Los invisibles de RD; más de 1millón de discapacitados sufren discriminación
He sido discriminada por personas que me han dicho que yo no seré capaz de atraer a ningún tipo de hombre porque no soy atractiva. He sufrido y me preguntan para qué estoy estudiando. He presentado obstáculos en establecimientos públicos y privados porque no me facilitan la entrada. He tenido que vivir de la compasión de los demás sin yo pedirla.
Esas fueron las palabras de Aylin Fidel, las cuales penetraron a lo más profundo del corazón de quienes participaban en la campaña: “El Día de los Invisibles”, organizada por la Red Iberoamericana de Entidades de Personas con Discapacidad Física y sus entidades miembros.
Su tartamudez y discapacidad físico motora no la amilanan, a pesar de ser una víctima permanente de las burlas. “Eso no me ha impedido ser una persona productiva para mi sociedad. Sigo estudiando, incursiono en la música y defiendo los derechos de las personas con discapacidad”, señala Aylin, quien tiene 18 años de edad.
Otros muchos como ella sufren la exclusión y segregación social. Narran que cuando llegan a cualquier lugar las personas miran la silla de ruedas o el bastón y no a ellos. Sienten que no son tratados como seres humanos que tienen los mismos derechos laborales y educacionales, de acceso a la participación pública y política y al libre tránsito, entre otros.
“Soy Deuris, con 24 años. Soy ingeniero electromecánico y fui despedido tras adquirir una discapacidad durante mi jornada laboral”. “Mi nombre es Eladia. Durante mi embarazo fui discriminada por el personal de salud, debido a mi discapacidad”. Esos son dos de los miles de testimonios de personas que tienen una condición de discapacidad (visual, físico motora, auditiva, intelectual, mudez) y que con fuerza de voluntad enfrentan las burlas de los que se sienten “normales” y las incomprensiones del Estado y del sector privado que no respetan la Constitución ni las leyes.
Según datos del Censo de 2010 ofrecidos por la Oficina Nacional de su Estadística (ONE), el 12.41% de la población total del país vivía con algún tipo de discapacidad, para un total de 1,160,847 personas. La proporción de mujeres con esta condición era superior a la de los hombres en 12 puntos porcentuales. La proporción aumenta con la edad, teniendo mayor prevalencia en las edades avanzadas entre los 45 y 60 años.
“No somos invisibles. Queremos ser productivos, podemos, queremos y somos un motor más para nuestra sociedad. Invisibles son 10 letras que deberían desaparecer de las vidas de las personas con discapacidad. Es el momento de dejar de ser invisibles e incorporarnos a la sociedad como personas activas, con todos nuestros valores y capacidades”, expresó la Red Iberamericana de Entidades de Personas con Discapacidad Física en un acto de “El Día de los Invisibles”.
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