Dos fiscales que investigaron a Clinton defenderán a Trump en juicio político

Starr investigó a
Clinton durante más de cuatro años desde 1994 y acabó indagando en el tema que
provocó un juicio político a ese mandatario, su intento de ocultar su relación
con Mónica Lewinsky; mientras que Ray le tomó el relevo en 1999 para continuar
las pesquisas sobre ese presidente demócrata.
Ambos se unirán a
un equipo de defensa encabezado por el abogado general de la Casa Blanca, Pat
Cipollone, y por uno de los letrados personales de Trump, Jay Sekulow.
Estos dos últimos
serán los abogados principales de Trump, y según la cadena CNN, contarán
también con la ayuda de otra abogada personal del mandatario, Jane Raskin, y de
la exfiscal general de Florida Pam Bondi, que desde finales del año pasado ha
sido el rostro de la operación mediática de la Casa Blanca contra el
"impeachment", como se conoce en inglés el juicio político.
El equipo legal de
Trump se redondeará con la colaboración de Alan Dershowitz, profesor retirado
de Derecho Constitucional de la Universidad de Harvard, quien confirmó en su
cuenta oficial de Twitter que intervendrá en la fase de "argumentos
orales" del proceso de destitución.
"Participo
para defender la integridad de la Constitución y para prevenir la creación de
un precedente constitucional peligroso", escribió Dershowitz, quien
aseguró que no es "partidista" y que en 2016 votó por la candidata
demócrata, Hillary Clinton, además de oponerse en 1999 al proceso de
destitución del esposo de esta.
Sin embargo,
Dershowitz ha defendido frecuentemente a Trump a lo largo de su Presidencia en
entrevistas con cadenas de televisión conservadoras.
Se espera que
Starr y Ray intervengan también activamente en el juicio político en el Senado.
El primero de ellos comenzó en 1994 una investigación sobre la participación de
los Clinton en un negocio fracasado, la firma Whitewater de bienes raíces en
Arkansas en los años ochenta.
El negocio, que
transcurrió mientras Clinton era gobernador de ese estado, estuvo vinculado a
la quiebra de la Caja de Ahorros y Préstamos Madison, un banco de Little Rock,
capital de Arkansas, manejado por socios de los Clinton en el negocio de
Whitewater.
Starr amplió
después su investigación a todo tipo de ámbitos, como el suicidio del asesor
legal adjunto de la Casa Blanca, Vincent Foster; el despido de funcionarios que
trabajaban en la oficina de viajes de la sede presidencial y la entrega a la
Casa Blanca de algunos archivos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Pero el celo
fiscalizador de Starr se acentuó en 1998, cuando agregó la pesquisa para
determinar si el presidente Clinton había mentido o si había obstruido la
justicia para ocultar su relación con Lewinsky, un tema que motivó un juicio
político pero que acabó en la absolución del mandatario en el Senado.
En 1999, Ray tomó
el relevo a Starr para seguir indagando en el caso Whitewater, pero finalmente
anunció en 2002 que no había encontrado pruebas de que Bill y Hillary Clinton
hubieran cometido irregularidades en lo que respecta a ese escándalo
inmobiliario. EFE
Comentarios
Publicar un comentario