El tribunal pide al jurado "dejar fuera todo sentimiento" en el veredicto contra Ana Julia Quezada

En audiencia pública, les ha
trasladado que deben decidir sobre cinco hechos registrados entre el 27 de
febrero y el 11 de marzo de 2018. Por un lado deben determinar y motivar cómo
se produjo la muerte de Gabriel en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería) y
si Ana Julia Quezada tenía o no "intención" de quitarle la vida, así
como sí lo hizo aumentando de manera deliberada e inhumana su sufrimiento. En
este punto, deben valorar también si concurren atenuantes en el comportamiento
de la procesada como la confesión o el arrebato.
Por otro lado, deben reseñar en el
veredicto si consideran probadas y el porqué las presuntas lesiones psíquicas
inflingidas a la madre, Patricia Ramírez, al padre, Ángel Cruz, y los daños
morales que imputa la acusación particular contra cada uno de los progenitores,
y que se habrían producido a lo largo de los once días en los que se activó el
que devino en el dispositivo de búsqueda de un desaparecido de mayor
envergadura desplegado en España.
En el trámite de conclusiones
celebrado el martes, la fiscal Elena Fernández solicitó prisión permanente
revisable por un delito de asesinato con alevosía pero descartó que Ana Julia
Quezada actuase con ensañamiento ya que la prueba pericial de los forenses del
Instituto de Medicina Legal (IML) no ha probado que aumentase de "forma
inhumana el sufrimiento del menor".
Afirmó, asimismo, que ha quedado
acreditada a lo largo de la vista oral la alevosía "sorpresiva y
convivencial" ya que Gabriel era "ajeno" a la
"intencionalidad criminal" de una persona "de su entorno",
así como el desvalimiento "porque se aprovecha de un niño de ocho años que
pesa apenas 20 kilos", remarcó.
Con marcadas discrepancias con
respecto al relato de hechos que hace la Fiscalía, la acusación particular, que
también pide prisión permanente revisable, sostuvo que Quezada es una "auténtica
asesina" que "mató haciendo sufrir al niño" e incidió en el
informe de médicos especialistas que apuntan, según afirmó, a que las lesiones
encontradas en el cuerpo irían más allá de las propias derivadas de la muerte
por asfixia mecánica del menor.
Indicó, tras pedir al jurado popular
que "no le tiemble el pulso" porque la acusada es una "sociópata
auténtica", que estas dieron lugar a una serie de heridas que provocaron
"un estado comatoso en el menor antes de que fuera asesinado" y afeó
las críticas realizadas por la fiscal al no ver, a tenor de las pruebas, la
existencia de "ensañamiento" aunque "en su informe final indica
que el niño sufrió".
Por su parte, la defensa de Ana Julia
Quezada ha modificado su escrito por el que inicialmente solicita una pena de
tres años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, de forma
que, subsidiariamente, ha pedido que se tenga en cuenta una posible condena más
gravosa, de 15 años, por un delito de homicidio recogido en el artículo 138.1 y
138.2 del Código Penal.
Considera el abogado Esteban
Hernández que fue un dolo eventual ya que debía haberse dado cuenta de que
podía causar la muerte del menor y que concurren dos atenuantes que rebajarían
la pena; confesión y arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad
semejante.
Según las conclusiones definitivas,
cuando dio muerte a Gabriel Cruz lo hizo "presa de la ira" por los
insultos que presuntamente estaba recibiendo, lo que "que disminuía su
capacidad de comprender y de controlar las consecuencias de sus actos, sin
llegar a anularla". Posteriormente, habría actuado bajo influencia de los
ansiolíticos que estaba tomando.
Tras la entrega del objeto, los
integrantes del jurado popular se han recluido para alcanzar un veredicto
aunque, como está previsto que almuercen a las 14,00 horas con un servicio de
cátering, no comenzarán a deliberar hasta pasadas las 16,00 horas. Europa Press
Comentarios
Publicar un comentario