Ministro de Hacienda reitera que no hay base legal para enjuiciar a Rousseff
Barbosa fue
presentado como testigo de la defensa de Rousseff, que en cuestión de unas dos
semanas pudiera ser separada del cargo durante 180 días si fuera aceptado el
proceso para un juicio con miras a su destitución.
La acusación
se sustenta en unas maniobras contables realizadas por el Gobierno para
maquillar sus resultados en 2014 y 2015, que según la oposición constituyen un
"crimen de responsabilidad", que es como la Constitución define las
causas que pueden llevar a destituir a un mandatario.
Según la
acusación, esas maniobras modificaron los presupuestos mediante decretos y
permitieron acumular deudas y contratar créditos con la banca pública, pese a
que la legislación lo prohíbe y sin que eso fuera reflejado en los balances del
Gobierno.
Barbosa,
frente a esa opinión, reiteró que esos manejos contables fueron hechos dentro
del más "estricto marco legal" y que muchos de ellos ni eran
responsabilidad directa de la presidenta, sino de los miembros de su equipo
económico.
De todos
modos, insistió en que no hubo "ninguna irregularidad" y que, a pesar
de que las deudas con la banca pública llegaron a sumar más de 13.000 millones
de reales (unos 3.715 millones de dólares) a mediados del año pasado, fueron
canceladas el pasado diciembre.
Los alegatos
de Barbosa, apoyados en complejos datos de carácter técnico, fueron exactamente
los mismos que el ministro presentó hace poco más un mes ante la Cámara de
Diputados, que los rechazó por una clara mayoría de 367 votos contra 137.
La comisión
del Senado que analiza ahora el caso tiene previsto elaborar un informe que
será votado el próximo 6 de mayo.
Si el
informe recomienda la apertura del juicio político y es aprobado por más de la
mitad de los 21 miembros de la comisión, la palabra pasará al pleno del Senado,
que alrededor del 10 de mayo se pronunciará sobre el asunto.
En caso de
que una mayoría simple entre los 81 senadores apruebe la instauración del
proceso, Rousseff deberá separarse del cargo durante los 180 días que puede
durar el juicio político y su lugar sería ocupado en forma interina por el
vicepresidente Michel Temer.
Si Rousseff
finalmente fuera destituida, Temer deberá completar el mandato que vence el 1
de enero de 2019.
EFE
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