El presidente de Haití reitera llamado al diálogo a la oposición

"Para que las
promesas lleguen, debe haber acuerdo. Este es un país que se desgarró y
fraccionó. Todo el mundo tiene un proyecto para salvar a Haití, pero se niegan
a unirse para hacerlo", dijo el gobernante durante una ceremonia en el
Palacio Nacional.
El jefe de Estado,
con 2 años y 9 meses en el poder, pidió a los "guardianes y
herederos" del sistema para que le den una oportunidad al país.
"La unión y
la convivencia son los mayores regalos que podemos dar a esta generación. Es en
el diálogo donde podemos encontrarla para vivir juntos. Me gustaría que las
soluciones satisfacieran a todos. Si hay que tomar decisiones difíciles yo las
tomaré, porque lo que queda pertenece al pueblo", dijo Moise.
Desde marzo de
2019, tras la dimisión del primer ministro Jean Henry Céant, Haití no ha tenido
un Gobierno legítimo. Dos primeros ministros nombrados posteriormente por el
Ejecutivo no lograron el voto favorable en ambas cámara del Parlamento.
Moise acusó al
Legislativo de no votar el Presupuesto de la Nación del período 2018-2019, que
incluía una partida de 40 millones de dólares para las elecciones dirigidas a
renovar un tercio del Senado y la ley electoral, a pesar de las diversas
convocatorias extraordinarias.
El gobernante, en
ese orden, calificó de "inadecuada" la Constitución del país.
"Sí, yo fui
el que no organizó las elecciones. La Constitución se lo pide todo al
presidente, pero no le ofrece nada. Las reformas son esenciales. Las reformas
deben hacerse en el país, en la administración pública y en los contratos
firmados entre el Estado y las instituciones. Estoy comprometido con las
reformas, pero no con el poder", insistió.
El presidente
denunció las cláusulas de confidencialidad de estos contratos y pidió que se
hicieran públicos todos los convenios firmados por el Estado.
"Tienes que
poner orden en el desorden. El Estado es sagrado. Es solemne", enfatizó,
recordando que el país ha estado enfrentando turbulencias durante los 216 años
de su historia.
Hace tiempo que
existe un clima de inseguridad en el país. Grupos de bandas armadas controlan en
algunas partes de la capital, entre ellas la barriada Bel-Air, donde unas 15
personas fueron masacradas. Varios sectores de la vida nacional afirman que
algunas bandas armadas son financiadas por sectores enquistados en el poder.
"Los bandidos
no pueden tener más fuerza que el Estado. Esto no existe en ningún país. Las
vidas de las personas que han elegido la violencia no son largas. Estoy
luchando contra un gran azote, que es la inseguridad. Hay muchas personas que
la alimentan para resolver sus problemas personales. Los bandidos son peores
que los demonios que destruyen a tus hijos en tu casa", dijo el
presidente.
Expuso que esta
semana encabezó una reunión con el Consejo de Ministros ampliado y otra con el
Consejo Superior de la Policía Nacional para tratar sobre las medidas que deben
adoptarse para combatir la inseguridad.
Las bandas armadas
controlan territorios en todo el país, limitando el movimiento de ciertas
poblaciones. Las guerras entre bandas armadas son muy frecuentes. En las
carreteras nacionales, los hombres armados retienen a ciudadanos para pedir
rescate. EFE
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