Perú se queda sin presidente y con un Congreso a la deriva
Lima, Perú.- Perú comenzaba la semana sin presidente ni dirección en su Parlamento tras la renuncia del mandatario interino, Manuel Merino, en medio de protestas que dejaron dos muertos y más de 100 heridos.
Los parlamentarios no lograron elegir el domingo a
uno de sus 130 miembros para que se convirtiera en el cuarto presidente desde
2016 y reemplazara a Merino, que sólo gobernó seis días.
“Estamos en un vacío de poder grave”, dijo a la
radio RPP la constitucionalista Beatriz Ramírez. Los congresistas tampoco
lograban elegir a los tres miembros directivos que dirigen los debates.
La crisis política empezó el lunes 9 de noviembre
cuando el Congreso acusó y destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra,
por cargos de corrupción sin pruebas concluyentes.
Merino lo reemplazó, pero su gobierno fue impopular
desde el primer momento y provocó protestas multitudinarias. La policía
desplegó una violencia extrema con los manifestantes y dos fueron asesinados a
tiros. Eso provocó que 13 de sus 19 ministros abandonaran a Merino. Los
militares también le restaron su apoyo.
Sin legitimidad, Merino renunció la madrugada del
domingo y Vizcarra, un político popular porque inició una cruzada
anticorrupción en 2018, reapareció en escena reclamando que el Tribunal
Constitucional definiera si su destitución era legítima.
Merino calificó de “ladrón” a Vizcarra, pero el domingo
éste le devolvió el improperio y lo llamó “dictadorzuelo”. Vizcarra tiene
prohibido salir del país por 18 meses mientras un fiscal lo investiga por
supuestamente recibir más de 630.000 dólares por otorgar dos obras de
construcción hace seis años, cuando era gobernador de una pequeña provincia del
sur de Perú.
Vizcarra fue destituido según una vaga cláusula de
la constitución del siglo XIX, que según los expertos puede usarse al antojo de
quien la invoque. Aunque en su origen aludía a trastornos mentales de los
dignatarios, ahora muchos interpretan que puede aplicarse a casos de
corrupción.
La fuerte inestabilidad ha golpeado a un país muy
afectado por la pandemia del nuevo coronavirus y los analistas políticos
afirman que la crisis constitucional ha puesto en peligro la democracia del
país.
“Creo que esta es la crisis democrática y de
derechos humanos más grave que hemos visto desde Fujimori”, señaló el analista
Alonso Gurmendi refiriéndose al gobierno turbulento del expresidente Alberto
Fujimori (1990-2000).
La noche del sábado, la policía reprimió a miles de
manifestantes que repudiaban a Merino. La Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos informó de 112 heridos.
Los dos manifestantes muertos eran una evidencia de
la brutalidad policial, que también provocó heridos entre la prensa. Jack
Pintado, de 22 años, recibió 11 disparos, incluso en la cabeza, mientras que
Jordan Inti Sotelo, de 24, recibió cuatro golpes en el tórax cerca del corazón.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron ante
la fiscalía como autores mediatos de asesinato agravado a Merino; a su primer
ministro, Antero Flores-Aráoz, al ministro del Interior y a varios jefes
policiales.
Los defensores de los derechos humanos reportaron
además el empleo de gas lacrimógeno cerca de iglesias y hospitales. “Estamos
documentando casos de brutalidad policial en el centro de Lima”, escribió en
Twitter el sábado José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human
Rights Watch. “Todo indica que la represión contra manifestantes pacíficos se
está intensificando”.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dijo en
un comunicado que los uniformados “pondrán todos sus medios y capacidades en la
defensa de su pueblo y del Estado de derecho”.
La noche del domingo, los manifestantes con
camisetas y banderas rojiblancas colocaron velas, flores y postales en honor de
los dos jóvenes asesinados frente al Parlamento, pero también regresaron a sus
hogares sin conocer al nuevo presidente. Las tarjetas mostraban frases como
“Sangre derramada, jamás será olvidada”, o “De luto, pero jamás en silencio”.AP
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