Bolsonaro insiste en privatizar Eletrobras mediante proceso de capitalización
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, entregó este martes personalmente al Parlamento una propuesta para avanzar en la capitalización de la empresa eléctrica Eletrobras y afirmó que su agenda de privatización “continúa a todo vapor».
El proyecto apunta a
promover un modelo de capitalización de la mayor empresa eléctrica del país a
través de la oferta de acciones en la Bolsa de Valores de Sao Paulo, en un
monto no precisado pero que le entregaría el control de la compañía al sector
privado.
La entrega de esa
propuesta al Congreso ocurre en momentos en que en el mercado financiero existe
una gran desconfianza en torno a la real intención del Gobierno de liberar la
economía y reducir el peso del Estado en todas las actividades productivas.
El malestar del
mercado responde a la decisión de Bolsonaro de destituir al presidente de
Petrobras, el economista Roberto Castello Branco, y sustituirlo por el general
y exministro de Defensa Joaquim Silva e Luna.
Sin embargo, la
intención de Bolsonaro deberá ser ratificada por el Consejo de Administración
de la petrolera, estatal cuyas acciones cotizan en las bolsas de Sao Paulo,
Nueva York y Madrid, donde esos papeles se han derrumbado por lo que los
agentes financieros consideran una “injerencia” en los negocios de la compañía.
La decisión de
promover cambios en Petrobras fue tomada por el mandatario después de que
gremios de camioneros amenazaron con ir a la huelga, como hicieron en mayo de
2018, en protesta por las alzas continuas del precio de los combustibles, que
la empresa atribuye a los vaivenes de los mercados internacionales de crudo.
En lo que fue
interpretado como un mensaje a los mercados, el mandatario aseguró al entregar
el proyecto relativo a Eletrobras que su Gobierno pretende “achicar el Estado y
disminuir su tamaño, para que la economía pueda dar la respuesta que la
sociedad precisa».
El proyecto, sin
embargo, no difiere mucho de otros presentados al Parlamento desde 2016 y que
no han sido aprobados debido a serias disputas políticas en el Legislativo, que
en el caso de Eletrobras debe avalar la privatización de la compañía.
La propuesta,
básicamente, apunta a promover un proceso de capitalización mediante un aumento
de capital en el que Estado se abstendría de participar, lo cual abriría el
camino para que los accionistas privados pasen a ejercer el control de la
compañía.
El proyecto incluye compromisos de inversiones y cambios en los
contratos de suministro eléctrico de la compañía, que se alejaría del actual
modelo de tarifa regulado, todo lo cual pudiera suponer aumentos de precios en
el servicio.
Los planes de
privatización de Bolsonaro, que contemplan el traspaso al sector privado de un
centenar de estatales, han tropezado sin embargo con el poco interés de los
inversores, que fue menor incluso durante el último año, en el que la economía
del país se sumergió en una profunda crisis debido a la pandemia de covid-19.
Según los cálculos
oficiales y del mercado financiero, en 2020 la economía brasileña se derrumbó
en torno al 4,5 %, aunque para este año se espera un rebote y un crecimiento
cercano al 3 %.
De todos modos, el
ministro de Economía, Paulo Guedes, ha dicho que esa proyección depende de que
haya “una inmunización en masa” de la población, lo cual no está garantizado,
entre otras cosas, por la dificultad que existe en el mercado internacional de
vacunas. EFE
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