Principal partido opositor ofrece "apoyo" a vicepresidente si cae Rousseff
El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), mayor
fuerza de la oposición, anunció ayer que ofreció su "apoyo integral"
a un eventual gobierno del vicepresidente, Michel Temer, primero en la línea
sucesoria en caso de una posible destitución de la mandataria Dilma Rousseff.
El presidente del PSDB, Aécio Neves, dijo que mantuvo este lunes
una reunión con Temer en la que le transmitió su intención de apoyar un
eventual "gobierno de transición", aunque dijo que "no
necesariamente" eso significa que el partido opositor ocupase cargos.
"Nosotros del PSDB no huiremos a nuestra responsabilidad
de ayudar a Brasil. Aprobado el 'impeachment' (juicio político), tendremos que
estar preparados para ayudar en la construcción de una agenda osada de rescate
de Brasil", dijo el excandidato presidencial Neves en declaraciones a
periodistas.
El senador derrotado por Rousseff en las elecciones
presidenciales de 2014 agregó que encontró a Temer "muy sereno y
consciente de su papel en este momento" en calidad de vicepresidente.
El lunes, antes de ese encuentro, Temer negó que haya
comenzado a trabajar en la conformación de un próximo Gobierno, como adelantó
otro dirigente del PSDB, el senador José Serra.
En las últimas semanas, al tiempo que ha crecido el malestar
con Rousseff y las continuas denuncias de corrupción, el PSDB ha iniciado un
acercamiento con el oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño
(PMDB), que lidera Temer y que se plantea la posibilidad de abandonar el
Gobierno y pasar a la oposición.
El trámite para un posible juicio político contra la
mandataria comenzó la semana pasada en la Cámara de Diputados con la creación
de una comisión especial que, en las próximas semanas, determinará si existen
méritos jurídicos que puedan llevar a una destitución.
Las acusaciones se fundamentan en supuestas irregularidades
detectadas en los resultados que el Gobierno presentó en 2014 y 2015, de los
que fueron omitidas unas millonarias deudas con la banca pública.
Aunque el Gobierno lo niega, la oposición sostiene que esas
irregularidades suponen un "delito de responsabilidad" fiscal, que es
uno de los factores contemplados en la Constitución para la posible apertura de
un juicio político contra un mandatario.
Rousseff elevó ayer el tono en contra del trámite del juicio
político en su contra y calificó el proceso como un intento de "golpe a la
democracia".
La mandataria también denunció la existencia de "una
conjura que amenaza la estabilidad institucional y democrática" y
"una ruptura institucional que se forja en los sótanos" de la
política y pretende "desconocer el legítimo mandato" que le dieron
las urnas.
Comentarios
Publicar un comentario