A un costo de 5 millones de pesos UASD inaugura laboratorio control de plagas
El laboratorio fue inaugurado con
el objetivo de criar parasitoides, depredadores, patógenos, antagonistas, para suprimir una población de plagas,
haciendo ésta menos abundante y, por tanto, menos dañinas que los demás
insecticidas químicos.
El vicerrector Docente de la
institución, doctor Jorque Asjana David, encabezó la actividad como parte del
programa conmemorativo del 477 aniversario de esa academia, en representación
del rector, doctor Iván Grullón Fernández.
Al funcionario lo acompañaron
además, el vicerrector de Extensión, maestro Rafael Nino Féliz, y el decano de
la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias, maestro Modesto Reyes.
Dijo que esa academia y su
Facultad de Agronomía y Veterinaria dan un paso más, necesario para que el país
avance y mejore tanto en la producción de alimentos como a nivel económico.
“Esta iniciativa permite que el
país avance y se ponga a nivel de otros que están en este proceso. Además es muy significativo que desde las
academias se investigue cómo controlar las plagas que son tan dañinas para la
salud humana, el medio ambiente y el reino animal”, dijo vicerrector Docente.
De su lado, el decano Reyes
destacó que ha venido impulsando ese laboratorio desde hace 26 años, que es en
beneficio de la sociedad dominicana.
Explicó que la importancia del
proceso de control biológico de plagas radica en poder controlar el uso
indiscriminado de los plaguicidas que son altamente tóxicos y que causan graves
daños a la salud humana, animal y al medio ambiente.
“Las ventajas del uso de enemigos
naturales son ampliamente conocidas, entre las que pueden citarse las que son
más rentables y sostenibles, no provocan daño al aplicador, no dejan residuos en los vegetales, suelos,
fuentes de agua, no afectan a otros organismos benéficos y no crean impacto
negativo al medio ambiente y el país se ahorra en la compra de los plaguicidas
químicos”, explicó el decano.
Sostuvo que esta nueva forma de
acabar con las plagas dañinas facilita además el desarrollo económico del país,
por ejemplo, utilizando la avispita conocida como Trichogramma, para controlar
el gusano de flota de la yuca, que se
realiza a un costo de 8 veces más económicos que con la utilización de
insecticidas químicos
“Se liberan entre 2500 a 3000
avispitas por tarea, a un costo de 10 pesos, en comparación con la aplicación
de un químico cuyo costo es de alrededor de 80 pesos”, agregó.
Hizo un llamado a los empresarios
agrícolas del país para que se dediquen
a producir este sistema y dijo que la UASD pone a disposición de ellos y de la
sociedad este nuevo sistema de eliminación de plagas dañinas.
Anunció que en el laboratorio
constantemente se están haciendo investigaciones, a fin de seguir avanzando y
una muestra de esto es el reciente descubrimiento de un parasitoide enemigo
natural de la mosca asiática del gandul, reportado por la ingeniera Rosina
Taveras, que constituye un aporte para la ciencia, conocido con el nombre
de Pedabiuscajanus.
Mientras que la directora del
Bioterio Control de Plagas, la ingeniera Taveras, al decir las palabras de
bienvenida, explicó que hasta el momento se han criado tres parasitoides
benéficos y que han dado buenos resultados como insecticidas, entre éstos
están: el Trichogramma (huevos de
lepidóptero), Heterorhabditis y Chrysoperla (león de los afidoscephalanomia).
Agregó que la chrysoperla, por ejemplo, se utiliza para matar la mosca
blanca y los ácidos y el Heterorhabditis es una termita que protege a la
producción del plátano
“El nuevo Bioterio además de las
investigaciones que lleva a cabo, proyecta producir avispitas para controlar el
gusano de flota de la yuca, el cual ya ha sido efectivo y un complejo de plagas
de Lepidoptera para cubrir alrededor de 50 mil
tareas piloto de yuca bajo control biológico y llevar capacitación a
técnicos públicos y privados”, sostuvo la ingeniera.
Indicó que el género Trichogramma constituye un grupo de
himenópteros parasitoides de huevos de insectos muy utilizado en programas de
control biológico de plagas, principalmente contra lepidópteros. Es conocido desde hace más de 150 años (fue
descrito como género por Westwood, en 1833) y actualmente comprende alrededor
de 190 especies.
Tavares explicó
también que este laboratorio de control de plagas se ejecuta en la Facultad de
Ciencias Agronómicas y Veterinarias desde el 1988 y que hoy es ya una realidad,
gracias a un equipo de trabajo y otras instituciones que lo apoyaron, entre las que están el Ministerio de
Agricultura, el Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CONIAF) y el
Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas de Francia (INRA), entre
otras.
En tanto, el ingeniero Diego Torres leyó una breve semblanza
del ingeniero Ramón Emilio Guzmán,
cofundador del Bioterio y un
experto técnico de esta área, quien murió hace poco tiempo y en su honor fue
develizada una tarja por sus aportes a esa Facultad.
El laboratorio se encarga de realizar las colecciones de
agentes de control biológico de plagas, diagnósticos e identificaciones de
muestras de insectos traídos al laboratorio por estudiantes o particulares, así
como hacer producción artesanal de extractos de plantas con poderes
insecticidas y criar insectos para el estudio biológico y pruebas de eficiencia
de plaguicidas.
El control biológico es el uso de parasitoides, depredadores,
patógenos, antagonistas y poblaciones competidoras para suprimir una población
de plagas, haciendo éstas menos
abundantes y, por tanto, menos dañinas.
En el acto de inauguración estuvieron presentes además, la vicedecana de la Facultad de Ciencias
Agronómicas y Veterinarias, maestra Ramona Isa Medina; de Agronomía, maestra
Ana Delia Reynoso, y la ex decana de la Facultad, maestra Marcia Corporán, así
como familiares del fallecido profesor Guzmán, alias Chilón, su esposa María
Elena Berroa y sus hijos Marlene y Arturo Guzmán Berroa.
Asimismo, invitados especiales,
entre ellos los ingenieros Alfredo Mena, del Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA); ingeniero Pablo Rodríguez, director de
la Escuela de Agronomía de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), y
agrónomo Rafael Pérez Duvergjé, director del Instituto Dominicano de
Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF).
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