Largas filas, pagar más de 250 dólares y desinformación: el panorama de venezolanos que piden visa a RD

Esa incertidumbre
e inseguridad colmó a decenas de venezolanos que abarrotaron la primera planta
del edificio donde se ubica la embajada dominicana en el país sudamericano,
ante las nuevas políticas migratoria de República Dominicana.
Ante estas
circunstancias, conversamos con una ciudadana venezolana que, a pesar de haber
comprado su pasaje en agosto para viajar hacia República Dominicana a finales
de diciembre, tuvo que adherirse a las nuevas normativas impuestas por el
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con un pasaje para
el 22 de diciembre, comprado con cuatro meses de anticipación y con la idea de
reencontrarse con su familia, Ana Julia, como llamaremos a la protagonista de
esta historia, narra sus peripecias a partir del pasado lunes 9, fecha en la
cual conoció la noticia sobre la exigencia de obtener visado para entrar a
territorio dominicano.
Tomando en
consideración el costo de la visa, y la obligatoriedad de adquirir un seguro
para venir a República Dominicana, vendido en el mismo consulado, el total a
pagar por el trámite (sin tener en cuenta el pasaje de avión, tarjeta de turista
y otros gastos o impuestos) es de 250 dólares, lo que se traduce a 11,801,000
bolívares venezolanos, según la tasa de cambio actual.
La noticia de la
imposición de visa causó revuelo en territorio venezolano, cuyos ciudadanos
hasta el momento del anuncio, el pasado 9 de diciembre, no requerían del
permiso para ingresar a suelo dominicano. Ana explica que lo más preocupante en
un principio fue que no se ofrecía detalles sobre cómo obtener el visado: “No
había información sobre cómo hacer el trámite, mucho menos de los costos”,
explicó a Listín Diario.
Ante este
desconocimiento, la mujer decidió dirigirse al consulado dominicano, ubicado en
el segundo piso de un centro de oficinas empresariales en Caracas.
Al llegar al
lugar, observó como la planta baja de esta estructura estaba repleta de
personas buscando información, pero con la imposibilidad de subir hacia el
consulado y, por ende, conocer las exigencias y requisitos para poder viajar.
Con el paso del
tiempo, comenta que bajó un funcionario del consulado, el cual en primera
instancia se vio acorralado ante la ola de personas con muestras de
incertidumbre y desesperación que se le abalanzaron en búsqueda de información.
“El hombre estaba
tan acorralado de gente que amenazó con subir a la oficina y no dar información.
Los que estábamos ahí intentábamos hacer fila para que el funcionario fuera
caso a caso respondiendo inquietudes, pero fue imposible. Más podía la
incertidumbre de la gente.”, relata Ana.
Poco después, y
para el alivio temporal de los venezolanos, les comenzaron a pasar hojas con
los requisitos para obtener el visado dominicano, pero en ese momento nadie se
percató de los costos exigidos para viajar.
En un principio,
la mujer comenta que todos los presentes fijaron sus ojos en el pago de 100 dólares,
efectivo o vía depósito en un banco dominicano, que debía de realizarse para el
trámite. Señala que en ese instante “nadie había prestado atención al tema del
seguro”.
“Al día siguiente
(martes), comenzaron a decir que el seguro es obligatorio. Cuesta 150 dólares y
con la empresa que ellos indican, denominado como Garantía Migratoria
Internacional”, que tiene un portal de internet con la siguiente dirección:
Gmi.do.
Los dolores de
cabeza continuaron ya que de acuerdo a los formularios la información no
especificaba si el trámite del seguro podía hacerse en familia (porque cada
dependiente son 30 dólares) y, luego de confirmarse la obligación de
adquirirlo, la página colapsó y no llegaron las planillas. “Fue un verdadero
desastre”, manifiesta la mujer.
Un día después
(miércoles 11) y ante el desorden entre informaciones y personas, la mujer
explica que varias personas en el lugar decidieron formar una lista de manera
organizada para “asegurarse” de que los atendieran el jueves.
A los
organizadores de esta lista les dieron “papelitos con números” según el orden
establecido, para ser atendidos, pero los dejaron “relegados”.
“El jueves 12 la
fila era bastante larga y era molesto porque empezaba a llegar gente que
viajaba el 16, entonces le daban prioridad a esas personas y los que estábamos
organizados nos dejaron relegados”, relata.
Luego de muchas
idas y vuelta, la Ana Julia dice que logró subir a la oficina del consulado y
que prometieron darle respuesta entre el lunes y martes de esta semana, pero,
mantiene la incertidumbre de saber si podrá viajar a ver sus familiares el
próximo 22 de diciembre.
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