Una nieta de Franco lanzó una maldición al Gobierno español

De los 22
familiares del dictador que acudieron ayer jueves al procedimiento (nietos,
cónyuges y bisnietos) dos nietos (Cristóbal y María del Mar Martínez-Bordiu)
estuvieron presentes en el proceso de levantamiento de la losa de granito de
1.500 kilos y posterior extracción del ataúd de Franco.
Durante los
trabajos, en los que hubo que usar sierras radiales para cortar losas
adyacentes y luego colocar gatos hidráulicos para levantar la pesada lápida, la
nieta llamó "profanadores" a los funcionarios presentes (la ministra
de Justicia, Dolores Delgado, y dos altos cargos del Ministerio de la
Presidencia).
Después, mientras
proseguía la operación, exclamó: "¡Que la maldición de desenterrar a un
muerto caiga sobre vosotros!", según explicaron algunos de los presentes,
que indicaron que la nieta estuvo murmurando durante todo el proceso, aunque
los funcionarios no respondieron.
En unas
declaraciones radiofónicas, la ministra Delgado eludió hablar de esos momentos
de tensión y señaló que el proceso, al que asistió como notaria mayor del Reino
de España y durante el que no habló con los familiares, fue "muy
institucional".
Otros incidentes
menores ocurrieron cuando los agentes de la Guardia Civil confiscaron a otro de
los nietos del dictador, Francis Franco, una bandera franquista actualmente
ilegal, así como los teléfonos móviles que llevaban, a fin de evitar la toma de
imágenes de la exhumación.
Finalmente, y tras
la exhumación, el ataúd original con los restos de Franco fue trasladado a un
cementerio municipal de las afueras de Madrid donde volvió a ser enterrado en
un panteón cerrado y ya no podrá recibir homenajes en público. EFE
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