La dominicana Ana Julia Quezada fue condenada
este lunes a prisión permanente revisable, la pena más
elevada que se aplica en España, por el asesinato
del niño Gabriel Cruz, de ocho años, hijo del hombre que entonces era su
pareja.
La sentencia de este caso, que conmocionó el año pasado a la sociedad
española, fue dictada por un tribunal de Almería (sureste) después de que un
jurado popular la declarara culpable el pasado día 19 y los magistrados,
además, añaden que cometió el delito con alevosía y la agravante de parentesco.
Asimismo,
imponen a la condenada el pago de indemnizaciones por daños morales a los
padres del menor en la cantidad de $245,000 a cada uno de ellos.
Tampoco podrá
acercarse a ellos a menos de 500 metros por un periodo de 30 años. Junto a
ello, tendrá que abonar los gastos ocasionados al Estado en las labores de
búsqueda del menor, que ascienden a la suma de $218,700.
La sentencia recoge el veredicto de jurado popular, que había declaró
probado que la mujer mató de manera "intencionada y súbita" al niño
en una finca de campo de la provincia de Almería (sureste español).
En su resolución, consideraron probado que,
de forma intencionada, súbita y repentina, la mujer golpeó al niño y después,
"procedió la acusada, con sus propias manos a taparle la boca y la nariz
con fuerza, hasta vencer su resistencia y provocar su fallecimiento" por
asfixia.
El menor murió el 27 de febrero de 2018, el mismo día de su
desaparición, pero su cadáver fue encontrado en el maletero de un coche que
conducía Quezada el 11 de marzo.
Quezada siempre defendió que mató al niño de forma involuntaria, ya que
según su versión le tapó la boca para intentar callarle mientras le gritaba
insultos denigrantes y no se dio cuenta de que lo estaba asfixiando.
Tras
matarlo, lo enterró de forma provisional y al cabo de unos días lo desenterró
para llevarlo a otra zona, ya que tenía miedo de que el punto de la primera
inhumación fuera registrado.
Sin embargo, los agentes de la Guardia Civil, que ya sospechaban de
ella, la siguieron y la detuvieron cuando transportaba el cuerpo en su
automóvil.
Hasta entonces, la
condenada había mantenido silencio y participado en la búsqueda del menor que
las autoridades emprendieron y que se prolongó durante doce días de angustia
para su familia.
Por ello, también fue hoy condenada por dos
delitos de lesiones psíquicas cometidos en las personas de los padres del
menor, a tres años de prisión en la persona del padre, por la concurrencia de la agravante de parentesco, y a dos años y
nueve meses de prisión en la persona de la madre.
Quezada es la primera mujer condenada en España a prisión permanente
revisable, desde que se estableció esta condena en 2015, fruto de una reforma
del Código Penal, ya que los otros diez condenados hasta ahora han sido hombres. EFE
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