Líderes cuestionan la amenaza nacionalista

El presidente de Estados Unidos
Donald Trump, el ruso Vladimir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan y la
canciller alemana Angela Merkel destacaron entre los cerca de 70 jefes de
Estado y de gobierno que participaron bajo una lluvia persistente en un acto
solemne al pie de la tumba del soldado desconocido, en el Arco de Triunfo.
“Sumemos nuestras esperanzas en
lugar de oponer nuestros miedos”, exhortó el anfitrión Emmanuel Macron en un
discurso en el que urgió a sus pares a rechazar “la fascinación por el
repliegue, la violencia y la dominación” en memoria de los combatientes de la
Gran Guerra (1914-1918). “Juntos, podemos conjurar esas amenazas que son el
espectro del calentamiento global y la degradación de nuestra naturaleza, la
pobreza, el hambre, la enfermedad, las desigualdades, la ignorancia”, insistió
el presidente francés.
Ante la “llama eterna”, instalada
sobre la tumba que representa a los 10 millones de combatientes muertos en el
conflicto, condenó el nacionalismo que Trump había reivindicado hace unas
semanas, al considerar que es “lo contrario” y “la traición” del patriotismo.
Durante la ceremonia, un grupo de
estudiantes leyó testimonios de la guerra en varias lenguas y se presentaron el
célebre violonchelista Yo-Yo Ma, la cantante beninesa Angelique Kidjo y la
Joven Orquesta de la Unión Europea interpretó el Bolero de Ravel bajo la batuta
del ruso Vasili Petrenko.
Más de 10.000 policías y gendarmes
estaban desplegados para garantizar la seguridad de los mandatarios y sus
delegaciones, en una capital bajo amenaza permanente de atentados desde 2015.
Eso no impidió que tres activistas de Femen saltaran las vallas de seguridad en
los Campos Elíseos y se acercaran al convoy de Trump. Las mujeres, que fueron
detenidas, iban con el pecho desnudo y llevaban mensajes como “Fake Peace
Maker” o “Hypocrisy” escritos en el cuerpo.
Después de que sonaran los
clarines, en remembranza de los que hace 100 años anunciaron el alto el fuego,
los mandatarios almorzaron en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia
francesa. Este momento propició una conversación entre Trump y Putin, cuyas
relaciones son complejas, durante una charla informal en la que también
participaron Macron y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
EL CUESTIONAMIENTO DE UN PROYECTO
Por la tarde, todos los dirigentes
con excepción de Trump participaron con miembros de la sociedad civil en un
Foro Internacional por la Paz organizado por la presidencia francesa para
defender el multilateralismo que ha imperado desde el final de la Segunda
Guerra Mundial.
Angela Merkel recordó que el
proyecto de una Europa en paz está actualmente en entredicho y expresó su
preocupación de que “los puntos de vista nacionalistas ganen terreno una vez
más.
“La paz que disfrutamos hoy, que a
veces nos parece como algo evidente, está lejos de serlo, y hay que pelear por
ella”, declaró la canciller.
Por su lado el secretario general
de la ONU Antonio Guterres alertó sobre los “paralelismos” existentes entre la
situación geopolítica actual, la de comienzos del siglo XX y la de los años 30,
que condujeron respectivamente a las dos Guerras Mundiales.
Al mismo tiempo, Trump rindió
homenaje a los “valientes” soldados de Estados Unidos que murieron durante la
guerra, en una visita a un cementerio estadounidense en la periferia de París,
un día después de haber sido criticado por suspender su presencia a una
ceremonia similar por la lluvia.
“Es nuestro deber preservar la
civilización que ellos defendieron y mantener la paz por la que ellos dieron la
vida hace un siglo”, aseguró el presidente estadounidense, que elogió a los
“valientes guerreros que lo dieron todo por su familia, su país, Dios y
libertad”. AFP
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