Por primera vez,República Dominicana tiene un Plan Nacional de Juventudes
El Estado dominicano, a través del Ministerio de la
Juventud, junto al Fondo de Población de las Naciones
Unidas (UNFPA), presentó el primer Plan Nacional de Juventudes
2020-2030, un documento de política pública para generar acciones a favor de y
con los y las jóvenes dominicanos, a través de las instituciones competentes de
carácter público y privado en los distintos niveles de la vida nacional, que
responde a las necesidades de las juventudes, en alianza con organismos
internacionales, el sector privado y los representantes de los jóvenes
desde la sociedad civil.
El mismo busca ser un instrumento técnico, con un
enfoque político, que responda a las necesidades de las juventudes,
y sirva para profundizar las políticas públicas de juventud con una visión
de largo plazo, dando continuidad a los esfuerzos que se han alcanzado hasta la
fecha.
Con el propósito de generar un Plan Nacional de
Juventudes integral, inclusivo, participativo y representativo de los intereses
y necesidades de las juventudes dominicanas, en su elaboración se han
incorporado diversas variables como derechos humanos, género y diversidad
social y cultural, que atienda a los enfoques generacional, de participación ciudadana,
desarrollo sostenible y protección del medio ambiente, disponibilidad,
accesibilidad, adaptabilidad y calidad.
Para validar y fortalecer la propuesta de ruta para
la elaboración de este Plan, se creó un Comité Técnico Interinstitucional,
integrado por varias instituciones gubernamentales y no gubernamentales, entre
las cuales participaron: Ministerio de la Presidencia, Ministerio de Economía,
Planificación y Desarrollo (MEPyD), Oficina Nacional de Estadística (ONE),
Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), y el Instituto de Investigación y Desarrollo
Sostenible de las Juventudes (IIDJ).
Durante la presentación, la ministra de la
Juventud, Robiamny Balcácer, resaltó que por primera vez en la historia
nacional la juventud tendrá un documento estratégico que se convierte en
consolidación de derechos adquiridos y compromiso de cumplimiento de las
iniciativas propuestas. “Por muchos años, los jóvenes dominicanos reclamaron
las políticas públicas que garantizaran que el Estado dominicano se
comprometiera con impulsar acciones que les impactaran de manera eficiente.
Esto fue una deuda, acumulada durante muchos años, con el segmento que
constituye el brazo más importante para el desarrollo de nuestra nación”,
expresó.

De su lado, el director del UNFPA para República
Dominicana y Cuba, Arie Hoekman, calificó la elaboración del
Plan como un gran logro y felicitó a la gestión del Ministerio
de la Juventud por motorizarlo, trazando las pautas de las acciones e
inversiones pendientes a favor de las personas jóvenes y
adolescentes, de manera que tengan asegurados derechos y opciones para
planear sus vidas, mantenerse saludables y productivos, aportando a la
colectividad y participando activamente en la vida política, social, cultural,
económica y deportiva.
Hoekman puntualizó que el acompañamiento del UNFPA
a este proceso reitera su compromiso con la adolescencia y las juventudes
dominicanas, cuyas necesidades, aspiraciones e ideales son centrales en su
labor. "Trabajemos en establecer una gran alianza en apoyo a la
implementación por parte de todos los sectores involucrados y en respaldo al
Ministerio de la Juventud en su rol de acompañamiento y supervisión. Tenemos la
seguridad de que con esta política y junto a los propios y las propias jóvenes,
las instituciones del Estado, las organizaciones de la sociedad civil y los
organismos internacionales, podremos contribuir a transformar el país, para no dejar
a nadie atrás", concluyó.
El contenido del Plan Nacional de Juventudes es
también el resultado de los aportes realizados por los equipos técnicos
interinstitucionales e intersectoriales que participaron a lo largo de todos
los encuentros sostenidos para el diseño de las propuestas de acción,
asegurando en gran medida la alineación con los diversos instrumentos de
políticas sectoriales existentes, así como la corresponsabilidad en las
acciones de implementación que se espera que resulten del mismo.
Está alineado con dos instrumentos de suma
importancia para el desarrollo del país: la Constitución de la República
Dominicana y la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END). En el plano
internacional, se apega a los compromisos asumidos por el Estado en cuanto a
protección y garantía de los derechos de las juventudes, muchos de ellos
plasmados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas,
la Conferencia Internacional sobre la de Población
y el Desarrollo (CIPD), y su Consenso de Montevideo (CM), y el
Pacto Iberoamericano de Juventud (PIJ).
