Recurrir a la persuasión
El expresidente de la República y presidente del Partido de
la Liberación Dominicana, Leonel Fernández, plantea este día la necesidad
de la persuasión para evitar un
conflicto mundial por las fricciones Corea del Norte con los Estados Unidos.
“El poder de persuasión tendrá que ser más potente que el
estallido de una bomba nuclear, a los fines de garantizar la paz y la seguridad
en el mundo” escribe el ex mandatario en su Observatorio Global de este lunes.
Explica que las acciones del llamado líder supremo de Corea
del Norte se corresponden con una racionalidad y unos determinados objetivos
geoestratégicos de defensa de su interés nacional, no siempre bien comprendidos
y mucho menos aceptados en el mundo occidental.
Leonel Fernández explicó que debido a la forma en que ha procedido
Kim Jong Un, quien desde su llegada al poder, en el 2011, ha lanzado una mayor
cantidad de misiles balísticos y pruebas de bombas atómicas y nucleares que los
realizados por su padre, Kim Jong iL y su abuelo, Kim Sung-iL juntos, en
algunos círculos se ha llegado a considerar que actúa de manera tan errática y
provocadora, que llega al plano del absurdo y la irracionalidad.
“Pero no es así”, aclaró Fernández en un artículo titulado
“Corea del Norte: ¿Un caso absurdo de geopolítica mundial?”, publicado en el
Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital, reseñado por la Secretaría de
Comunicaciones del PLD.
“La idea es que en razón de la presencia de más de 30,000
soldados norteamericanos en Corea del Sur y cerca de 30,000 más en Japón, los
cuales realizan periódicamente ejercicios militares conjuntos, como
demostración de fuerza ante Corea del Norte, este último no podría sobrevivir
políticamente si no dispone de una capacidad nuclear que permita disuadir a sus
adversarios”, subrayó.
Indicó que lo que ocurre, sin embargo, es que debido al
Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares suscrito en el año 1968, ese es
un derecho que está reservado a las cinco grandes potencias que integran el
núcleo de los Estados permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, que son Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia.
Refirió que para comprender en toda su dimensión la actual
situación de conflicto en la península de Corea y el rol de los Estados Unidos,
es importante tomar en consideración que Corea pasó a ser colonia de Japón a
principios del siglo XX, y no fue sino como consecuencia de la derrota japonesa
en la Segunda Guerra Mundial, en 1945, que Corea adquirió su independencia.
“Pero, en razón de que el ejército soviético llegó a la parte
norte de Corea primero que el norteamericano, la península, como resultado del
inicio de la Guerra Fría, se dividió en dos: Corea del Norte, bajo control de
la Unión Soviética, y Corea del Sur, bajo el tutelaje de los Estados Unidos”,
señaló el expresidente de la República.
Al escribir sobre los riesgos calculados manifestó que es
evidente que Corea del Norte no aceptará presiones para desmantelar de forma
permanente su programa de armas nucleares y misiles balísticos. La experiencia
de lo ocurrido en Iraq y Libia la pone en estado de alerta.
Concluye resaltando que más que un absurdo o una falta de
racionalidad, en la península de Corea está en juego la supervivencia política
de unos y la defensa de la seguridad nacional de otros. “Por consiguiente, se
trata de una realidad geopolítica en la que el poder de persuasión tendrá que
ser más potente que el estallido de una bomba nuclear, a los fines de
garantizar la paz y la seguridad en el mundo”.
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