRM y del PRSC el informe del 2018 no se compara con el del año 2017, lo
cual es de rigor en todo informe contable para ser auditado y analizar los
cambios de un año a otro y sus justificaciones. De igual forma, en una
misma cuenta se registran muchos tipos de gastos dispares, y hay
subcuentas y partidas que se repite en varias cuentas como son:
alquileres, dietas y viáticos, transporte, etc.
- En el caso del PRSC es evidente el error
conceptual de registrar gastos en cuentas contables que son comunes en
todo sistema de contabilidad como “Gastos generales y administrativos”, y
al mismo tiempo registrar gastos por secretarías (General, Organización,
Electoral y Comunicación), confundiendo el concepto o el tipo de gasto con
quien ejecuta un gasto. Así estas secretarias ejecutaron unos 18 millones
de pesos de manera no transparente. Algo parecido sucedió en el PRM con la
Comisión Nacional de Organización que ejecutó unos 38 millones de pesos.
- En este mismo sentido, hay varias cuentas y
partidas difusas que se prestan para ocultar gastos no partidarios como
“trabajos políticos”, “servicios prestados”, “contribuciones y ayudas”,
entre otras. Sobre este último tipo de gastos es necesario que la JCE haga
una interpretación estricta del artículo 71.3 de la Ley 33-18 de partidos
políticos, ya que estas ayudas no deben ser aceptadas como parte de los
gastos partidarios con fondos públicos. En el caso del PRD las ayudas
llegaron a casi 6 millones de pesos y en el PLD a 5 millones. El PLD,
además, hizo aportes a gremios por 2.7 millones de pesos, lo que es
evidente que no es un gasto en actividades del partido y, por tanto, es
contrario a la ley.
- En este mismo aspecto técnico-contable, no hay
en las notas de los informes auditados una precisión conceptual sobre las
cuentas de depreciación y la de reparación y mantenimiento. Solo en el
informe del PRD se precisa en torno a la depreciación el método utilizado
y los porcentajes a depreciar por tipo de activo. Esta deficiencia es
notoria en el caso del PRSC, el cual ha gastado más de 17 millones de
pesos en reparación y mantenimiento de locales, y se supone, por el alto
monto, que parte de estas reparaciones debieran reflejarse en la
revalorización de sus inmuebles y patrimonio. Pero esto queda en el aire.
- Con relación a esta parte técnica, merece
prestar atención, a las observaciones que hacen los auditores al informe
del PLD, de las cuales transcribimos la observación A2, sobre las
políticas contables, referida a la formulación presupuestaria: “En nuestra
revisión al área financiera, encontramos que la entidad no cuenta con la
formulación, ejecución y evaluación presupuestaria, lo que interpretamos,
sumamente necesario, porque una institución para un manejo eficiente,
eficaz, efectivo y transparente, es imprescindible y mandatorio, contar
con la herramienta presupuestal adecuada; el manejo presupuestario es tan
elemental que hasta en las pequeñas y medianas entidades y empresas es una
herramienta esencial. Una institución o entidad sin presupuesto económico
se maneja a la deriva y pone en riesgos hasta su propia existencia,
propiciando la improvisación y descontrol en la realización de las
operaciones económico-financiera, de manera que es imprescindible que las
autoridades procedan a formular en el más breve plazo prudente, cumplir
con e1 instrumento operacional presupuestario”. Por la baja calidad que se
aprecia en los informes financieros presentados por el PRD, PRM y PRSC,
esta observación al PLD también les aplica a ellos.
- En estos partidos, pero principalmente en el
PLD, PRM y PRD, se registró un alto excedente o sobrante de ingresos por
encima de los 100 millones en el año (más del 40%), lo que cuestiona el
alto monto que están recibiendo, por lo menos en años no electorales, y
obliga a un debate sobre la necesidad de modificar la cantidad fija
recibida de 252 millones en el año para plantear otros modelos de
financiamientos uno de los cuales es una cantidad mínima de gastos fijos y
el resto del financiamiento sobre la base de presentar proyectos útiles y
puntuales como es el de la formación técnico-política y ciudadana.