Los objetivos plasmados por cada eje fueron:
garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promover el empleo
pleno y productivo y el desarrollo de emprendimientos inclusivos para las
juventudes y, también, garantizar una vida sana y propiciar el bienestar para
las personas jóvenes.
Asimismo, garantizar la corresponsabilidad de
las juventudes en la gestión de los asentamientos humanos de las zonas rurales
y urbanas, asegurando que sean inclusivos, seguros y resilientes para
combatir el cambio climático y sus efectos, garantizar el derecho al
acceso a la justicia y la seguridad ciudadana, bajo el principio de igualdad y
no discriminación. Igualmente, garantizar la participación efectiva de
adolescentes y jóvenes en la transformación social, en el debate público, la
toma de decisiones y en todas las etapas de las políticas públicas, sin ningún
tipo de discriminación. Además, el fortalecimiento del Ministerio de la
Juventud, como instancia rectora responsable de formular, coordinar y dar
seguimiento a la política del Estado dominicano en materia de juventud.
A lo largo del proceso consultivo y de análisis de
las realidades actuales y de las problemáticas que les afectan a las personas
jóvenes, se detectó la necesidad de contar con un Observatorio Nacional de
Juventudes, con el fin de generar conocimiento mediante estudios e
investigaciones que aborden las realidades juveniles, que facilite comprender
su entorno y visión.
Entre los hallazgos de las consultas en
los temas de salud sexual y reproductiva persisten desafíos asociados al
ejercicio de estos derechos y acceso a servicios de atención integral, incluida
la violencia en todas sus manifestaciones, que principalmente afectan a los
grupos en situación de mayor vulnerabilidad, como las mujeres y las juventudes.
Esta problemática responde a un modelo de desarrollo que, a pesar de los
esfuerzos que se llevan a cabo para implementar políticas públicas universales,
mantiene altos niveles de pobreza, desigualdad de oportunidades para vivir y
elegir una vida saludable, con garantías de protección social que no aseguran
el acceso universal a servicios públicos de calidad.

Para fines del monitoreo de las acciones se hace
necesario contar con un sistema que permita a las y los tomadoras/es de
decisiones, en los diferentes niveles de gobierno, identificar los factores
determinantes que facilitan u obstaculizan su cumplimiento. También, la
creación de un Comité Multisectorial de Monitoreo y Evaluación, el cual será
convocado desde el Ministerio de la Juventud para su entrada en vigencia.
El comité tendrá como objetivos mejorar la
efectividad de coordinación entre las diferentes instancias y entes
participantes, definir y aplicar el procedimiento adecuado para el reporte de
avances en la implementación y una metodología común de monitoreo y evaluación
que permita medir los logros e impactos de los procesos generados en materia de
juventudes.
El éxito del Plan dependerá directamente de la
eficiencia y eficacia de la colaboración interinstitucional, así como de las
capacidades de coordinación y gobernanza de la coordinación.
Sobre el desarrollo del
Plan
Se trabajaron alrededor de diez mesas temáticas,
sobre educación, participación social, medio ambiente, género, cultura, empleo
y emprendimiento, salud, deporte y recreación, cultura de paz y situaciones
especiales. Los resultados de las mismas fueron sistematizados en un documento,
que resaltaron la necesidad de transformación del sistema educativo dominicano,
apuntando a su actualización e innovación, mayor participación de los jóvenes
en los procesos de políticas públicas, mejor distribución de recursos en
materia de juventudes, incorporación de los temas de equidad de género en la
educación, reconocimiento de las diferentes expresiones culturales de las
juventudes, mejores mecanismos para el acceso al empleo, la aplicación de
un Plan Nacional de Embarazos en Adolescentes y una política especial para la
inclusión social y laboral de jóvenes en situaciones especiales, entre otros.
Se realizó una consulta virtual que contó con
34 preguntas en la que participaron más de 10 mil jóvenes. También se llevaron
a cabo las consultas sectoriales-temáticas, a las cuales se agregaron
instancias que influyen en diseño de programas y proyectos en cada sector de
manera ampliada. Luego le siguieron las consultas territoriales en cuatro
provincias estratégicas: San Juan, Santiago, San Pedro de Macorís
y el Gran Santo Domingo.
Entre los meses de julio a septiembre del año
pasado se desarrollaron cinco consultas sectoriales-temáticas, en las
que participaron 147 instituciones del sector público y privado, academias, y
la sociedad civil. En las mismas, se presentaron los nudos críticos
identificados por las juventudes en diversas consultas presenciales,
aprovechando así la información disponible a lo largo de los últimos años (END,
Foro Políticas Públicas de Juventud 2013, Foro Juventud Ahora RD 2016).
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