El que gane mayoría municipal lleva ventaja para la presidencial

Quienes nieguen esta especie de axioma político presente,
en los hechos están admitiendo que perderán palmariamente las elecciones
municipales de febrero.
Es como pensar que el fracaso de un ejercicio
militar que precede a la toma por asalto de un nido de ametralladoras emplazado
por un ejército regular y que se propone atacar una fuerza irregular, no da una
idea del resultado real del combate.
Si el ensayo en frío es un fracaso, ¿qué esperas
cuando vayas a confrontarte al fuego real con el enemigo erguido y esperándote?
¡Peor fiasco y muy costoso! Oiga hermano: si el ejercicio preliminar
(elecciones municipales) sale mal (es una derrota), no sea iluso; prepárese
para un mayor fracaso en la ejecución de la operación final (elecciones
presidenciales y legislativas) porque allí lo van a aplastar, sin ninguna duda.
Esa realidad es la que explica por qué el partido
de Leonel Fernández no concita el apoyo popular y mucho menos del empresariado,
cuyas figuras más conspicuas ya no tienen rubor en hablar por teléfono con
figuras públicas acerca de la “locura” de ese político, de querer volver a
gobernar a un país muy diferente al del pasado.
Intentar separar el resultado municipal de febrero
de la expectativa de victoria presidencial y legislativa de mayo, es una
falacia insostenible que se tornará en pesadilla para quienes sueñan con dar
sorpresas sin tener atributos populares ni vida consagrada a esa causa.
Los derrotados de febrero quedarán peor en mayo
porque son las mismas propuestas electorales y los mismos electores... ¡no hay
tu tía!
De encuestas y cuentos
Quienes leen mis garabatees que se pasan por
análisis, saben que yo no tomo en cuenta y mucho menos comento encuestas. ¡Para
nada! Solo respeto las de Dorín Cabrera porque el tío tiene una pericia
sinigual y conoce su oficio y a su país.
Mis opiniones surgen del cuadro que me formo de
vivir en contacto permanente con la gente de los barrios, de las ciudades y los
campos, recibir información, confrontarla y tratar de determinar su valor antes
de usarla para vaticinar o sugerir.
Pero no niego que cuando publican las encuestas,
las leo como novelas de vaqueros, y sin duda me divierto.
La última que vi publicada en algunos diarios el
miércoles 15 de este mes registra que la “fuerza” de Leonel, que él mismo
considera que es del pueblo en alusión clara y directa a su franquicia
@somospueblo, lo manda a un lejano tercer lugar. ¿Cómo va a ser si es un líder
tan carismático?
Ese es su puesto a pesar de los desaciertos del
Partido Revolucionario Moderno (PRM) que renunció voluntariamente a ser el eje
opositor, para convertirse en socio activo del leonelismo, a tal punto que ya
van con documentos comunes a la JCE a montar presión, como lo hicieron Orlando
Jorge Mera y Manuel Crespo, el pasado martes.
¿De dónde crecerá el PRM?
Por ese camino, el PRM no puede crecer, porque ¿de
dónde va a sacar votantes?
No los va a sacar del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD) porque cualquier peledeísta disgustado muy probablemente se
iría para el partido pueblo de Leonel, que constituye la espuela amellada del
gallo morado.
Tampoco se los va a sacar al partido que
“políticamente” le cedió Peñita Florián a Leonel porque el expresidente se
postula en competencia con Luis Abinader (del PRM) para la presidencial,
precisamente buscando el voto anti-PLD.
Los reformistas, pecudeístas y vinchistas ya apoyan
a Leonel, junto al Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), que dirige el
correcto ciudadano José Francisco Peña Guaba, hijo mayor del doctor José
Francisco Peña Gómez. ¡Feliz año, José Frank!
A Abinader solo le queda el “yo era” líder de la
oposición porque no tiene fuerzas reales para hacer coaliciones, a pesar de que
la Alianza por la Democracia (APD) y el Frente Amplio recrean a su lado las
ideas progresistas de un candidato presidencial que no condenó el golpe de
Estado en Bolivia, dando, por omisión, credenciales tan conservadoras como
entreguistas al poder imperial que lo materializó. ¡Viva la unidad progresista!
Cuenta Abinader con el respaldo del Partido
Humanista Dominicano (PHD), el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) y
Dominicanos por el Cambio (DxC), y se acabó.
¿Con esas fuerzas se puede derrotar al PLD, al
gobierno y particularmente a Danilo Medina en las elecciones municipales y
luego en las legislativas de febrero y mayo próximo? ¡No mi tío! Eso anuncia
derrota por los cuatro costados.
Los cuadros se ausentan
Hace algunas semanas que no veo por ninguna parte
al Estado Mayor de Leonel en la división del PLD pujando como lo hacía antes.
¿Qué raro que nadie ve a Franklin Almeyda, a Bauta
Rojas, a mi admirado amigo Radhamés Jiménez (que no parece leonelista, para
nada) ni a los diputados Rubén Maldonado y Henry Merán? ¿Están cansados o saben
lo que viene?
Por favor, no dejen solo al líder que los acaba de
orientar sobre el conflicto Irán-Estados Unidos, pero nada dice sobre su
derrota inminente y muy advertida, al menos por mí, en las dos elecciones que
ahí vienen.
En periodismo eso se llama “afganistanismo”, lo que
es igual a decir: ante lo indeseable de lo que es noticia de aquí, publico lo
que viene de Afganistán, que a nadie le importa por lo lejano del territorio y
la diferencia de cultura.
Una gaviota que augura derrota planea sobre el
leonelismo y arrastra al PRM, por tontos e improvisados políticamente hablando
que son los perremeístas.
¡Cuando pase la tempestad, contaremos las
estrellas!
Fuente: www.listindiario.com.do
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