Lo último en Baltimore: Se levanta el toque de queda
Imágenes de televisión local mostraban
una gran presencia policial en esa intersección el miércoles por la mañana, así
como equipos de trabajo que cubrían con tablones las ventanas de la farmacia
CVS incendiada en los disturbios del lunes. Las escuelas tenían previsto
reabrir el miércoles por la mañana.
Gregory Thornton, director ejecutivo
de Escuelas Públicas de Baltimore, dio las gracias en un aviso colocado en el
sitio de internet del sistema escolar a los estudiantes que evitaron la
violencia y los actos delictivos el lunes.
Pero también condenó a los que se
sumaron a los disturbios, afirmando que se responderían de sus actos.
Las personas detenidas en Baltimore
durante el estado de emergencia podrían tener que esperar más de lo normal
antes de comparecer ante un tribunal de distrito. Por lo general, la ley del
estado requiere que los detenidos sin orden judicial comparezcan ante un
funcionario judicial en las 24 horas siguientes a su detención. Pero dentro de
las medidas del estado de emergencia declarado el lunes por el gobernador Larry
Hogan tras los disturbios en la ciudad, ese plazo se extendió a no más de 47
horas.
La medida estaba incluida en una carta
que envió el martes el gobernador a la juez Barbara Baer Waxman, la juez
administrativa para el Tribunal del Distrito de Baltimore. “Este ejercicio de
mi autoridad es necesario para proteger la seguridad pública y abordar los más
de 200 arrestos realizados por el departamento de policía de Baltimore y otras
fuerzas de seguridad”, indicó Hogan en la misiva, de la que Associated Press
obtuvo una copia.
El martes por la noche, la policía de
Baltimore detuvo a un hombre que vestía una camiseta de Wu-Tang Clan por
infringir el toque de queda, que entraba en vigor a las 10 de la noche, en el
lugar donde se produjo la manifestación del martes. La policía le esposó con
una cinta de plástico y le detuvo sin incidentes. El hombre, que declinó dar su
nombre, dijo que se les detenía por estar en la calle a esa hora porque había
tenido problemas con su auto. Dijo no sentir resentimiento por los agentes.
“Hacen su trabajo”, dijo.
Los agentes lo colocaron en un furgón
de transporte de prisioneros y le indicaron que le llevarían unas dos millas
más allá, a la oficina central.
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