Terrorismo y pandemia alteran la vida del mundo
En apenas 18
años y pocos meses, dos episodios han cambiado al mundo. El primero el ataque
terrorista sin precedentes contra los centros de poder en Estados Unidos y el
segundo la pandemia del Coronavirus, o Covid-19, que ha postrado al mundo que
aterrado vive una estela de muerte y cambios de estilos de vida, en una cuarentena
obligada.
Pandemias, epidemias, guerras mundiales se sucedieron a
lo largo de los años, con saldos de muchos muertos, heridos y devastaciones de
ciudades enteras. Hoy, en el génesis mismo del siglo XXI, el mundo se sobresalta
entre los efectos de un terrorismo cruel y osado y una pandemia que perturba y
diezma las sociedades de un mundo, que aún no precisa cuál será su balance
final.
2001: desborde del terrorismo
Los atentados contra Estados Unidos la mañana del martes
11 de septiembre de 2001 cobraron 3,016 muertos, incluyendo la de los 19
terroristas, y dejaron más de seis mil heridos y una nación, y el mundo, aterrados
por la osadía.
El ataque de Al Qaeda contra las instalaciones
financieras ubicadas en las torres gemelas de World Trade Center, en Nueva
York, el centro del poder militar en el Pentágono, en Washington, y el
frustrado secuestro aéreo que se convertiría en otro blanco del poder
norteamericano en el avión estrellado en las afueras de Shanksville,
Pensilvania, esperó 10 años para ser vengada por Estados Unidos, con la muerte
a tiros del líder del grupo terrorista, Osama Bin Laden, registrada la noche
del 2 de mayo de 2011 y ejecutado por el comando de la unidad seis de los Navy
Seals norteamericanos que lo ubicaron en un palacete en las afueras de Islamabad,
Pakistán, donde se ocultaba junto a parte de su familia.
La agresividad de las políticas de persecución del
terrorismo que desde entonces despliegan Estados Unidos y las naciones de
occidente, se hicieron todo lo rígida que hasta entonces, al punto que hoy
viajar por los aeropuertos del mundo se ha convertido en una pesadilla o una
gran molestia. Las garantías individuales cambiaron con legislaciones muy
duras contra el terrorismo. Las guerras contra los grupos subversivos
islámicos se hizo implacable, pero también radicalizaron la agresividad de las
células terroristas que movieron sus ataques criminales contra blancos,
principalmente, por toda Europa.
2020: postrados por la pandemia
Con estadísticas que superan los 27,000 muertos y unos
500,000 afectados (cifras del viernes del Johns Hopkins Hospital, de Estados
Unidos) la pandemia del coronavirus, o Covid-19, tiene encerrado al mundo en
sus casas mientras la ‘peste’ toca las puertas de las naciones más poderosas
con una estela de víctimas y graves daños a la economía mundial y generando
cambios de hábitos y costumbres.
Espanta ver Italia (más de ocho mil muertos y 62 mil
casos positivos), España (más de cinco mil muertos y 50 mil afectados), Francia
(unos 1,700 muertos y sobre 23 mil contagiados) Inglaterra (unos 800 muertos y
alrededor de 14 mil afectados) y Estados Unidos (con más de 1,400 muertos y
sobre 88 mil contagiados) sumidos en una cuarentena, con una estela de
víctimas casi incontrolable por un virus que ataca a la gente común, los más
pobres, hasta las estrellas del cine y del deporte, la política mundial, los
hombres de negocio, los millonarios y la realeza.
Y aunque empezó en una ciudad de provincia en el
interior de China continental (3,300 muertos y con menos de cuatro mil
afectados) las víctimas del coronavirus, o Covid-19, caen hasta la Patagonia,
causando estragos sin precedentes en estos tiempos modernos donde las luchas
por el control económico, el desarrollo de la tecnología y las
comunicaciones han reemplazado las guerras militares de exterminio.
Sin una vacuna real (China, Francia, Estados Unidos anuncian
están ‘cerca’ de lograrlo) ni medicamentos de control definitivos, el virus va
corroyendo las economías, la estabilidad productiva, la vida cotidiana de las
naciones y sus habitantes. Espanta y aterra ver Times Square desolado, Disney
World cerrado, Venecia, la Fuente de Trevi o la Plaza de San Pedro sin un alma,
Paris apagado, Madrid encerrado, pero lo mismo en Londres, Berlín y Washington,
para solo citar algunas de las grandes ciudades y atracciones del mundo.
También los pequeños, como RD
Otras naciones más pequeñas, como República Dominicana, sufren
hoy los rigores de esta experiencia mundial no pre visible.
Una veintena de muertos, más de ochocientos afectados,
una ciudad encerrad a en las cuatro paredes de cada uno, de cada familia, y un
futuro incierto al término de esta pandemia, parece ser demasiado para los
dominicanos, que viven el día a día con una economía frágil, serios escollos
en su sistema de salud y educación, con los sobresaltos y disputas políticas,
tratando de encaminarse hacia un desarrollo que aún ven lejos.
El país, el Estado, el Gobierno no estaban preparados
–como no lo estaban los grandes, como Estados Unidos o las naciones de Europa-
para los efectos de una pandemia como el coronavirus, o Covid-19, pero tampoco
lo están para sus consecuencias.
Las autoridades, el Gobierno, siguiendo al pie de la
letra los protocolos internacionales dictados por las organizaciones de salud
del mundo, han hecho todo lo posible por contener la pandemia en esta etapa de
desarrollo que parece indetenible.
El coronavirus ha llegado en medio de un proceso
electoral agresivo y turbulento, lo que provoca la inevitable politización de
la situación y sobre las medidas oficiales. De ahí que mientras el Gobierno,
con Danilo Medina a la cabeza, toma acciones paso a paso, de acuerdo a los
protocolos, y el liderazgo de oposición –Luis Abinader y Leonel Fernández-
parecen dar apoyo a las mismas, pero tanto ellos como sus acólitos producen
constantes críticas, plantean ‘recomendaciones’ adicionales y endilgan errores
y hasta propósitos políticos electorales a las disposiciones oficiales.
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