- Otro aspecto que evidencia una falta de
planificación política y de los gastos, así como la ausencia de políticas
financieras es lo oneroso que son los gastos de intereses a consecuencias
de los préstamos bancarios que estos partidos realizan. En el caso del
PRSC, este partido pagó 13 millones de intereses; el PRD pagó más de 14
millones; y el PRM también ha dependido en gran medida de los préstamos.
Un hecho a considerar es la conveniencia o no de tomar prestadas altas
sumas a personas físicas, por los efectos presentes y futuros que esto
pueda tener en el partido de que se trate y en todo el sistema político.
Este fue el caso del PRD, al cual el señor Nelson Cerda le prestó más de
80 millones de pesos. En este caso, como en otros partidos, no hay
evidencia en los informes, a través de las notas aclaratorias de que esos
préstamos han sido aprobados por el máximo organismo partidario como
estipula la ley.
- Una política financiera saludable sería que
cada partido cree un fondo o acumule reservas con depósitos mensuales, en
previsión de los gastos de los grandes eventos partidarios, y así
disminuir el efecto de los onerosos préstamos.
- Llama la atención los altos gastos en
alimentación, refrigerios, dietas, viáticos y fiestas. En el caso del PLD,
solo en alimentación para sus empleados (no en actividades políticas), se
gastaron 10.3 millones de pesos. Asumiendo que los empleados del PLD
trabajan 265 días al año, están gastando unos RD$39,000.00 diarios en
comida, lo que luce exagerado aun si el PLD tuviera una plantilla de 100
empleados fijos. En el caso del PRM se gastaron en fiestas unos 5 millones
de pesos, lo cual es contradictorio a sus déficits acumulados de 120.4
millones de pesos, y se supone debe tener una política financiera austera.
- La cultura política clientelar y retribuida
que han venido desarrollando estos partidos en sus actividades es una gran
carga para los fondos públicos, llegándose a la práctica, no solo de dar
el combustible, transporte, comida, bebidas, etc., sino además, aportes
directos en dinero como en el caso del PRSC que registró un gasto de más
de 2 millones de pesos como aportes a delegados.
- Un caso que llama poderosamente la atención en
el informe financiero del PRM es el registro en 2018 gastos de más de 6
millones de pesos correspondientes al 2011 y al 2012 cuando este partido
no existía. Esto debe ser explicado por los contadores y la dirigencia de
ese partido.
- Es lamentable observar en estos informes cómo
los ingresos propios de los partidos han descendido a montos ridículos
desde que reciben financiamiento proveniente de los impuestos que paga la
población. En el caso del PLD solo recibió RD$191,000.00 de cotizaciones y
RD$42,550 por venta de libros. El PRSC no recibió un solo centavo de su
membresía y colaboradores que no fuera RD$202,595.56 de intereses por
depósitos bancarios. El PRD no llegó a un millón, frente a 252 millones de
pesos recibidos; y el PRM por igual. Es decir, ninguno de estos partidos
se acerca al 1% en ingresos propios, a menos de que no se estén
registrando muchos aportes recibidos, incluso no necesariamente de manera
consciente, sino por las deficiencias contables reveladas por los
auditores.
- Por último, cabe destacar los bajísimos gastos
en educación política que estos partidos realizan en las actividades de su
membresía y ciudadanía en general. El PRM gastó 2.7 millones de pesos para
solo un 1.09% del gasto total. El PRD gastó 700 mil pesos, apenas un 0.27%
del gasto total. El PRSC que fue el que más gastó, ya que es el único que
tiene una escuela-instituto de formación política, ejecutó 4.5 millones de
pesos para un 1.78%. El PLD, penosamente, sepultando su tradición
fundacional, no registra un solo peso en gasto de actividades educativas.
Ya que la ley 33-18, en su artículo 62 obliga a invertir, a partir del año
2019 un 10% de los fondos recibidos para educación estos partidos tienen
un gran reto para pasar de las ínfimas sumas de 2018 a destinar más de 25
millones de pesos, lo cual no se evidencia que esté sucediendo en este
2019.
Participación Ciudadana exhorta a la Junta Central Electoral y a todos
los partidos políticos a cumplir con sus responsabilidades legales y éticas en
cuanto a la instalación, funcionamiento, supervisión y evaluación de un sistema
contable moderno, confiable y transparente, el cual contribuya a disminuir la
corrupción, la falta de integración ciudadana y a la institucionalización de la
actividad política.
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