Latinoamérica debe aprovechar a sus jóvenes y evitará revueltas, dice experto

Latinoamérica podrá evitar las
revueltas si aprovecha la juventud de su población y explota el potencial de su
dividendo demográfico derivado de las épocas de alta natalidad para
"desarrollar la economía y la sociedad", dijo a Efe el académico español
Rafael Puyol Antolín.
"No es de
extrañar que de vez en cuando se produzcan estallidos sociales de la
envergadura que se están produciendo no solo en Colombia sino en Chile, Bolivia
y Ecuador", apuntó el actual presidente de la Universidad Internacional de
La Rioja (UNIR).
Con el eco de
las protestas contra el Gobierno de Iván Duque en Bogotá, el también exrector
de la universidad Complutense de Madrid (entre 1995-2003) planteó en una
entrevista con Efe algunos desafíos que desde la demografía, su especialidad,
se trazan en la actualidad.
Latinoamérica
en conflicto
Puyol explica
que la ola de protestas responde, en parte, a una juventud desatendida y sin
oportunidades que podría convertirse "de verdad en un dividendo
demográfico que permitiría desarrollar la economía y la sociedad".
"Todavía
sigue ahí una masa de jóvenes que podría ser un valor muy positivo para el
desarrollo económico si tuviese por un lado la formación y por otro las
oportunidades laborales para poder actuar como dividendo demográfico",
explicó.
Apuntó que en
Latinoamérica persisten "dificultades" en el mercado laboral que se
traducen en "informalidad, desempleo y falta de puestos adecuados"
para "unos jóvenes que aspiran a recibir un salario digno".
Natalidad
y envejecimiento
El presidente
de UNIR expuso que Latinoamérica todavía tiene una población relativamente
joven aunque "el proceso hacia un envejecimiento demográfico ya se ha
iniciado".
"Latinoamérica
tendría que mantener unos niveles razonables de natalidad y de envejecimiento,
y está en condiciones de hacerlo. No debería de llegar a los niveles de los
países europeos", afirmó.
Según el
experto español, "ningún país de la Unión Europea es capaz de renovar sus
generaciones. Eso quiere decir que todos tienen menos de 2,1 hijos por mujer
que es el umbral para renovar esas generaciones".
A esto se suma
el hecho de que los países europeos están "ya aproximadamente en un 20 %
de población de 65 años o más", en tanto que "crece muy
significativamente la población de 80 años".
Números
ideales para Latinoamérica y migración
Rafael Puyol
aclaró que "no es bueno" mantener los valores de seis y siete hijos
por mujer, "pero bajar por debajo de dos tampoco", ya que "va a
provocar todos estos problemas de las pensiones, del mercado laboral, de los
gastos sanitarios, de la discapacidad, de la dependencia".
Dijo que lo
ideal es que "Latinoamérica lograse niveles de fecundidad en torno al
nivel de reproducción que está entre los 2 y 2,5 hijos por mujer y que no
llegase a niveles de envejecimiento del 20 %", para "el futuro de la
demografía, de la economía y de las propias sociedades".
Frente a la
ola migratoria en Latinoamérica derivada principalmente de la crisis
venezolana, comentó que en ocasiones es un "problema añadido" tanto
para el frágil mercado laboral de los países de acogida como para la fuerza
laboral futura de los emisores, ya que "repercutirá en unos niveles de
fecundidad y del número de hijos medio por mujer".
El
reto de las pensiones
Para el doctor
en Geografía español, el impacto de este envejecimiento gradual de la población
se reflejará en las pensiones.
En Europa,
explicó, el modelo imperante hasta los años 80 del siglo pasado fue el que se
inventó Bismarck en el siglo XIX que consistía en el llamado sistema de
reparto.
En este las
personas que cotizan pagan las pensiones de quienes les han precedido en el
mercado del trabajo, lo cual funcionaba cuando había una "esperanza media
de vida de 40 años como la que habría en la época de Bismarck" y "el
pago de la pensión se producía a los 65 años".
Pero resulta
que "cada vez hay más jóvenes en el mercado laboral que cotizan" y
"más personas mayores que están jubiladas y que viven más años esa
jubilación", con lo cual "se produce un desequilibrio".
Por
consiguiente, en "la mayor parte de los países europeos el viejo sistema
de reparto" está "derivando hacia otros modelos de pago de las
pensiones", un cambio que "tarde o temprano acabará llegando" a
Latinoamérica.
La
pensión de los "millennials" y la informalidad
Cuestionado
acerca de si los "millennials" de Latinoamérica lograrán obtener una
pensión tal y como van las cosas, contestó que "con las reformas adecuadas
sí, sin las reformas claramente no, eso también lo digo en España".
"Los
'millennials' españoles con el sistema actual tal y como está evolucionando no
podrán tener una pensión digna, verán reducidos los ingresos de su pensión, lo
que llamamos la tasa de reposición", manifestó.
En estos
momentos, agregó, la tasa de reposición en España es del 80 % en promedio,
"eso significa que una persona cobra una pensión equivalente al 80 % del
último sueldo que percibía como activo".
De acuerdo con
el experto, en Latinoamérica "lo que es más que probable" es que si
se mantuviese como único sistema de pensiones el modelo de reparto "eso
irá cayendo al 60, al 50, al 40 %".
"Si por
el contrario se introducen las reformas adecuadas", basadas en sistemas
mixtos, "yo creo que los 'millennials' y las otras generaciones jóvenes
que vienen detrás podrán aspirar mañana a cobrar una pensión digna",
apuntó.
No obstante,
insiste en que primero habrá que resolver los altos niveles de informalidad
laboral, un factor que a su juicio es el más problemático de Latinoamérica, así
como garantizar el acceso a la educación para contrarrestar el fenómeno de los
ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan. EFE
Comentarios
Publicar un comentario