La ruta de venezolanos con VIH, otro drama prioritario para América Latina
Cerca de
8.000 venezolanos portadores del VIH han abandonado su país por la crisis en
búsqueda urgente de tratamientos antirretrovirales, un drama que, según
alertaron expertos a Efe, requiere de hojas de ruta para su atención como parte
del reto migratorio que vive América Latina.
La situación en Venezuela ha generado que quienes padecen
VIH tengan que buscar ayuda por fuera o esperar en una lista a que el sistema
de salud pueda darles antirretrovirales, que no llegan ante la falta de
insumos.
Miguel Subero, originario de Valencia (Venezuela), que
ahora reside en México y a quien hace 6 años le detectaron el virus, cuenta que
los protocolos para informar y asesorar a los pacientes no es el adecuado en su
país de origen.
"Yo fui a una consulta por un problema de piel y me
dijeron que debía practicarme más pruebas. En un laboratorio de mi universidad
me los realicé y cuando leyeron el resultado, de manera muy fría y delante de
mucha gente, me dijeron que tenía el virus", dijo.
Subero, que ahora brinda atención psicológica a personas
con VIH y es coordinador de la Red de Regional de Jóvenes con VIH de América
Latina y el Caribe, tuvo que desplazarse hasta Caracas, en donde solo le
garantizaron cuatro meses de tratamiento.
"Después de eso me dijo el doctor que solo me podía
dar tres cajas del medicamento que habían vencido y solo podían funcionar un
tiempo más porque la molécula se va degenerando. Te dicen: es lo que hay",
se lamentó.
Muchos pacientes venezolanos con VIH no consiguen
consultas médicas porque el sistema no tiene el tratamiento y por eso Subero
partió hacia Colombia y llegó a Medellín, en donde al no tener papeles de
residencia, aumentaron las dificultades para acceder al antirretroviral.
"Un amigo me ayudó a conseguirlos y tenía que pagar
200.000 pesos (57 dólares) para adquirirlo. Quien me lo vendía también padecía
VIH pero él había decidido no tomar el tratamiento. Eso hizo que me sintiera
tan mal, pero al mismo tiempo pensaba en mi vida", comentó Subero.
Luego de un tiempo en Colombia y trabajando en un
geriátrico pudo conseguir el dinero para viajar a México, en donde a través del
Programa Santuario de Clínica Condesa accedió a los medicamentos.
"En México pude conseguir el antirretroviral pero
también necesitaba trabajar y comer, así que al casarme todo se
solucionó", comentó este venezolano, que a sus 25 años es licenciado en
psicología clínica y hoy busca visibilizar no solo su caso sino el de todos los
jóvenes que padecen VIH en la región.
Venezuela: no se sabe qué pasa con el VIH
Se estima que cerca de 80.000 de los 120.000 venezolanos
con VIH-Sida no reciben tratamiento en ese país.
Manuela Bolívar, diputada en el Parlamento venezolano por
el partido opositor Voluntad Popular, afirmó a Efe que desde hace cuatro años
no existen los reactivos para realizar los controles y saber el estatus de la
carga viral.
"Tienen que recurrir a laboratorios privados, donde
es altamente costoso realizar estas pruebas. Solo hay disposición de un 40 %
del tratamiento que provee el Fondo Global", lo que representa un 60 % de
desabastecimiento para atender el VIH.
Subero también indicó que la vulnerabilidad es muy alta
pues se calcula que "un 16 % de los jóvenes entre 15 a 25 años en
Venezuela tiene VIH".
La ONG Stop VIH calcula que entre 300.000 y 1.200.000
venezolanos podrían estar infectados sin conocer de su padecimiento u
ocultándolo.
Los receptores para tratamiento
Colombia, Perú, Brasil y México son algunos de los países
receptores de venezolanos, entre los que se encuentran quienes buscan
tratamientos antirretrovirales.
En Perú hay 1.500 migrantes venezolanos que reciben el
tratamiento gratuito que otorga el Estado a los portadores del VIH, mientras
que en Brasil, aunque no se conocen datos exactos, cualquier migrante o
refugiado puede acceder a la atención pública.
Según cifras del Ministerio de Salud en Colombia hay
147.000 personas con VIH, de las cuales 1.400 son migrantes venezolanos.
Mientras en Ecuador, donde no hay datos consolidados
sobre la población venezolana, el Gobierno estima que hay cerca de 500
ciudadanos extranjeros viviendo con VIH que están con tratamiento.
La Clínica Condesa en México, especializada en atención a
pacientes con VIH en la Ciudad de México, atendió a 941 pacientes reportados
como extranjeros, de los cuales 26,3 % son venezolanos.
Las respuestas ante la crisis
"Hoy quien tiene VIH y está fuera de estas fronteras
requiere ayuda y es necesario entender que los venezolanos no son meros
migrantes sino refugiados", afirmó Bolívar.
La necesidad de generar rutas de atención en salud a los
migrantes hizo que el Gobierno de Colombia invitara al sector privado a
participar con medicamentos y otros insumos.
La exministra de Educación de Colombia y ahora presidenta
ejecutiva de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y
Desarrollo (Afidro), Yaneth Giha, manifestó la necesidad de que se unan
esfuerzos para ayudar a la población migrante, en especial con el tema de salud
ante la presencia no solo de VIH sino de otras enfermedades.
En esto coincide ONUSIDA en su informe "Respuesta
ante el flujo de refugiados y migrantes de Venezuela en América Latina y el
Caribe", en el que señala que ante la situación en salud de los
venezolanos y los portadores de VIH se desarrolló un Plan Regional de Respuesta.
Según la ONU, 37,9 millones de personas en el mundo viven
con VIH y este año en el Día Mundial de Lucha contra el Sida, el 1 de
diciembre, la campaña regional se centrará en la población juvenil, bajo el
lema #HablaConmigoAbiertamente. EFE
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