Cuba recuerda el regreso del "balserito" Elián González; quien ya es ingeniero industrial

Ahora Elián González
es, a sus 26 años, ingeniero industrial y pronto será padre de una niña que
se llamará Eliz, las cuatro primeras letras de Elizabeth, el nombre de la madre
del joven cubano fallecida en el trágico naufragio de una embarcación de
emigrantes ilegales que se dirigía a los Estados Unidos.
Dos décadas después
de aquel episodio que movilizó a millones de personas casi a diario en las
marchas que desde la isla demandaban su retorno al país donde nació, el
protagonista de aquel drama humano replicado por medios de todo el mundo, sigue
viviendo en su ciudad natal, Cárdenas, unos 150 kilómetros al este de La
Habana.
De allí resalta
especialmente la casa de sus abuelos, "donde crecí con mi padre. Es el
lugar adonde semanalmente voy, donde me siento tranquilo, donde despejo, donde
están mis mayores recuerdos, donde me siento sereno, libre", declara en
una entrevista que publica el periódico estatal Juventud Rebelde.
"Por suerte
para mí en muchos lugares no me reconocen, a pesar de que no he
cambiado mucho. La inmensa mayoría de las personas se quedaron con la imagen de
aquel niño y no asocian que ya soy un hombre. Es bueno para mí porque me da la
posibilidad de caminar, de frecuentar cualquier lugar y no ser reconocido, pero
enseguida que me identifican me dan mucho afecto", declaró.
Elián González
reconoce que el parecido físico con su madre es "inmenso", lo
que ha podido constatar por fotos de ella conservadas por su familia, pero
también señala que tiene rasgos de su padre, Juan Miguel González, aunque dice
que los dos coinciden en que "eran trigueños (morenos), bajitos; parecían
hermanos".
EL DRAMA DE UN
NAUFRAGIO Y LO QUE DESENCADENÓ
EL 25 de noviembre de
1999, Elián González sobrevivió al dramático naufragio del pequeño bote
en el que viajaba junto a su madre, Elizabeth Brotons, fallecida junto
a otras personas en el intento de alcanzar las costas de la Florida y acogerse
a la Ley de Ajuste Cubano -vigente desde 1966- que permitía a los emigrantes
ilegales de la isla optar a residencia permanente en Estados Unidos.
El niño de seis años
fue rescatado del mar por dos pescadores estadounidenses y
entregado en Miami a unos parientes paternos lejanos en custodia temporal, que
luego se negaron a devolverlo a su padre que lo reclamaba desde la isla, lo que
desató una complicada pugna legal, política y un drama familiar sin
precedentes.
El líder y
expresidente cubano Fidel Castro encabezó y fue un activo
promotor de la campaña en favor del regreso del niño náufrago con numerosas
protestas y tribunas abiertas convocadas entonces en la isla para exigir que
fuera devuelto a su padre residente en Cuba.
El caso de Elián
González dio lugar a la "batalla de ideas", como se denominó la
estrategia de movilizaciones masivas promovidas por el Gobierno cubano durante
los siete meses que el "balserito" permaneció en
Estados Unidos.
Elián retornó a Cuba
el 28 de junio de 2000 después de que la entonces fiscal general de EE.UU.,
Janet Reno, (cargo equivalente a ministro de Justicia) ordenase efectuar la
llamada "Operación Reunión".
Mediante ese
operativo, alguaciles federales del Servicio de Inmigración y Naturalización
estadounidense sacaron a la fuerza a Elián González de la casa de sus
familiares en Miami, quien fue entregado ese mismo día a su padre y poco
después regresó a Cuba.
El Gobierno cubano
consideró la devolución de Elián una victoria política frente al sector más
radical del exilio anticastrista residente en el estado de Florida.
ELIÁN, SIN REPROCHES
Y AÑORANZA DE SU MADRE
"No le reprocho,
aunque pienso que de no haber tomado esa decisión estaría viva junto a mí. Le
agradezco, como escribió (Gabriel) García Márquez, y así fue, que en todo aquel
tormento, sin saber nadar apenas, apostó por salvar mi vida: me
supo sujetar a la balsa, cubrirme con una manta y dejarme esa botella de
agua", rememora el joven.
Elián valora que fue
"un gesto de madre heroica, como creo que harían muchas. Así lo hizo la
mía y es por ese motivo que nunca traicionaré su memoria ni voy a dejarla
hundirse en el mar".
Revela que le queda
la añoranza por "no haber compartido estos 20 años con ella. Algunas
personas me recriminan porque dicen que he sido infiel a las ideas de mi madre
y a su memoria por estar al lado de mi padre, pero no es así. Sé que lo hubiera
deseado porque conocía a mi padre, sabía el amor que me tiene, y estaría
orgullosa de que estemos juntos". EFE
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