Informe del BID revela brechas en habilidades tecnicas en AL y el Caribe
CIUDAD DE
MÉXICO- Pese a esfuerzos bien intencionados, muchos programas
gubernamentales no logran aportar a niños y adultos de América Latina y el
Caribe las habilidades necesarias para prosperar, reveló el estudio insignia
2017 del Banco Interamericano de Desarrollo. Por otra parte, un vuelco hacia
políticas basadas en evidencia empírica podría brindarle a la región valiosos
beneficios en futuras mejoras en productividad y crecimiento económico.
En tanto la región destina, en promedio, casi el mismo porcentaje
de su PIB a educación y capacitación técnica que naciones más desarrolladas. No
obstante, los resultados obtenidos son muy inferiores. Los estudiantes de
América Latina y el Caribe poseen más de un año de retraso respecto de lo
esperable para el nivel de desarrollo económico de la región. Solamente el 30%
de los niños en tercer y cuarto grado en América Latina y el Caribe alcanzan el
criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66% en
naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93% en países desarrollados.
Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de
habilidades ofrece una mirada crítica a los esfuerzos que realizan los
gobiernos por incrementar la adquisición de conocimientos desde el nacimiento
hasta la adultez. Los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la
calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos
para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayudan a las empresas a
promover un ambiente de aprendizaje en el lugar de trabajo, entre otros.
“Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación
durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en
una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida”, afirmó el Vicepresidente
de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy. “Los gobiernos pueden hacer
mucho más por mejorar la calidad de vida de aquellos que no han contado con
estas ventajas. Es un gran desafío, pero también ofrece una gran recompensa en
términos de crecimiento y patrimonio si hacemos las cosas bien”, agregó.
Sitio web
sobre programas que funcionan
Para ayudar a que quienes toman las decisiones puedan
identificar programas técnicos que han demostrado ser exitosos, el BID lanzó su
novedoso sitio SkillsBank (www.iadb.org/skillsbank) donde se analiza y
sistematiza evidencia sobre cómo promover habilidades en diferentes etapas de
la vida. Dicho sitio ofrece evidencia sobre programas que han promovido
eficazmente el desarrollo de habilidades en la infancia y adolescencia en un
formato muy accesible para agentes gubernamentales.
El desarrollo de capacidades técnicas en la región no
solamente ha demostrado ser pobre en comparación con el resto del mundo sino
también muy desigual entre países. Durante la primera infancia, los niños de
familias de escasos recursos se ven expuestos a un vocabulario más escaso y a
más comentarios negativos que sus pares de familias más pudientes. Los
programas de crianza han demostrado ayudar a cerrar esta brecha sin ser
costosos: la diferencia en habilidades cognitivas puede reducirse a la mitad
por tan solo US$600 anuales por niño.
La región destina alrededor de US$80.000 millones al año a la
educación primaria, pero se han implementado solamente 13 evaluaciones
rigurosas para comprobar que estos programas funcionen. Reducir la cantidad de
alumnos por clase de 25 a 20 puede aumentar el aprendizaje anual en 15 por
ciento y extender la jornada escolar de 4 a 7 horas puede hacerlo en un 10 por
ciento, pero ambas medidas son costosas, aumentando el gasto en aproximadamente
20 y 60%, respectivamente. Por otra parte, los programas que ofrecen planes de
clases para los docentes y motivan a los alumnos de manera directa son
eficientes en cuanto a la promoción de habilidades y a la vez económicos.
Durante la adolescencia, los programas que ofrecen incentivos
para evitar la deserción escolar resultan efectivos. En líneas generales, cada año escolar
adicional se traduce en salarios 9,6% más elevados (el rendimiento extra por
cada año de educación superior es del 16,6%).
Contratar docentes competitivamente y ofrecer incentivos para
mejorar las prácticas pedagógicas también promete resultados deseables. Diseñar
cuidadosamente las intervenciones puede ayudar a promover el desarrollo de
habilidades socioemocionales entre los jóvenes, reduciendo conductas de riesgo
y preparando a la gente joven para un mayor éxito laboral.
Con respecto a la educación superior, el libro promueve que
los gobiernos busquen el equilibrio entre acceso y calidad. Para aquellos que
no puedan acceder a tal nivel educativo, los programas de pasantía han
demostrado arrojar buenos resultados.
En el caso de los adultos, la clave está en garantizar que la
mayor cantidad posible de trabajadores cuente con acceso a empresas grandes que
operen dentro de la economía formal. Estas compañías ofrecen capacitación
adicional y un crecimiento salarial tres veces superior a aquel de las pequeñas
empresas, a menudo informales. Las pasantías y otras iniciativas que aspiran a
capacitar a la juventud en habilidades técnicas para las que existe una
demanda, son modos efectivos de ayudar a que jóvenes desfavorecidos puedan
obtener empleos en compañías competitivas a nivel global.
Acerca del
BID
La misión del Banco Interamericano de Desarrollo es mejorar
vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de
financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e
institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos
de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia
técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región.
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