Así será el proceso de juicio político contra Donald Trump

Sin embargo, eso no significa que el
camino por delante está claro.
El martes, la presidenta de la Cámara
de Representantes Nancy Pelosi, quien durante meses había sido un poderoso
freno para los demócratas que querían un proceso de juicio político contra Trump,
lanzó una investigación formal para juicio político en la que acusó al
presidente de “traición a su juramento”, así como de traición a la seguridad
nacional y a la integridad de las elecciones estadounidenses.
A continuación un vistazo al asunto y
a lo que se sabe sobre lo que sucederá a continuación:
LOS SIGUIENTES PASOS
La Comisión de Asuntos Jurídicos de
la Cámara de Representantes será el panel responsable de recomendar los
artículos de juicio político contra Trump si la investigación conduce a eso.
Hasta ahora, seis comisiones de la
cámara baja han investigado varios aspectos de la presunta incorrección por
parte del presidente. Seguirán investigando, pero de manera expedita, aunque
sin ningún plazo establecido.
Si la Comisión de Asuntos Jurídicos
avala los argumentos de juicio político, el asunto pasa al pleno de la cámara
baja. Los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes y sus comités.
Si el pleno de la Cámara de
Representantes vota en favor del juicio político, el asunto pasa a manos del
Senado, que es el responsable de llevar a cabo el juicio, con el presidente de
la Corte Suprema a cargo. Se necesitan dos tercios a favor del procedimiento en
el Senado para destituir a un presidente, un desafío enorme para los demócratas
si las gestiones llegan hasta esa instancia, debido al control republicano de
esa cámara.
Un juicio político contra un
presidente a menudo se malinterpreta como su destitución. Realmente significa
que la Cámara de Representantes ha votado a favor de presentar uno o más
argumentos de pedido de juicio político y hacer que el proceso avance. Ningún
presidente estadounidense ha sido destituido por juicio político.
LOS DEMÓCRATAS ROMPEN EL IMPASE
Algunos demócratas del Congreso han
esperado desde hace tiempo iniciar un proceso formal para juicio político
contra Trump, pese a las escasas posibilidades de tener éxito. Pero carecían de
quórum y del apoyo de Pelosi.
Las maquinaciones de Trump para
evitar la culpabilidad en la investigación sobre Rusia alimentaron las pretensiones
demócratas, pero esa pesquisa llegó a una conclusión poco clara, con episodios
inquietantes de la conducta presidencial descubiertos por el fiscal especial
Robert Mueller, pero no se recomendaron cargos por obstrucción de justicia o de
conspirar con Moscú en sus audaces esfuerzos para inclinar las elecciones
presidenciales de 2016 a favor de Trump.
El pago a una actriz porno de parte
de Trump para asegurar su silencio antes de las elecciones, además de los
aparentes beneficios económicos que obtuvo la Organización Trump de su
presidencia, fomentaron el ánimo de una sección del partido en pos de un juicio
político. Pero se requirió una denuncia aún confidencial de un informante sobre
los acuerdos de Trump con Ucrania para cambiar el panorama.
En resumen, hay pocas dudas de que
Trump presionó a Ucrania para que realizara una investigación de corrupción
sobre el precandidato presidencial demócrata Joe Biden, y su hijo, algo que el
mandatario ha declarado que hizo. También reconoció que días antes de una llamada
telefónica con el presidente de Ucrania ocurrida en julio, ordenó que se
congelara un fondo de ayuda militar a Ucrania.
El incidente plantea la posibilidad
de un presidente que utilizó el poder que le otorga el cargo para hacer que un
gobierno extranjero lo ayudara con su campaña de reelección. Trump niega haber
hecho o dicho algo indebido. Pero los demócratas indecisos, muchos de ellos
recién elegidos de distritos donde Trump ha recibido un amplio apoyo, hicieron
a un lado su renuencia para proceder.
¿QUÉ HA CAMBIADO?
La participación de Pelosi en el
proceso formal de un juicio político es un gran avance para los partidarios de
esa iniciativa luego de que los procesos en la Comisión de Asuntos Jurídicos
parecían no llegar a ningún lado. De igual forma, los demócratas creen que
enfocarse en los acuerdos de Trump con el mandatario ucraniano podría tener más
repercusión del que tuvo el informe de Mueller.
En términos de proceso legislativo no
hay grandes cambios, por lo menos en un principio. La comisión ya había
iniciado audiencias de juicio político y había solicitado a otras comisiones su
contribución. De momento no está claro si el calendario de Pelosi hará que las
cosas transcurran más rápido. El presidente de la comisión, el representante
Jerrold Nadler, ha dicho que quiere tomar una decisión sobre si recomendar
argumentos de juicio político para fin de año.
LA ÚLTIMA VEZ QUE ESTO OCURRIÓ
En casi todos los gobiernos ha habido
opositores que piensan que el presidente del partido contrario debería ser destituido
entre procesos electorales. Pero no ha habido una labor seria para hacer eso
desde el juicio político de Bill Clinton.
En 1998 y 1999, la Cámara de
Representantes, de mayoría republicana, votó a favor de iniciar los
procedimientos de juicio político contra el presidente demócrata,
fundamentalmente basados en cuestiones vinculadas con sus relaciones
extramaritales.
La cámara baja aprobó una acusación
de que Clinton “proporcionó intencionalmente un testimonio perjuro, falso y
engañoso” ante un jurado investigador federal mientras era interrogado por el
fiscal independiente Kenneth Starr. Votó a favor de presentar la acusación de
que “evitó, obstruyó e impidió la impartición de justicia”. El Senado
controlado por los republicanos lo absolvió.
ALGO POCO COMÚN EN LA HISTORIA
Sólo dos presidentes han sido objeto
de juicios políticos: Andrew Johnson en 1868 y Clinton. Ambos fueron absueltos
en el Senado.
Richard Nixon, quien también enfrentó
un procedimiento de juicio político, renunció a la presidencia en 1974 cuando
era casi seguro que la Cámara de Representantes aprobaría el proceso de juicio
político en su contra y sus perspectivas en el Senado no lucían prometedoras.
LO QUE ESTIPULA LA CONSTITUCIÓN
La Constitución da a la Cámara de
Representantes la única facultad para “declarar que hay lugar a proceder en los
casos de responsabilidades oficiales” y al Senado el “derecho exclusivo de
juzgar sobre todas las acusaciones por responsabilidades oficiales”.
También dicta que el presidente y
vicepresidente “serán separados de sus puestos al ser acusados y declarados
culpables de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”. El Congreso es
el encargado de definir la pena que corresponda. AP
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