Secretario de Justicia de Trump podría afectar a inmigración
Washington- Como senador, Jeff Sessions se convirtió en el principal
defensor en el Congreso de combatir no sólo la inmigración irregular, sino
también de reducir toda clase de inmigración, aumentar las deportaciones masivas
e investigar más a fondo a los que entran en Estados Unidos. Como secretario de
Justicia, estará bien posicionado para hacer de esas ideas una realidad.
Las leyes de inmigración son aplicadas por otras agencias,
pero el Departamento de Justicia juega un papel clave al establecer las normas
y bases legales que dan forma al sistema. Y si Donald Trump se atiene a sus
promesas electorales, la inmigración será una prioridad de su gobierno.
Como responsable de las fuerzas de seguridad del país,
Sessions podría ejecutar maniobras para limitar las nacionalidades de
refugiados aceptadas en Estados Unidos y revocar una política federal que
protege a los jóvenes de la deportación.
"El presidente tiene el poder claro de suspender la
inmigración para proteger a Estados Unidos", dijo Sessions durante la
convención republicana, hablando sobre la amenaza del terrorismo y la necesidad
de investigar más a los refugiados.
El republicano, que está en su cuarto mandato como senador
por Alabama, fue el primer senador en apoyar la candidatura de Trump y ayudó a
dar forma a sus posiciones en inmigración. Está a favor de limitar el número de
refugiados que llegan a Estados Unidos y de rechazar a los menores que llegan
solos a la frontera y que tratan de reunirse con familiares que viven en el
país.
El secretario de justicia puede ordenar a los fiscales
federales que aumenten el número de casos presentados contra inmigrantes atrapados
cruzando la frontera, orientar las opiniones legales para defender acciones
ejecutivas, priorizar la contratación de más jueces para tribunales
migratorios, revocar decisiones clave de un comité federal de apelaciones
migratorias y llevar a los tribunales la legalidad de las políticas migratorias
de los estados.
"El secretario de Justicia tiene mucho poder cuando se
trata de la inmigración", dijo Stephen Yale-Loehr, profesor de la facultad
de derecho de Cornell. "Tiene un puesto en la mesa cuando se toman las
decisiones importantes".
Una de las opiniones legales más importantes sobre
inmigración que ha emitido el Departamento de Justicia en los últimos ocho años
defendía la política del gobierno de Obama de proteger formalmente de la
deportación a los migrantes que llegaron a Estados Unidos de niños. Esta
política también les permite trabajar en el país.
Sessions y otros legisladores republicanos han descrito esa
estrategia como una "amnistía por la puerta de atrás". El gobierno de
Trump puede rescindir la política que protege a estos jóvenes inmigrantes, y
como secretario de Justicia Sessions puede prestar asesoría legal para defender
las acciones de Trump, lo que podría poner a 700.000 personas en peligro de
deportación.
"Pequeños gestos ahí pueden tener grandes implicaciones
en todo el país", dijo Victor Cerda, exfiscal de inmigración en el
Departamento de Justicia, que dirigió el Servicio de inmigración y
Naturalización tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La agencia se
convirtió después en parte del recién creado Departamento de Seguridad
Nacional.
La Oficina de Litigios de Inmigración, parte de la división
civil del Departamento de Justicia, es la fuerza que impulsa la lucha contra
medidas migratorias como la histórica campaña en Arizona que requería que los
migrantes llevaran siempre una identificación y que invitaba a la
discriminación contra los latinos. El Departamento de Justicia demandó al
estado, al igual que grupos de defensa de los migrantes, y ganó.
Dadas las opiniones de Sessions y Trump sobre inmigración, es
improbable que utilicen el departamento para combatir esa clase de leyes
estatales.
"Los tribunales siempre han prestado mucha más atención
cuando Estados Unidos es una de las partes", dijo Bill Hing, profesor de
la facultad de derecho de la Universidad de San Francisco y director de su
centro de defensa de deportación e inmigración.
Los activistas promigrantes se están preparando para combatir
solos.
"Las organizaciones privadas van a tener que depender de
sus propios recursos para librar esta clase de casos", dijo Thomas Saenz,
presidente y asesor general del Mexican American Legal Defense and Educational
Fund.
El Departamento de Justicia también incluye el sistema de
tribunales migratorios, que lleva años con una penosa falta de personal y ha
acumulado más de 500.000 casos pendientes. Las personas afectadas por esos
casos pueden esperar años hasta tener una decisión final. El secretario de
Justicia podría pedir al Congreso un aumento significativo en los fondos para
dotar de personal a los tribunales y reducir el trabajo atrasado.
También la Junta de Apelaciones de Inmigración, que es la
última parada del sistema legal migratorio para apelar la decisión de un juez,
depende del Departamento de Justicia. El fiscal general es responsable de
nombrar a los 17 miembros de esa Junta y puede revocar una decisión, que
después puede apelarse en una corte federal. Las decisiones de la junta tienen
muchas consecuencias y las aplican jueces de todo el país, señaló Cerda.
Además, el secretario de Justicia puede influir en las
subvenciones que emite cada año el Departamento para una serie de programas de
seguridad a nivel estatal y local. Sessions ha criticado al gobierno por no
reducir los fondos a ciudades y jurisdicciones que se niegan a cooperar o a
aplicar las leyes migratorias. Como secretario de Justicia, podría hacer esos
recortes.
"Durante 40 años, ningún presidente ni secretario de
Justicia ha dado una gran prioridad a aplicar nuestras leyes migratorias",
dijo Sessiones en 2007. Si sus colegas del Senado confirman su nombramiento, él
podría cambiar eso. AP
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