Vicepresidente de Estados Unidos condena RD haya roto relaciones con Taiwan

"Pekín ha proporcionado un
salvavidas al corrupto e incompetente régimen de Maduro en Venezuela,
prometiendo 5.000 millones de dólares en créditos cuestionables que pueden ser
pagados con crudo", dijo hoy Pence en un discurso sobre China en el centro
de estudios Hudson Institute.
China es, desde la pasada década,
uno de los más importantes socios comerciales de Venezuela, país que le paga
gran parte de los créditos e importaciones con petróleo, fuente energética de
la que el país suramericano posee las mayores reservas del planeta.
El vicepresidente estadounidense
alertó de que ese sistema está "cargando al pueblo venezolano con más de
50.000 millones de dólares de deuda", y advirtió de que China "usa la
llamada 'diplomacia de la deuda' para aumentar su influencia".
"Ofrece cientos de miles de
millones de dólares en créditos de infraestructura a Gobiernos desde Asia a
África, pasando por Europa e incluso Latinoamérica. Pero los términos de esos
créditos son opacos, y los beneficios fluyen abrumadoramente hacia Pekín",
advirtió.
Pence también lamentó que el
Partido Comunista Chino haya "convencido a tres países
latinoamericanos" -en referencia a Panamá, República Dominicana y El
Salvador- de "romper lazos con Taipei y reconocer a Pekín".
"Estas medidas amenazan la
estabilidad del estrecho de Taiwán, y Estados Unidos las condena", agregó.
"Aunque nuestro Gobierno
seguirá respetando nuestra política de una sola China (...), Estados Unidos
siempre creerá que el abrazo de la democracia en Taiwán muestra un camino mejor
para todo el pueblo chino", aseguró Pence.
La política de "una sola
China", que el país asiático impone como base de sus lazos con cualquier
país, significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer EE.UU. es el
que tiene sede en Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas
de Taiwán.
El presidente de EE.UU., Donald
Trump, puso en duda su respeto a esa política poco antes de llegar al poder, en
diciembre de 2016, cuando habló por teléfono con la mandataria de Taiwán, Tsai
Ing-wen, en el contacto de mayor nivel entre Washington y Taipei en casi 40
años.
No obstante, Trump se comprometió a
respetar la política de "una sola China" en febrero de 2017, lo que
le permitió encauzar sus relaciones con el Gobierno chino, al que no obstante,
pueden molestarle las palabras de Pence en apoyo al modelo
"democrático" en Taiwán. EFE
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